Harina hecha de insectos, innovadora opción para la sostenibilidad alimentaria
Emprendedor caleño apuesta por residuos de frutas e insectos para producir alimento para gallinas ponedoras.
Por María José Gutiérrez Rojas
Centro de Medios UAO-COP16
Andrés Felipe Copete Villa, es un emprendedor caleño de 32 años, que apostó por lo más inusual para crear empresa: fabricar harina hecha de insectos (larvas y grillos) y residuos frutales para alimentar gallinas ponedoras. Su objetivo es producir una alternativa sustentable con una opción más amigable con el planeta.
El proyecto ‘Grupo Siclos’ emergió en el 2020 cuando aún laboraba como cocinero en un restaurante de comidas rápidas, en donde al ver cómo los residuos de los alimentos eran vertidos a la caneca de basura, sintió impotencia, pues creía que continuaban teniendo uso provechoso, aunque al principio ni él mismo entendía el cómo.
Nada detuvo su deseo de contribuir de una u otra forma al medio ambiente. Así que, con su mente llena de sueños y corazón motivado, pero sin contar con dinero y mucho menos con apoyo, este joven soltó su esencia de emprendedor: aquel que se esfuerza, persevera, cae y se vuelve a levantar, aquel que no se cansa de tocar puertas. Y fue en uno de esos varios intentos que vio, por fin, una luz al final del túnel.
Ese mismo año, el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, le brindó apoyo para desarrollar su proyecto, ayudándole a elaborar lo concerniente a la harina y facilitándole los laboratorios para sacar la propuesta adelante.
Desde su casa comenzó con pequeños deshidratadores solares en los que ponía cascaras de todo tipo de frutas y verduras para luego triturarlas y volverlas polvo.
El proceso con los insectos fue parecido y aún sigue siendo el mismo: inicio, crecimiento, engorde y sacrificio. En esta última, el insecto es congelado, pasando después al deshidratado solar, para finalizar con la etapa de molienda.
Los amigos y familiares confiaban en Andrés Felipe como emprendedor, pero no en el emprendimiento. Lo conocían tan bien que sabían que este hombre estaba lleno de potencial para lograr todo lo que se propusiera, pero también pensaban que era un completo loco. Por esto mismo, lo animaban a vender camisas o pantalonetas, mientras que él solo tenía su mirada en la meta que se había propuesto. Crear un negocio sostenible que ayudara al cuidado del medio ambiente.
Lo llamaron terco, obstinado y necio, pero ahora afirma que fue esa misma necedad, obstinación y terquedad, lo que le impidieron mirar atrás, solo seguir adelante, sin importar el futuro que le deparaba, como quien cierra los ojos y salta al vacío, como quien camina sobre las aguas, solo recordando que haber dejado la comodidad de su antiguo trabajo, implicaría la lucha por un nuevo futuro.
Grupo Siclos comienza a tener mayor visibilidad
En el 2022, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia, apoyó su emprendimiento con una página web en la que comenzó a publicar todos sus productos, expandiendo así su negocio de forma regional y nacional, llegando a un mayor alcance y generando más ventas.
Copete resalta que fueron varios entes los que confiaron en su propuesta, como la Secretaría de Desarrollo Económico, el programa de Innovación Tecnológica Red Tecnoparque del SENA y la Cámara de Comercio de Cali, siendo esta última con la que ahora va de la mano, pues, sin desfallecer por un momento y viendo cómo sus sueños se realizan, debutó en el stand de esta entidad, ubicado en la Zona Verde que ofreció la COP16, cerca a la iglesia La Ermita, mostrando a todo aquel que pasó, el emprendimiento que propone dejar a un lado la tala de árboles para la producción de alimentos y obteniéndolos de insectos y residuos orgánicos, nutriendo a los animales de granja, especialmente a las gallinas ponedoras, cuyos huevos también está comenzando a vender.
Un emprendimiento multimarcas
En la actualidad, Andrés ha hecho del Grupo Siclos un negocio con economía circular, pues de este se desprenden otras marcas en las que convierte cualquier tipo de «residuo» en un ciclo, como la marca Nido, enfocada en la construcción de panales de huevos, por medio de la impresión 3D, reutilizando el plástico de las botellas de diferentes empresas para su elaboración, o la marca Sense, direccionada a la deshidratación de frutas y verduras, a punto de deteriorarse.
Y como si fuera poco, incluso el excremento de los insectos con los que alimenta a las gallinas ponedoras, es de gran importancia, pues con este se produce el abono que ofrece al público, como muchos de sus productos.
Este emprendedor, orgullosamente caleño, ha decidido no conformarse con pequeñeces, y se ha retado a ir más allá de lo que incluso puede imaginar. Aun en este punto afirma, que le falta mucho por escalar, estando en sus planes adentrarse al mundo digital, siendo creador de contenido, no solo promocionando productos, sino enseñando cómo dejar huella en el corazón de la naturaleza, brindándoles a otros jóvenes ansiosos por perseguir sus sueños, el cómo hacerlo de una forma que impacte positivamente el entorno, siendo evidencia de que los sueños sí se hacen realidad, aunque al principio cuesten un poco.
You must be logged in to post a comment Login