Suzuki Kizashi
Hecho en Japón
La expresión japonesa ‘kizashi’ significa “la señal de algo grande por venir”. No es casualidad, entonces, que la compañía Suzuki haya escogido ese nombre para distinguir a su nuevo sedán mediano, que se considera el mejor vehículo que la empresa automotriz ha construido en toda su historia.
El nuevo Kizashi refleja la filosofía de Suzuki en el desarrollo de vehículos cada vez más seguros, sofisticados y deportivos. Todo lo anterior, sumado a la experiencia de más de 100 años fabricando vehículos de gran calidad y confiabilidad, han permitido desarrollar la máxima expresión de Suzuki.
Para empezar, fue nominado como auto norteamericano del año por un jurado de periodistas automotrices que lo manejaron antes de que llegara a las salas de exhibición. Recibió dos años seguidos el primer lugar en el “Vehicle Satisfaction Award” en el segmento de autos medianos, por la consultora estadounidense Auto Pacific, uno de los premios más importantes a nivel mundial que se entrega en materia de satisfacción automotriz.
Asimismo, el modelo logró la máxima calificación en seguridad otorgada por la exigente National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA por sus siglas en inglés), organismo estatal encargado de realizar las pruebas de seguridad de los automóviles en Estados Unidos.
Existen varios escritos que hablan de este vehículo: «El Kizashi es el mejor coche por venir a los Estados Unidos, lleva una insignia de Suzuki.» – The Washington Post (2011).
«Este coche es sólido, sin pretensiones y muy divertido de conducir.» – Car and Driver (2010).
El Suzuki Kizashi viene con un motor cuatro cilindros 2.4 litros en aluminio de 16 válvulas VVT IMT con un Múltiple de Admisión Variable, que hace un buen trabajo generando 175 caballos de fuerza, tiene una transmisión continuamente variable CVT (Continuously Variable Transaxle) que trabaja como una transmisión automática, pero también puede controlarse manualmente con seis velocidades accionadas por medio de paletas de cambios (Shift Paddles) en el volante.
Los ingenieros de Suzuki invirtieron mucho tiempo y esfuerzo en el desarrollo de la suspensión con puntales MacPherson en el frente y Multi Link independiente en la parte trasera y esto se siente en la marcha y el manejo, incluso sobre carreteras en mal estado. El chasis sobresale en cuestiones de rigidez, al igual que los frenos (discos ventilados adelante y discos sólidos atrás), los cuales se comportan perfectamente.
El exterior
Una de las críticas en el mercado actual, es que los automóviles se parecen mucho los unos a los otros (ejemplo claro son los Audi) incluso dentro de la misma marca, pero los vehículos Suzuki tienen diseños totalmente diferentes y vanguardistas. En cambio, el Kizashi tiene una estampa diferente a todos los sedanes de la gama alta en Colombia, su contraste de formas redondeadas hace que no puedas quitarle la mirada en un rato para entender cómo un diseño tan moderno puede a su vez ser elegante, sobrio adelante y revolucionario atrás, con un tercer stop que no lo ubican en el vidrio trasero, sino que corona la puerta de la bodega, y unos escapes que no los ocultan sino que los maximizan incluyéndolos en el bumper trapezoidales y adornados en cromo que destacan la parte inferior del carro, los cuales son populares y sin duda le añaden un estilo deportivo y distintivo.
La forma de la parrilla es totalmente Suzuki, con una gran S en el centro que lo grita a los cuatro vientos. Los faros encajan correctamente y llevan unas limpias líneas a las otras tres tomas de aire inferiores, las dos de los extremos con las luces de niebla. Los rines de aleación de 18 pulgadas con 20 radios son sensacionales.
En tamaño, el Kizashi es 22 cms más corto que el Mazda 6, 3 cms más alto; y 3 cms más largo que el Renault Fluence, e igual de alto.
El interior
En el interior de la cabina, tenemos que fijarnos en los detalles, nada que envidiar a los alemanes, diseño diferente, la calidad de los materiales es alta, los asientos deportivos de serie, la distribución de los controles e instrumentos es limpia, y el equipamiento estándar es abundante, incluyendo ventilas de control de clima para el asiento trasero entre otros detalles. Incluso el modelo base cuenta con control remoto de entrada, botón de arranque, ventanas eléctricas y otro equipamiento del que carecen muchos modelos base.
El ajuste de los asientos deportivos es bien cómodo, con su espuma de alta densidad que produce poca fatiga, el material de la tapicería es con cuero deportivo perforado, suave y elegante en tono carbón.
La distribución del tablero central, en negro y detalles tipo aluminio, es totalmente intuitiva. Usted puede entender y operar fácilmente las perillas y controles; todo está en su lugar lógico y resulta atractivo. La empuñadura de cambios, forrada en piel, se siente bien y el volante de tres brazos con controles, ni más ni menos de los que necesita, resulta agradable. Se siente bien en sus manos manejando deportivamente a través de las curvas. Las cabeceras traseras plegables mejoran la visibilidad hacia atrás.
Hay unos firmes portavasos en el frente y en la parte trasera se deslizan hacia fuera desde el descansa brazos central desplegable. Tener un asiento trasero plegable que abra el espacio de la cajuela, siempre resulta un tesoro en un carro; además, hay una escotilla a la cajuela para cargar objetos largos, como esquís o tablas de dos por cuatro.
Detalles que enamoran en un Kizashi
Para completar, el sedán tiene gran equipamiento y dos versiones, ambas tienen el mismo motor, caja de velocidades, frenos ABS EBDESP, suspensión, 6 Airbags, anclajes ISOFIX (sistema de sujeción para sillas de seguridad para niños), inmovilizador, dirección asistida eléctricamente, columna de dirección ajustable en altura y profundidad, aire acondicionado automático Bi-Zona con ducto de ventilación para los asientos traseros, sistema de encendido Keyless Push Start, apertura de baúl remota desde la llave inteligente y sistema electromagnético. Adicionales a los lujos tradicionales.
La versión SDLX CVT tiene lo anterior más: Faros delanteros con proyectores HID, faros antiniebla, rines de 18 pulgadas, Sunroof, tapicería en cuero deportivo perforado, volante y palanca forrada en cuero, asiento del conductor ajustable con 10 posiciones y tres memorias, asiento del copiloto ajustable con cuatro posiciones, sensor de lluvia, sensores de parqueo delanteros y traseros, sistema de limpieza de faros, control de velocidad crucero, Shift Paddles, espejo retrovisor interior fotocromático automático y equipo de sonido Rockford Fosgate con 8 parlantes, más 2 twetters y subwoofer.
Prueba de manejo Suzuki Kizashi
No podemos negar que desde hace tiempo queríamos hacer la prueba de manejo de este auto, primero porque nos llamó la atención su linda estampa, grandes llantas y lo más llamativo es que a pesar de tener cuatro puertas no pierde el sabor de su línea deportiva.
La primera sensación al estar cerca, es su gran tamaño, se destacan los rines de 18 pulgadas, amplios espejos retrovisores y la cajuela que está bien mimetizada, gracias a su diseño exterior. Tiene tantos detalles el diseño, que no puedes de dejar de observarlo. Nos llamó la atención el control remoto para abrir el auto, es anatómico, fácil de llevar en el bolsillo, controla la apertura a distancia de la cajuela y lleva una llave en su interior, para usarla en caso de que al control se le acabe la batería. En su interior se percibe una sensación agradable de la gama alta, olor a nuevo, cantidad de detalles, mayor calidad de los materiales, partes cromadas, buen sonido con cd de mp3, botones grandes y fáciles de encontrar.
Con el botón START/STOP no es necesario insertar la llave en el tablero, podemos cargarla en el bolsillo, en caso de los hombres, y las mujeres en la cartera, con pisar el freno y oprimir el botón, se prende y apaga a voluntad del conductor. Al encender el automóvil sentimos el ronroneo del motor y nos percatamos de la insonoridad del habitáculo, buscamos los controles eléctricos para acomodar el asiento del conductor y jugamos con ellos hasta encontrar la posición perfecta, sin necesidad de ningún esfuerzo físico para lograrlo, total comodidad hasta para la posición lumbar. Tampoco podemos perder la oportunidad de abrir el techo corredizo y sentir la brisa matutina, pero aún no hemos arrancado, seguimos familiarizándonos con el carro de prueba que nos facilitó Automotores Puracé.
Vemos que es de los pocos automóviles que tiene en total seis portavasos, dos en la consola central y uno en cada puerta, además en las puertas hay espacio para guardar objetos, tanto del piloto como de los pasajeros, muy útil para las familias.
Con una pantalla digital en el tablero, podemos ver la información de todo lo que sucede, desde la apertura de las puertas hasta el indicador de consumo de gasolina que le enseña al conductor a moderar la pisada del acelerador para ahorrar combustible, muy útil con los precios actuales de la gasolina. Seguimos “cacharreando” y encontramos varios lugares en el tablero y la consola central para guardar cosas. Para el celular, debajo del apoyo del brazo, hay una toma de energía para poder cargarlo y dejarlo sin que moleste la conducción, también en este lugar se pueden poner los papeles del carro y hasta dos lapiceros.
Los espejos laterales tienen una visión periférica muy amplia, perfecta para ver lo que sucede en la parte posterior, especialmente para observarlas motos con conductores poco prudentes. El espejo retrovisor interior es fotocromático, impide que las luces altas del vehículo que viene atrás encandelillen al conductor.
A los 20 minutos después de iniciar la revisión del Kizashi, empezamos nuestro recorrido, la primera sensación es la suavidad de la dirección y la potencia del motor, aceleramos y de inmediato funcionan los 175 caballos y advertimos que debemos tener cuidado con el ímpetu deportivo del Suzuki. Conduciendo por las “impecables” vías de la ciudad de Popayán, notamos la suavidad y firmeza de las suspensiones y la comodidad de la cojinería. Sobrepasamos sin cuidado los “policías acostados” y el carro no los golpea, tomamos la autopista (carrera 9) y aceleramos para probarlos 175 caballos, y aunque al principio con la insonorización del carro, la suavidad del motor, la caja automática CVT de 6 velocidades y la aceleración constante, no sentimos la velocidad, pero al ver el velocímetro nos damos cuenta de la buena velocidad que adquirió el Kizashi en pocos segundos, sin siquiera exigirle al motor, definitivamente tiene mucha fuerza, lo exigimos en las curvas y la sensación de seguridad es absoluta, hasta daba placer pasar por los 32 reductores de velocidad que tiene la “autopista” a la altura de la Hacienda Belalcázar.
Suzuki se destaca por la calidad de sus productos, pero su incursión en la gama alta es tímida, aun así, este carro no solo se roba las miradas de los transeúntes, se comporta como un reloj suizo y por su origen de fabricación Japonesa es un automóvil que rodará por mucho tiempo.
Artículo publicado en la edición impresa del 20 de junio de 2014
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