Somos un solo todo llamado Cauca

Por Redacción en abril 6, 2015

Fortalecer el tejido social y productivo es un imperativo regional.

Por Julio César Pantoja Castrillón

El Cauca, Departamento o subregión nacional, que llegó a ser el más extenso del territorio nacional y epicentro vital de la economía colombiana, ¿por qué no puede volver a ser nuestro Cauca?
Hoy es menos del 5% del territorio que alguna vez fue. Durante el siglo XX y lo corrido del siglo XXI, el Cauca se ha convertido en epicentro de graves problemas de violencia, pobreza y estancamiento económico, a tal punto que en la actualidad para la economía nacional no representa ni un 3% del PIB.

En cuanto a lo político, entendiéndolo, no como el demagógico discurso veintejuliero de plaza pública, sino como la administración de lo que hay en el entorno para el continuo mejoramiento del bienestar colectivo, la situación tampoco es esperanzadora. En los 29.308 km2 que tiene de extensión, dividido en 42 municipios y 83 resguardos (datos de censos anteriores) la pobreza en el Departamento, medida como porcentaje de personas con Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI, llega en la mayoría de municipios a un promedio entre el 50% y el 80% de la población. En analfabetismo, varias de las municipalidades superan el 25%. Únicamente Popayán y los municipios del norte del Cauca, donde hay un tejido industrial importante, el analfabetismo se aproxima al 4%.

El Departamento tiene escenarios naturales de incomparable belleza, que se pueden aprovechar para desarrollar el ecoturismo. En la gráfica se observa el entorno del volcán Puracé.
Foto Julio César Pantoja C.

Existen muchos factores que contribuyen a que la situación en el Cauca esté como esté; es el caso de la gran división social entre grupos de población, que se encuentran enfrentados en polarizadas e inamovibles opiniones, incapaces de llegar a consensos sobre el correcto uso y propiedad de la tierra. La planificación del desarrollo colectivo es tan precaria, que en un departamento donde hay 1.342.650 habitantes (censados) en el que aproximadamente el 61% vive disperso por todo el territorio departamental, solo hay una vía adecuadamente pavimentada en su “totalidad”, que interconecta municipios del Cauca solo de manera transversal por el centro del Departamento, y que fue construida por ser parte del corredor vial que comunica a todo el continente de América, como es la Panamericana.

Además, tenemos a la mayoría del territorio en continuas disputas, y a la vez aislado y olvidado, por lo que muchos problemas sociales se desencadenan. Aún así, nos hemos acostumbrado a convivir de esa forma, sin que esto se haya podido arreglar.

El Cauca es el lugar donde se da el nudo cordilleral del Macizo Colombiano, en donde nacen las cordilleras central y oriental, y los dos ríos interandinos colombianos, el Cauca y el Magdalena. Si se aprovecharan estos recursos naturales, se generaría energía hidráulica, no solo para encender hogares caucanos, sino a departamentos colindantes, y se haría del entorno un destino turístico. Sin embargo hoy, por falta de institucionalidad que proteja y regule, el Departamento se volvió un nido de minería ilegal que está envenenando los ríos con mercurio.

En la gráfica se observa el entorno del volcán Puracé.
Foto Julio César Pantoja C.

Para comprender nuestro compromiso con la historia y volver a ser lo que alguna vez fue el Cauca y ha debido seguir siendo, debemos partir del conocimiento y de la economía.

La palabra Economía viene del Griego OIKOS que significa Casa y de NOMIA que quiere decir administración, por lo que en conjunto OIKONOMIA sería la administración de la Casa.

¿Y cómo administramos esa casa? Con base en el “trueque”, por medio del papel moneda o dinero, el cual se intercambia por lo que se tiene para ofrecer en esa casa (bienes y servicios).

¿Y cómo es esa casa que tenemos llamada Cauca? Es una casa con la mayor riqueza, en donde conviven muchas formas de pensar y tradiciones de diferentes grupos poblacionales; es una casa llena de historia, en donde han nacido y educado personajes negros, mestizos, blancos e indios; es una casa con potencial natural, con un millón de hectáreas de bosques, 150 kilómetros de costa sobre el Pacífico, tres regiones naturales, prácticamente todos los pisos térmicos, tres valles y cinco grandes cuencas hidrográficas.

El Cauca subsiste con base en una economía, en su mayoría agropecuaria, de cultivos tradicionales como plátano, café, piña y caña panelera, así como ganado de leche. Esto se produce también en varios departamentos, por lo que al final de la operación productiva, muchos terminan con pérdidas, porque sus precios son poco competitivos. Entre tanto, poca atención se les presta a productos como el chontaduro, arracacha, ulluco o borojó, que podrían ser alternativa económica para la nueva gastronomía que está rescatando lo autóctono, como también para transformación industrial.

En el Cauca la capacidad productiva agrícola disminuye, porque alrededor del 50% del territorio capaz de ser productivo, se mantiene en continuas disputas entre grupos poblacionales. Adicional a esto, el hecho de contar únicamente con una vía (la Panamericana) para unir al departamento entre sí y con el exterior, hace que exportar desde el Cauca a cualquier destino sea muy caro, además arriesgado comercializar a nivel doméstico; no competitivo para vender entre departamentos e inaccesible (en caso de perecederos) para mercados internacionales.

El Cauca debe incentivar la producción de cultivos autóctonos, especialmente para materia prima, como es el caso del chontaduro.
Foto Julio César Pantoja C.

Por lo anterior, deberíamos empezar a planificar realmente una economía departamental, teniendo en cuenta la importancia tanto de las carreteras que nos interconectan, como de los consensos en cuanto al aprovechamiento eficiente y eficaz de las tierras, la producción de bienes y servicios diferenciadores, netamente del Departamento, que sean escasos en otros lugares; incentivar los productos emergentes e innovadores de origen, resaltando iniciativas empresariales como los Chips de Chontaduro, Chontacones, la marca de accesorios Pistilo que incorpora alas de mariposa, todo un sector de tecnología que se pretende volver un referente mundial por su excelencia, entre otros emprendimientos.

Trabajando en dirección innovadora se fortalecería el tejido productivo y, por ende, se mejoraría el entorno regional para beneficio de mestizos, blancos, negros e indígenas, de todos los habitantes, como un solo todo llamado Cauca.

Artículo publicado en la edición impresa de marzo 27 de 2015

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