Santos y la U se quedan cuatro años más en el poder
Por Mariana Arteaga Mejía, politóloga
A diferencia de la primera vuelta, el presidente- candidato consiguió la mayoría electoral, entre alianzas, estructuras parlamentarias y nuevos cuadros de campaña.
Santos aventajó a Zuluaga por menos de un millón de votos
El pasado 15 de Junio concluyóel año electoral 2014. Tras las elecciones legislativas y presidenciales quedó configurado el panorama político nacional.
En un explosivo cóctel electoral se convirtió la campaña por la Presidencia de Colombia 2014-2018. Tras meses de intensos escándalos, debates y agudos enfrentamientos de carácter personal, más de 7.8 millones de colombianos decidieron depositar su voto de confianza en el proyecto bandera de la Unidad Nacional, “la Paz negociada desde la Habana”. Entre tanto 6.9 millones de ciudadanos respaldaron las tesis del opositor Oscar Iván Zuluaga, del partido Centro Democrático.
La jornada se desarrolló en calma, sin amenazas a la seguridad ni a la transparencia del proceso electoral. El desempeño de la Registraduría Nacional fue ejemplar en materia de entrega de resultados y logística electoral, dado que en menos de 45 minutos el país conoció el 60% de los resultados, y transcurrida una hora, el 100% de las mesas informadas.
Si se compara el comportamiento de esta segunda vuelta, respecto a la primera, llevada a cabo el pasado 25 de mayo, se observa que el abstencionismo se redujo en 7,82%, es decir, que 2.578.538 colombianos más, hicieron efectivo su derecho al sufragio. El voto en blanco pasó de 770.610 a 619.396.
Así mismo, el respaldo homogéneo que tuvieron ambos candidatos en los departamentos, modificó y cambió la balanza de la primera vuelta. Los porcentajes de crecimiento de las elecciones en términos generales, oscilaron entre el 44 y 59 %. En esta ocasión, Juan Manuel Santos, candidato de la Unidad Nacional, contó con mayoría en 18 departamentos y en el distrito capital, consolidando así un crecimiento del 58,52% en la zona andina, seguido de un importante respaldo de San Andrés y providencia, y un determinante apoyo de la región Caribe, que en su conjunto creció 47,46%, evidenciando en algunos casos votaciones que triplicaban sus cifras.
En tanto, Oscar Iván Zuluaga, el candidato de la colectividad que lidera el ex presidente y ahora congresista, Álvaro Uribe Vélez, mantuvo el acompañamiento de las zonas ubicadas en la Amazonía y Orinoquía colombiana, que representaron una variación en la votación de 69.591 a 81.884 votos en el primer caso, y del 65,25% en el segundo.
Consideraciones sobre la campaña presidencial 2014
Mapa político de la segunda vuelta presidencial de 2010 y 2014, necesita ser analizado cualitativamente.
En tanto, el panorama y las dinámicas que generan las campañas políticas están en función de conseguir el poder y la legitimidad. Respecto a los resultados de la segunda vuelta de 2010 y 2014 entre Mockus- Santos, y la más reciente, Santos- Zuluaga, la diferencia podría centrarse en el margen de gobernabilidad del gobierno, pues esta vez el sistema político colombiano contará con una oposición robustecida y vigorosa que limitará o, al menos, hará la tarea en favor de unos diálogos con las FARC desde la Habana, sin impunidad, y la exploración con el ELN para una salida negociada.
Los resultados del ejercicio democrático en las segundas vueltas de las elecciones presidenciales de 2010 y 2014, dejaron: A) el abstencionismo bajó 5.8 puntos porcentuales, dejando como cifra actual el 52,1%; B) aumentó en 13 el número de departamentos que apoyaron al candidato que no era del gobierno, como se ve en los mapas comparativos de la segunda vuelta 2010 y 2014; C) se redujo el caudal electoral de Juan Manuel Santos, en 1.211.957 votos; D) el candidato opositor (considerando que sus orillas ideológicas, bajo el supuesto que los partidos políticos ejercitan sus ideologías, son diferentes) aumentó el número de votantes, Zuluaga consiguió 7.816.986 de votos, frente a los 3.587.975 votos que obtuvo Mockus en 2010.
Lo positivo Lo negativo
La eficacia de la Registraduría Nacional y sus funcionarios. La incidencia de las maquinarias políticas en algunas zonas del país.
Un proyecto de alcance nacional, como es la búsqueda de la paz.
La injerencia de los medios de comunicación, de periodista y columnistas en las campañas, actuando como jefes de debate.
La implementación de nuevas tecnologías de la comunicación para difundir los mensajes de campaña. La falta de disciplina de 40 parlamentarios del partido conservador, que prefirieron las prebendas del Ejecutivo.
El anuncio de la izquierda, en cabeza de Clara López y sectores progresistas, de apoyar proceso de paz, pero mantener una posición crítica en los demás campos. El impacto de nuevos liderazgos de tipo caudillista, frente al papel de los partidos políticos.
El poder de convocatoria de Germán Vargas Lleras, Clara López y César Gaviria. La ausencia de liderazgo de Enrique Peñalosa y Francisco Santos.
Puntos claves que impactaron las campañas de la Unidad Nacional y el Centro Democrático.
Los “Santos” compromisos con el Cauca.
La región pacífica, conformada por los departamentos de Cauca, Choco, Nariño y Valle del Cauca, tuvo una tasa de participación del 19,74% del total de la votación del presidente-candidato, equivalente a 1.543.474 votos. En el Valle, los votos aumentaron en 513.712; en Nariño salieron a las urnas 178,643 ciudadanos más; 160.753 personas participaron en el Cauca; y 18.337 chocoanos más, apoyaron al binomio Santos- Vargas Lleras en la segunda vuelta.
El presidente-candidato, Juan Manuel Santos, se comprometió específicamente con los caucanos a:
•Culminar las vías e incluir en el presupuesto nacional los recursos para la construcción de la doble calzada Popayán-Santander de Quilichao; Popayán – Isnos; Popayán – La Plata; y la carretera que une a los municipios de Rosas – La Sierra – Bolívar-La Lupa.
•Asignar recursos adicionales por valor de $174.557 millones, al Sistema Estratégico de Transporte Público de Pasajeros de Popayán, para completar las obras.
•Apoyar las cadenas productivas del fique y piscicultura, apoyar proyectos de desarrollo agroindustrial y de valor agregado, como los que se están formulando para las cadenas productivas.
La ciudadanía espera que la paz no se quede en la Habana, sino que sea una realidad de todos los colombianos, los que votaron a favor, en contra, se abstuvieron o simplemente no pudieron sufragar. Que seincluyan todas las dimensiones, no solo las físicas, que relacionan la violencia directa y la confrontación, sino que también se piense desde la dimensión estructural y cultural, y que la paz haga parte de los proyectos económicos, sociales y políticos de todas las regiones del país, porque no puede ser de unos pocos, ni para unos pocos. La paz debe ser sostenible e integral, con el esfuerzo y voluntad de la ciudadanía; además se debe reflejar en la gestión de los gobernadores, alcaldes y parlamentarios, también es imperativo que día a día más colombianos se comprometan a vivir y realizar acciones encaminadas hacia la Cultura de Paz.
Publicado en la edición impresa del 20 de junio de 2014
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