Popayán en la mira de los terroristas

Por Redacción en noviembre 5, 2024

Por Aura Isabel Olano Correa

Desde hace décadas, el Cauca es víctima de las guerrillas de todos los pelambres, de invasiones a propiedad privada rural, con alto costo para la producción agropecuaria y grave riesgo en cuanto a la soberanía y seguridad alimentaria, porque muchos productos llegan de otras regiones del país, debido a que se ha disminuido la producción, pues vastas extensiones se han utilizado para cultivos de uso ilícito, entre ellos, la coca, marihuana de variadas clases y amapola, de la cual se producen alcaloides como el opio, la morfina y la codeína.

Precisamente, por ser el Cauca un departamento rico en recursos naturales (flora, fauna, agua, selva, maderas finas, minerales como oro, plata, platino, entre otros), ha sido un territorio codiciado por delincuentes que se han enriquecido, dejando miseria y violencia. Además, su topografía en un 80% montañosa, ha servido de cueva y refugio de las guerrillas: M-19- ELN, ELP, la autóctona Quintín Lame, las Farc y ahora las llamadas disidencias, que no lo son tanto, porque en este departamento no se desmovilizaron, simplemente cambiaron de “comandantes”.

Guerrilleros y delincuentes se han apoderado de las riquezas del Cauca en sus distintos puntos cardinales. En la década de los 80 se sabía que los rusos estaban saqueando el oro de la Costa Pacífica, la persecución por parte de las autoridades no pasó de quemarles una que otra draga y el problema se silenciaba. La explotación ilegal de oro de aluvión ha secado y desviado ríos, quebradas, nacimientos de agua; y la extracción ilegal de minerales de cantera afecta la superficie terrestre, contamina el aire, los suelos, el agua superficial y los acuíferos subterráneos. Esa explotación criminal tiene efectos devastadores para el medio ambiente. Se sabe que están explotando una mina de oro en el sitio El Ventiadero, vereda La Betulia, municipio de La Vega, al sur del Cauca, ¿tendrá autorización de la autoridad ambiental? Se espera pronunciamiento de la CRC.

Este departamento está en manos de la delincuencia organizada, llámese de una u otra manera. No se necesita ser investigador experto para percatarse del grave riesgo en que está Popayán, no solo por la economía subterránea, que es evidente, sino porque se convirtió en el blanco de los terroristas para amedrentar a las autoridades y a la población en general para hacer de las suyas. Prueba de ello son los atentados terroristas de junio anterior contra el Comando de la Policía Cauca y el ocurrido el pasado sábado 2 de noviembre contra las instalaciones del Ejército Nacional, a las que fueron dirigidas cargas explosivas. En ambos casos, esas instalaciones están ubicadas en zonas residenciales de Popayán, lo que significa grave riesgo para los habitantes de la capital del Cauca.

***¿La explotación de oro en el sitio El Ventiadero, vereda La Betulia, municipio de La Vega, tendrá permiso de la autoridad ambiental?***

El propio alcalde, Juan Carlos Muñoz Bravo, dijo que se ha encendido una alarma en Popayán, que no se puede ignorar. En respuesta a esa amenaza, convocó una mesa de seguridad para definir acciones inmediatas que protejan la tranquilidad y el bienestar de la comunidad. Se espera, como lo aseguró el mandatario local, que, con el apoyo de la Gobernación del Cauca, la Fiscalía y la Fuerza Pública, se responda con contundencia y decisión para enfrentar a los delincuentes. Se requiere, igualmente, la colaboración de la ciudadanía, la cual es muy valiosa.