Para Pablo Alhach ‘Primero lo primero’, y lo primero ha sido y es su música
Este joven artista caleño, que a los tres años de edad comenzó sus lecciones de piano y a los cuatro de batería, es hoy compositor, interprete y productor.
Por Aura Isabel Olano
Pablo Alhach nació hace 23 años para ser músico y de los grandes. Además de productor, crea, investiga e interpreta diferentes ritmos. En su infancia lo sedujo el rock, género que lo llevó a presentarse con un grupo de amigos en tarimas de bares, fiestas juveniles y festivales en Colombia.
Fue su mamá, la arquitecta Elizabeth Gómez Heredia, oriunda de Popayán, ciudad de artistas, músicos y compositores, quien comenzó a descubrir en su pequeño, de apenas tres años, su aptitud musical y se propuso cultivarle este talento, el que también le hubiera incentivado su padre, Luis Antonio Alhach, caleño, quien falleció en un accidente aéreo, cuando Pablo tenía tan solo dos años.
Entre los 14 y 17 años, Pablo fue uno de los tres integrantes de la banda Lime Hash Grenade, con la que grabó su primer EP y álbum de rock alternativo en inglés. Al poco tiempo la banda llegó a su final. Después de años de escuchar e interpretar rock, Alhach, siempre inquieto, encontró otras alternativas que lo influenciaron hacia la creación de música.
Antes de finalizar sus estudios de bachillerato, abrazó la música electrónica y se inició como DJ en pequeñas fiestas, a las que era invitado a tocar. Su música hacía bailar a la gente y disfrutar, que no era raro, pues en su ADN está la música latina, de lo que fue consciente al ingresar a la prestigiosa escuela de música Berklee College of Music, en Boston, Estados Unidos.
Lejos del hogar, vinieron a la memoria del joven productor, aquellas melodías que, por casualidad, algunas veces escuchó y comenzó a reconsiderarlas y se enamoró de esos sonidos con los que creció en su Cali de salsa y de ritmos alegres del Pacífico colombiano, al que pertenece su región. Tan rica herencia influenció su propio estilo en la música.
En medio de la incertidumbre de la pandemia, mientras seguía estudiando de manera remota, la musa lo inspiró y empezó a integrar elementos de la música del Pacífico y de la salsa, con música electrónica. Creó una magnífica fusión con la que se sintió profundamente identificado, era su nuevo camino, su nuevo amanecer en este arte tan especial de combinar sonidos con gran efecto estético.
Su trabajo se enfocó a producir y grabar sus propias percusiones y cantos, con instrumentos regionales autóctonos, como la marimba de chonta, de la que se desprenden sonidos mágicos. Pablo Alhach, artista integral, tomó el riesgo de publicar sus creaciones, que son su propuesta musical como productor e intérprete.
Recientemente lanzó su primer EP titulado ‘Primero lo Primero’, un compilado de canciones que resaltan su origen, el amor por su tierra y su hogar. Esta obra captura lo que Pablo describe como una “perspectiva contemporánea del Valle de Cauca”. En varias de sus composiciones resalta la importancia que esta región de la dulce caña de azúcar ha tenido en su vida e invita a conocerla.
Este proyecto está acompañado de tres videos musicales, dirigidos por el cineasta y fotógrafo Francisco Lago, en el que cada canción es proyectada visualmente, usando símbolos y entornos típicos de Cali y sus alrededores.
Primero lo Primero está disponible para su escucha en todas las plataformas digitales de streaming y en YouTube sus videos musicales.
Pablo Alhach, no solo es una promesa de la música colombiana para el mundo, sino que ya es un gran músico, que ha sabido interiorizar un gran legado, y a partir de ahí, crear nuevos sonidos y sensaciones, al mezclar elementos de la salsa, con ritmos del Pacífico y música electrónica, remozando el folclor, enriqueciéndolo, pero respetando su esencia, con la misión de dar a conocer al mundo su procedencia cultural. El resultado es un formato contemporáneo, con conexión entre el trópico y la ciudad, lleno de energía y sabor, en el que los cantos, los golpes de timbales y la marimba de chonta, grabados por el artista, llevan al público por una travesía inigualable.
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