Emboscada a patrulla de la Policía revivió épocas de violencia en el Cauca
Según versiones, un presunto participante en la masacre de los uniformados habría sido abatido por el Ejército.
Pie de Foto: Patrulla de la Policía, emboscada en zona rural de Miranda, en la que fueron acribillados a tiros, tres uniformados.
La criminal emboscada de que fue objeto una patrulla de la Unidad Básica de Carabineros (Ubicar) de la Unipe, el sábado 30 de septiembre, a las 4:00 p.m., en la vereda Caraqueño, jurisdicción del Municipio de Miranda (Cauca), hizo recordar la terrible época de ataques de la subversión a la fuerza pública y a las humildes poblaciones de este Departamento.
Cuando se pensaba que los fusiles se habían silenciado de manera definitiva, y con júbilo medios de comunicación, funcionarios y dirigentes políticos lo han venido destacado a raíz de la firma del acuerdo de paz con las Farc, los denominados “grupos residuales” o disidencias de esa guerrilla, como también frentes del ELN, movimiento insurgente que está en conversaciones con el Gobierno, al parecer están reavivando la violencia en zonas del Cauca.
El vil atentado, primero con explosivos y luego con ráfagas de fusil contra efectivos de la Policía, masacrados dentro del vehículo cuando iban camino a recoger un personal de la institución que estaba adelantando actividades comunitarias, ha llenado de indignación, miedo y zozobra a la comunidad caucana, que con estas acciones demenciales comienza a desconfiar de una paz cercana en sus territorios, muchos de ellos en disputa por los “residuales subversivos narcotraficantes”.
En ese atroz ataque en la vereda Caraqueño, de Miranda, norte del Cauca, perdieron la vida el teniente Wilfredo Madrigal Galvis, de 32 años, próximo a ascender a capitán; y los patrulleros Juan Gabriel Narváez Cabrera, de 28 años, oriundo de Bogotá y Carlos Alfredo Lara Márquez, de 28 años, natural del Tolima, quienes estaban asignados a la seguridad en la zona veredal de normalización en Miranda.
No contentos los criminales con haberlos asesinado a mansalva, les quitaron las armas de dotación y de manera tranquila desfilaron con ellas. Otros criminales, como se muestra en videos publicados en redes sociales, penetraron en el vehículo y robaron pertenencias de los fusilados miembros de la Policía.
De manera inmediata el Ejército Nacional dispuso apoyo y tuvo enfrentamiento con el grupo atacante. En ese combate uno de los presuntos autores del ataque fue neutralizado y dos más resultaron heridos. Más tarde se conoció que el sujeto dado de baja por el Ejército y miembros de la Policía, sería un presunto excombatiente de las Farc, y quien formaría parte del programa de desminado, operado en Colombia por la organización británica The Halo Trust.
De acuerdo con la Policía, en la zona en la que se produjo el ataque terrorista delinquen grupos del crimen organizado, residuales del frente sexto de las FARC, al mando de alias «Mordisco», probable autor de tan terrible crimen; del EPL y además del ELN.
La institución policial inició las respectivas investigaciones tendientes a ubicar y capturar a los responsables y reitera su compromiso de colaboración con las demás autoridades competentes para esclarecer lo sucedido. Igualmente se estableció una recompensa de 50 millones de pesos para quienes suministren información sobre los autores del atentado terrorista.
Y siete horas después, otro atentado
Hacia las 11: 00 p.m. del mismo sábado 30 de septiembre, según información suministrada, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta arrojaron dos granadas a la sede de la Policía en el Municipio de Inzá, en el oriente del Cauca, una de las cuales explotó, pero sin consecuencias para los uniformados. La otra fue desactivada por efectivos de la Policía que se hallaban en el lugar. Entre tanto, una mujer, de nombre Sandra Milena Mapayo, quien transitaba por una calle cercana a la estación de Policía, sufrió heridas en el abdomen y en su cara, al ser alcanzada por la onda explosiva. De inmediato fue auxiliada por agentes de la Institución, quienes la llevaron al hospital de Tierradentro.
De otro lado, el mayor general de la Policía, Ricardo Alberto Restrepo, en declaraciones sobre lo sucedido en Miranda, también informó que fueron capturados por orden judicial dos delincuentes que estaban bajo el mando de alias Mordisco, del grupo residual de las Farc. También indicó, que en la vereda La Tetilla, zona rural de Popayán, fue hallada una caleta con explosivos, que contenía 160 kilogramos de anfo, 100 de pentolita, tres granadas de 40 milímetros y dos granadas de mano.
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