MinAmbiente presentó Plan Nacional para la Gestión Sostenible de Plásticos de un Solo Uso
Para el 2022 el Plan impone la prohibición o sustitución de bolsas y pitillos de plástico.
El Plan Nacional para la Gestión Sostenible de los Plásticos de Un Solo Uso, presentado hoy 2 de junio de 2021, por el ministro de Ambiente y de Desarrollo Sostenible, es el resultado del trabajo de más de dos años de la Mesa Nacional para la Gestión Sostenible del Plástico, conformada por 24 entidades, incluyendo diferentes ministerios, ONGs, universidades, asociaciones de recicladores y Acoplásticos, entre otros representantes del sector privado.
Con el Plan se busca priorizar la gestión sostenible del plástico de un solo uso, a partir de instrumentos y acciones que promuevan el consumo responsable, la reutilización y el aprovechamiento o reciclaje de los residuos, con el fin de evitar la contaminación, proteger los recursos naturales y fomentar nuevas oportunidades de empleo e ingresos.
Entre las medidas contempladas está la prohibición o sustitución por alternativas reutilizables o compostables de los siguientes productos:
- Mezcladores y pitillos para bebidas
- Soportes plásticos para las bombas de inflar
- Hisopos flexibles con puntas de algodón
- Bolsas utilizadas para embalar, cargar o transportar paquetes y mercancías distribuidas en los puntos de pago
- Rollos de bolsas vacías dispuestas en los establecimientos de comercio para cargar o llevar alimentos a granel comercializados en dichos lugares, excepto para los productos de origen animal crudos
- Bolsas plásticas para embalar periódicos, revistas y facturas
- Bolsas utilizadas en las lavanderías para empacar ropa lavada” extraído del Plan Nacional para la Gestión Sostenible de los Plásticos de Un Solo Uso.
Según Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, «si bien consideramos que la gestión de residuos y la economía circular son el camino adecuado para solucionar el desafío ambiental de la contaminación por plásticos y no la prohibición, es importante resaltar que este Plan establece que, antes de aplicar la prohibición, es necesario garantizar que los sustitutos en papel, cartón, vidrio o incluso plásticos biodegradables, no generen un impacto ambiental mayor en cuanto a su huella de carbono o hídrica, deforestación, entre otros factores. Esto es apenas lógico ya que no tendría sentido cambiar un producto de plástico por otro que tenga un impacto ambiental mayor, por ejemplo, en su aporte al calentamiento global, que es hoy en día, el principal reto ambiental que enfrenta la humanidad».
El Plan refuerza, además, la obligación a los productores de empaques, envases y artículos similares de plásticos a formar parte de un plan de gestión de residuos y demostrar el cumplimiento de unas metas de reciclaje o aprovechamiento, de acuerdo al esquema de responsabilidad extendida del productor. En el caso de los siguientes artículos, se establecen metas de reciclaje más ambiciosas, que llegan a 50% en 2030:
- Recipientes utilizados para empacar o envasar comidas y alimentos preparados en el sitio, para llevar o consumir, incluidos los productos fabricados en poliestireno expandido o icopor
- Platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas y vasos.
Para Mitchell, «el Plan es comprensivo en su alcance y está enfocado en soluciones de economía circular, lo cual es positivo. El reciclaje de plásticos viene creciendo a gran velocidad. Hoy en día estimamos que se están recuperando alrededor de 350.000 toneladas de desechos plásticos cada año en Colombia, lo cual representa una fuente vital de ingresos para más de 70.000 recicladores de oficio. Cada vez existen más y mejores tecnologías para recuperar los plásticos posconsumo. El reciclaje de este material se está convirtiendo en un mercado dinámico, que va a representar, sin duda, muy buenas oportunidades para la generación de empleo e ingresos en el país», concluyó.
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