No retrocederemos del Micay: presidente Petro

Acción militar debe ir acompañada de una intervención social que le cumpla al campesinado.
“La toma del Micay es una decisión militar. No retrocedemos, vamos para adelante, para atrás ni para coger impulso. Vamos por el total del Micay, pero eso no puede ser una acción militar exclusiva, si no repetimos los mismos fracasos recientes”.
Así lo manifestó el presidente Gustavo Petro Urrego, al instalar la sesión del Consejo de Ministros público, el pasado lunes en la Casa de Nariño.
El mandatario explicó, que la región del Micay “se ha convertido, en virtud de hacer trizas la paz, en una zona de producción cocainera de las más grandes del mundo”.
No son revolucionarios, sino un ejército del narcotráfico
Agregó, que, en el pasado este territorio fue copado militarmente por fuerzas extrañas, armadas, ilegales, “que no están pensando en venir a Bogotá, no están pensando en la toma del poder, no es una revolución, no son revolucionarios o guerrilleros, como dice popularmente la gente, son un ejército del narcotráfico que se ha tomado esa zona porque va hacia el mar”.

“Estamos ante una situación que obviamente es de seguridad, pero que es diferente a cómo la prensa la vende. Y por eso lo que aquí acontece es clave de analizar a profundidad, porque cambian los relatos que la mayoría de la población tiene en su cabeza”.
Añadió Petro, que eso no es contra el Estado, es contra la nación. Los que dominan ese ejército de narcotraficantes son extranjeros, básicamente carteles mexicanos y otros.
Reiteró que los grupos criminales que operan en la zona no tienen el carácter de una insurgencia, “sino que es un ejército privado del narcotráfico que necesita dominar la producción de hoja de coca para dominar el mercado de la cocaína”.
“Para dominar la producción de la hoja de coca tienen que tener el control territorial y social e intentar subordinar de manera esclava al campesinado de Colombia en esas regiones”, dijo.
El objetivo es la alianza del Gobierno y la Fuerza Pública con el campesinado
El jefe de Estado fue enfático al indicar, que esta situación no es culpa del campesinado, de ahí que la instrucción a la Fuerza Pública es no atacarlo, porque “si se ataca al campesinado, se profundizan la violencia y la guerra en Colombia”.
Señaló. Que el campesinado tiene que estar al lado del Estado en la lucha por la soberanía nacional, que es contra poderes extranjeros.
El mandatario aaseguró que la propaganda de los narcotraficantes fue intentar convencer a los campesinos de que el Gobierno iba a fumigar forzosamente los cultivos en contra de la voluntad de la población.
“Si el pueblo no está en ese camino, nosotros no lo hacemos, porque el Estado es sirviente del pueblo”, subrayó.
Señaló que esos grupos “tratan de usar al campesinado a ver si les resuelven su situación militar, dado que este Gobierno decidió, por fin, después de años de dejarle al narcotráfico el Micay, entrar al Micay y tomarlo”.
Explicó que en la actualidad la población en El Plateado está en una discusión y un debate que se debe entender, “ya que los gobiernos siempre han engañado al campesinado por décadas y yo diría siglos, y de ahí la guerra en Colombia”.
Comunicarse y dialogar es fundamental
En este punto, el presidente Petro reiteró que el Gobierno no va a bombardear al campesinado, sino que va en alianza con el campesinado, para lo cual deben superarse los problemas de comunicación.
Para Petro, la falta de comunicación que hay “entre nosotros con el campesinado en Micay, es lo que genera el espacio para que los que nos quieren quitar ese territorio como nación incentiven la violencia contra la Fuerza Pública con la mentira. Luego, comunicarse y dialogar es fundamental”.
Destacó que el campesinado del Micay si no siembra hoja de coca se muere de hambre, y sus hijos y su familia. Luego, la solución al problema pasa porque tengan con qué comer y avanzar hacia la construcción de otro tipo de economía en la región.
De acuerdo con el mandatario, los gobiernos de Colombia han sido incapaces de transformar la economía de las zonas cocaineras en economías lícitas, de ahí que la misión del Gobierno nacional es avanzar hacia el logro de esta realidad.
“Si en el cañón del Micay no hay una acción social que le demuestre a los campesinos que el Gobierno está con ellos, los narcotraficantes ganan, por mucho fusil que metamos, y habrá violencia y habremos perdido Colombia. Porque perdemos el Catatumbo, perderíamos el Micay, perderíamos el Putumayo, perderíamos la frontera con el Darién y Urabá”, añadió.
Al iniciar la evaluación de los proyectos y programas de los ministerios y las entidades para el Micay, el jefe de Estado puntualizó: “El campesinado tiene que estar a este lado, el pueblo tiene que saber que este es su Gobierno, que el Ejército, la Policía, etcétera, su Gobierno, es suyo. Quien da órdenes al Ejército, además del presidente, es el pueblo, porque el presidente solo es un representante del pueblo”.
Con referencia a este discurso del presidente Petro, frente a la grave situación del Micay y, en general del Cauca, analistas consultados por este medio, dijeron que es con políticas y acciones concretas, tangibles y medibles en cuanto a orden público y programas sociales, como de verdad se puede entrar y pacificar esta región del departamento.
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