Munchique
Por Eladio Solarte Pardo
Solo tú Munchique -cerro tutelar de El Tambo y Popayán- sabes de la inmensurable riqueza natural de tus dominios milenarios, esparcida por pintorescas y fértiles comarcas y dehesas, entrecruzadas por frágiles caminos y cristalinas aguas, que son imponentes puentes de hermandad y apego, habitadas por gente buena, humilde y hacendosa, que transforman la esperanza en frutos y cuya recia estirpe es orgullo de Colombia.
Solo tú Munchique -remoto soñador- que en la hora vespertina nos regalas generoso una espléndida policromía en el cielo, que cautiva nuestro espíritu y nos hace soñar despiertos; solo tú que contemplas embelesado y taciturno nuestro Mar Pacífico en lontananza, ese mismo piélago que tristemente para todos nosotros los caucanos representa un sueño y un camino inalcanzables. ¡Solo tú conoces la dimensión de esa ilusión fallida!
Solo tú Munchique -distante y pensativo- sabes cuánto olvido y cuánto desdén rondan por tus lares, sin vías de penetración (solo trochas y caminos de herradura), sin techo, agua potable, salud y educación dignas, condenadas siempre a la pobreza y la orfandad. ¡Solo tú eres testigo de su destino huraño: sin presente y sin futuro!
Solo tú Munchique -apartado y afligido, tantas veces incógnito, perdido entre las densas nubes- conoces cuánta tristeza, cuánto dolor ronda por tu fértil suelo, arrebatado por mentes y manos tenebrosas, que a cada instante acaban con la vida. ¡Solo tú patentizas el dolor y el caudal de lágrimas vertidas! En tu paisaje de ensoñación y encanto no puede nacer tanta protervia.
Solo tú Munchique -cercano, pero a la vez ignoto, pero siempre altivo y refulgente- de mis recuerdos y añoranzas, de la tierra de mis viejos, de mi infancia, de mis cuitas y alegrías, de mis juegos y castillos en el aire, avizora pronto un hálito de consuelo y redención para que la vida reverdezca en todos tus confines, para que en tu tesoro selvático germine el desarrollo, la equidad y la concordia y para que tú sigas siendo preciado faro de grandeza.
Solo tú Munchique -enhiesto y majestuoso- fuiste testigo que en tus faldas en épocas pretéritas afloró el oro, pero también la
esclavitud; pero, solo tú -en cambio- eres ahora inspirador de bizarría y brío de las gentes asentadas en tu vasto territorio. ¡Eres una escultura natural al sufrimiento y la esperanza!
***
Cerro de Munchique (por excelencia, hábitat del colibrí de zamarros blancos). Ubicado en el municipio de El Tambo, al occidente de Popayán, en la Cordillera Occidental de los Andes. Altura 3.012 msnm. Temperatura entre 5 y 28ºC. Distancia aproximada 50 kilómetros desde la capital del Cauca.
You must be logged in to post a comment Login