Gobernar con imaginación
Editorial junio de 2015
La aspiración de cualquier ciudadano de ser alcalde de su municipio es, desde luego, legítima. Sin embargo no basta con que cumpla con los requisitos de ley, si no está formado, informado y preparado para administrar un ente territorial y liderar una comunidad.
Debe entender, en primer lugar, como lo dice la Constitución Política de Colombia, que el Municipio es la “entidad fundamental de la división político-administrativa del Estado”. Es el núcleo básico a través del cual una comunidad se relaciona con el Estado, y en donde se expresan los problemas sociales, económicos, culturales y políticos que la autoridad local debe atender y tramitar.
A cinco meses de las elecciones de alcaldes, gobernadores, concejos y asambleas, para el caso de Popayán y del Cauca, se barajan nombres, en su mayoría desconocidos para la ciudadanía, así hayan ocupado recientemente cargos públicos o de elección popular, pero sin mayores ejecutorias ni figuración. Son pocos hasta el momento los que ostentan el aval de partidos o movimientos. En próximas semanas se definirán esos apoyos y comenzará en firme la campaña, que se espera sea sin demagogias, sin faraónicas promesas, sin agravios, sino con propuestas serias, creativas, analizadas, con sustento en la realidad.
Algunos aspirantes desean llegar a la Alcaldía o la Gobernación para detentar el poder y manejar a su antojo la burocracia y la contratación, o gobernar en cuerpo ajeno. Tras ellos, una cola interminable de áulicos que van por su tajada, es decir, que no están dispuestos a dar puntada sin dedal.
Es común que el ciudadano al poco tiempo de haber elegido a su gobernante se desencante, ya sea porque no le cumplió con el ofrecimiento de campaña, porque sufragó presionado, porque no llenó sus expectativas como mandatario, entre otras tantas razones. Elegir no solamente es un derecho ciudadano, sino un deber y encierra una gran responsabilidad política y social, porque se pone en juego no solo la consolidación de la democracia local, sino el desarrollo territorial y, por ende, el progreso y bienestar individual y colectivo.
De un acertado gobierno depende que una ciudad y un departamento superen las problemáticas sociales, impulsen el crecimiento, la participación ciudadana en los diferentes procesos y toma de decisiones. Una buena gestión administrativa también depende de un calificado y experto equipo de gobierno, en lo que lamentablemente, por ejemplo, han fallado el alcalde de Popayán y el gobernador del Cauca, al designar a ciertos funcionarios sin la debida formación y experiencia en las áreas que les fueron confiadas, por lo que terminan siendo manejados por sus subalternos, quienes les indican hasta qué deben decir en una exposición, en una rueda de prensa, etc.
Un gobernante debe ser como un director de orquesta: saber exactamente cómo se ejecutan todos los instrumentos y estar pendiente de la afinación, porque si la orquesta suena mal, decepciona al auditorio, en este caso a los gobernados, y destruye la que pudiera ser una gran composición, su obra de gobierno.
Gobernar una ciudad como Popayán, no es tarea fácil, porque la demanda social es grande y los recursos financieros exiguos. En los últimos años ha aumentado la población de manera considerable debido, especialmente, al fenómeno del desplazamiento. Ante esa situación que cada día es más compleja y demanda mayores acciones, el futuro alcalde de Popayán, hombre o mujer, debe ser un gerente creativo, capaz de diseñar e implementar estrategias claras, tanto fiscales como financieras, además de estimular los cambios de conducta entre los ciudadanos. Este aspecto es muy importante en nuestra ciudad, en donde se han perdido el sentido de pertenencia y el respeto, por lo que cada quien hace lo que bien le plazca, sin que la autoridad ponga límites a los abusos que atentan contra la propiedad, el medio ambiente, el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico, la tranquilidad y la seguridad ciudadana.
El gobierno debe ser un dinamizador y facilitador del desarrollo humano sostenible, del crecimiento económico en todos los estratos y sectores de la comunidad.
Las necesidades son muchas, de ahí la imaginación con la que se debe administrar para atraer recursos públicos y privados, a fin de desarrollar proyectos de envergadura que generen empleo a todo nivel y recursos al ente territorial, como la implementación del Plan Especial de Manejo y Protección del Sector Histórico de Popayán, PEMP. Herramientas hay, lo que falta es conocimiento, compromiso y mucha y creatividad. No queremos que los aspirantes a dirigir los destinos del municipio de Popayán y del Departamento, repitan lo obvio. Que digan qué van a hacer, cómo lo van a hacer y con qué recursos, porque estos no salen de un mágico cubilete.
You must be logged in to post a comment Login