Feliz Año Nuevo Chino – Xin Nian Kuai Le
Por Inés Adriana Olano García
Pie de Foto: Inés Adriana Olano García, directora de Recursos Humanos de Unilever, en Norte de Asia.
Este es el segundo año en que tenemos la oportunidad de vivir el Año Nuevo Chino, y como algunos de nuestros amigos en occidente nos preguntan sobre el significado de esta celebración, que para algunos parece misteriosa por venir del “Lejano Oriente”, escribo algunas notas que resumen lo que para nosotros como familia ha sido una maravillosa experiencia.
El Año Nuevo Chino, también conocido como “La Fiesta de la Primavera”, es la fecha más importante del calendario chino, al marcar su principio. Diferente a nuestro calendario solar, la cultura china se rige por un calendario lunar, compuesto por ciclos de doce años, a cada uno de los cuales se le asigna a un animal. Este determina qué clase de año será y qué actitud debe tomarse a lo largo de él.
La familia es parte fundamental de la celebración. Cada Año Nuevo Chino, donde quiera que se encuentren, miles de personas viajan de todas las partes del mundo a sus hogares a celebrar. La cena de esta ocasión es la reunión familiar más importante del año. Todas las generaciones se sientan alrededor de la mesa y disfrutan platillos de la mejor calidad, tales como jiaozi (una especie de empanada hervida) o niangao (pasteles de arroz glutinoso).
Así como durante la Navidad para nosotros los occidentales, en China también hay intercambio de regalos durante esta época. El obsequio más común es el hongbao (sobre rojo), usado con la esperanza de dar suerte a quienes lo reciben. Principalmente son entregados a niños y ancianos.
Los chinos creen que un buen comienzo del año desencadena en un año próspero. Tradicionalmente, en el campo, cada año se daba la bienvenida a una nueva siembra deseando una cosecha provechosa. Hoy en día, costumbres como una limpieza general o la compra de prendas nuevas han heredado este concepto. En el ámbito laboral, a su vez, el nuevo año es sinónimo de grandes logros.
La pólvora es otra de las costumbres que no pueden faltar. Primero se enciende una cadena de pequeños petardos, seguida de tres cadenas más grandes y sonoras que simbolizan la despedida del año viejo y la bienvenida del nuevo. Entre más estruendosos los tres últimos, mejor será el año que llega. Pensamos que nuestros amigos exageraban cuando nos dijeron que no podríamos dormir durante esos días por el sonido de la pólvora; la lección, no se queden para confirmarlo.
Las empresas agradecen a sus empleados con creativas y diversas fiestas; los colegios realizan actos culturales con coloridos bailes y danzas típicas. Una semana de vacaciones públicas da la oportunidad de celebrar un año de trabajo duro y disfrutar de unos días de descanso en familia. Ya que es considerado un color favorable, cada calle, edificio y casa donde se celebra el Año Nuevo Chino son decorados de rojo. Asimismo, las oficinas no escapan a esta ornamentación. Como el 2016 es el Año del Mono, mi oficina se llenó de monos desde mediados de enero que, a decir verdad, trajeron mucho ambiente festivo a los días previos al festival.
El Año Nuevo Chino es tiempo de celebración. Aunque no seamos orientales, como latinoamericanos es un buen pretexto para conocer más de esta maravillosa cultura milenaria, disfrutar de buena comida, conocer los talentos de nuestros compañeros de trabajo y ganar energía e inspiración para el nuevo año.
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