“Manos al Campo”, una alianza que beneficia a 150 jóvenes cafeteros del sur del Cauca
Esta iniciativa liderada por CEO y su Fundación Promigas, en alianza con la Federación Nacional de Cafeteros, tiene como meta sembrar 300.000 plantas de café.
En la mañana de este 22 de noviembre, en la sede del Comité Departamental de Cafeteros del Cauca, el gerente de CEO, ingeniero Omar Serrano Rueda, presentó a los medios de comunicación el programa “Manos al Campo-Jóvenes Cafeteros, que beneficia a 150 emprendedores, muchachos y niñas, entre 18 y 28 años de edad, oriundos de los municipios surcaucanos de Rosas, Bolívar, Sucre, Balboa, Mercaderes y Florencia.
Al concurrido acto, que se inició con la preparación de café, por parte de baristas, asistieron 25 jóvenes beneficiarios, en representación de los demás nóveles cafeteros, quienes se mostraron complacidos por la gran oportunidad que les brinda este programa, permitiéndoles ser empresarios de la industria cafetera, porque además reciben formación integral, a través de capacitación en diferentes campos.
El café, instrumento de paz: Serrano
El gerente general de CEO, ingeniero Omar Serrano Rueda, dijo que la alianza de esta compañía y su Fundación Promigas con la Federación Nacional de Cafeteros, aporta a los objetivos de desarrollo sostenible, entendiendo que el desarrollo social requiere de la participación de múltiples socios que representan una construcción colectiva.
El Cauca es un departamento líder en la producción de café de alta calidad, su clima y variada topografía lo convierten en el cuarto productor a nivel nacional y el primero en el número de familias cafeteras, más más de 90.000, destacó el empresario.
“Teniendo en cuenta la importancia para el departamento, buscamos sembrar inicialmente 2.000 plantas de café y fortalecer las capacidades de 150 jóvenes caucanos que trabajan en este sector”, manifestó.
Los jóvenes están recibiendo formación integral, que incluye educación financiera, asesoría para formulación del plan de negocios y desarrollo de habilidades socioemocionales, como responsabilidad, comunicación, trabajo en equipo, negociación, adaptación al cambio, iniciativa, toma de decisiones, creatividad, innovación, género y, de esa forma, contribuir al progreso social y al desarrollo sostenible del Cauca.
“Desde CEO buscamos la integración generacional e incentivar la producción en el sector café, porque creemos que este es un instrumento de paz, por eso nos complace presentar hoy esta iniciativa que impacta a los municipios de Rosas, Bolívar, Sucre, Balboa, Mercaderes y Florencia”, enfatizó Serrano Rueda.
Añadió, que su compañía, una empresa Promigas y su Fundación, continúan con el propósito de aportar a las comunidades con esta iniciativa que se suma a la inversión de más de $ 9.500 millones en proyectos y programas que han beneficiado a más de 20.000 personas en situación de vulnerabilidad durante los 13 años de operaciones en el Cauca.
Al dirigirse a los jóvenes beneficiarios, les dijo: “Esperamos que esta formación les entregue un propósito de vida, recuerden, ustedes no solo son importantes, son fundamentales, su labor contribuye a la seguridad y soberanía alimentaria de nuestro país, fortalece el tejido social de los territorios rurales y, en general, dinamiza el desarrollo territorial. Ustedes, nuestros campesinos, son los responsables del 80% de lo producido en el mundo, son ustedes quienes garantizan nuestra alimentación; en verdad qué labor más fundamental, gracias por su esfuerzo y trabajo diario, gracias por sumarse a esta iniciativa, quedarse a trabajar en sus territorios y en conjunto impulsar el desarrollo del departamento”.
Afirmó, que CEO continuará con su compromiso con las comunidades, como parte de la huella social positiva que desea dejar en el Cauca.
Érika Fernández Ortiz, beneficiaria
En representación de los jóvenes del programa, intervino Érika Fernández Ortiz, quien se refirió al impacto positivo que ha tenido el proyecto en su vida: “Agradezco a CEO y a su Fundación Promigas y a la Federación Nacional de Cafeteros, porque a lo largo de este proceso hemos podido fortalecer nuestras capacidades como caficultores y proyectarnos a futuro en un municipio como Florencia, donde normalmente no llegan este tipo de proyectos”.
En diálogo con el periódico La Campana, Érika manifestó, que el programa tiene una proyección a tres años, con 2.000 árboles de café por año, por beneficiario. Cada joven debe tener una hectárea para su proyecto, proporcionada por sus familias que son cafeteras. El Comité de Cafeteros les proporciona las semillas y los insumos orgánicos. Desde el inicio cuentan con la financiación del proyecto que les aportan CEO y su Fundación Promigas.
Esta joven es estudiante de Investigación Judicial y Criminalística Forense, que cursa en La Unión Nariño.
Ampliar el negocio familiar
A Jhan Carlos Meneses Gómez y a su hermano Mauricio, de Bolívar, Cauca, beneficiarios del programa Manos al Campo- Jóvenes Cafeteros, sus padres les proporcionaron, a cada uno, una hectárea para su emprendimiento cafetero.
Estos chicos provienen de familia cafetera, su abuelo fue productor y su padre, Jaime Oswaldo Meneses Hoyos, es líder de la comunidad y representante ante el Comité Departamental de Cafeteros.
Con el programa, dice Jhan Carlos, estudiante de ingeniería electrónica a distancia, que su aspiración es ampliar el negocio familiar con una tostadora o una tienda de café, con las bases que le da el programa.
Busca, igualmente, mejorar las prácticas de la caficultura. Para él, el programa Manos al Campo-Jóvenes Cafeteros, significa una gran oportunidad, porque contribuye a su crecimiento personal y profesional, además al aspecto medioambiental.
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