¿Política Internacional o Novela Venezolana?
Por Jairo Hernán Ortíz Ocampo
La oposición política en Colombia viaja a EEUU para reunirse con Trump, el nuevo mesías de América, para que este intervenga no solo en la “solución” de los problemas del país sino también en los de Venezuela. Este país, dijeron, es una amenaza muy peligrosa casi de “salud pública” pues nos podría contagiar de la enfermedad del comunismo. ¿Se imaginaron alguna vez a Uribe y a Pastrana como cancilleres de Venezuela?
De Colombia plantearon que el proceso de paz es una cortina de humo que ha servido solo para fortalecer el terrorismo, el narcotráfico, para abrirle el espacio a la participación política a los terroristas, para imponer el modelo económico Cubavenezolano o Venezolanocubano (que ingeniosa es la oposición en Colombia) y para colmo de lo anterior se quiere implementar la igualdad de género. Igualdad de género que sería el apocalipsis, el camino al abismo, a la nada, a la ausencia de valores y a la deshonestidad en la política.
Para otro sector la reunión nunca se produjo. Se redujo a un saludo de pasillo en un club privado de Miami. También se dice que solo les alcanzó el tiempo para hablar con Melania Trump sobre igualdad de género. Pero ella solo se limitó a decirles que no sabía que eso existía.
Después de todo lo anterior, por el buen trabajo de sus dos cancilleres, Maduro dice que ya no quiere que Venezuela sea como Colombia, que es un país fallido (como estaremos de mal que no le servimos ni a Venezuela como referencia) y amenaza al gobierno que contará todos los secretos del proceso de paz llevado a cabo en Cuba. La reacción de Maduro no solo la produjeron los buenos oficios de los dos cancilleres, sino las afirmaciones de Santos.
Cómo se le ocurre a Santos decir que la revolución Bolivariana fracasó, que ya es un mueble viejo, que Maduro, hasta su vestimenta, se quedó en la década de los 70, que el pajarito que le soplaba en el oído ya no le canta. Eso se puede pensar, pero en la política no todo lo que se piensa se puede decir. Solo en las novelas se piensa con el deseo, pero en la política no. No olvide Santos que para eso tiene a los dos cancilleres. Fueron los dos cancilleres los que ponen a decir a Maduro lo que ellos querían que dijera: “que se sepa lo que se ha burlado el proceso de paz de los colombianos”. ¿No es esto precisamente lo que han sostenido los dos cancilleres? Viva Maduro, viva Uribe, viva Pastrana.
La cátedra pura en relaciones internacionales que nos están dando los gobernantes de América está como para alquilar balcón. El panorama político se pone a la altura de las novelas venezolanas. Si quiere ser únicamente espectador, póngase cómodo pues todavía faltan hartos capítulos, hasta el 2018.
Docente Programa de Ciencia Política
Universidad del Cauca
jhernanortiz@unicauca.edu.co
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