El Renault Twizy en Popayán
Una experiencia divertida que no contamina
Por: Alberto Muñoz Olano
Conducir un vehículo eléctrico es una gran experiencia y fuente de nuevos placeres:
Se obtiene el par máximo de forma instantánea y la fluidez de la aceleración propia de los motores eléctricos que garantizan placer de conducir lo inédito. Limpio y silencioso en sus desplazamientos, contribuye a un medio ambiente más agradable. Así, la conducción puede ser ahora más calmada y tranquila.
Eso dice la empresa Renault que está promocionando su nuevo carro eléctrico bajo su proyecto CERO EMISIONES o Z.E. Si de algo sabe esta empresa, es de producir vehículos innovadores, por eso es reconocida en el mundo entero.
Al verlo, surge la pregunta: ¿Es un carro? Claro que sí, tiene todo lo que puede tener un vehículo convencional. ¿Cuál es la diferencia? Que es solo para el conductor y un pasajero, o el conductor y zona de carga en la versión cargo. Es ideal para aquellos que buscan un vehículo fuera de lo normal, extravagante, pero económico y verdaderamente respetuoso con el medio ambiente.
Un diseño futurista y divertido
Por su diseño, el Renault Twizy adopta formas nunca antes imaginadas. Su arquitectura está diseñada para ofrecer libertad total y sus puertas se abren en forma de alas para adaptarse a ciudades con alto tráfico. Cumple el sueño de muchos, cabe en cualquier lugar gracias a sus dimensiones ultra compactas.
Tiene una autonomía de 100 kilómetros en conducción urbana, aunque influye la forma de manejo y las condiciones del terreno como calles empinadas.
Las referencias de las especificaciones cambian por completo, como por ejemplo:
Motor: 3CG eléctrico asíncrono.
Potencia kW CEE (cv): 13 (17).
Par máximo Nm CEE (m.kg): 57
Tipo de transmisión: Reductor.
Z.E. voice: aviso sonoro para peatones, con encendido manual.
Velocidad máxima: 80 kilómetros por hora.
El Twizy tiene además radar de reversa, económetro, reloj, ordenador, techo panorámico fijo con tratamiento anti U.V., porta objetos, dos guanteras, freno de parqueo con bloqueo automático tras corte del motor, 4 frenos de discos y parabrisas con función desempañado.
Frenos: Regenerativos. Recarga de la batería de tracción al levantar el pie del acelerador.
Claro que tiene todos los lujos de un auto de gama media, hasta techo panorámico fijo con tratamiento anti UV. Todo un juguete, de hecho es uno de los vehículos eléctricos más económicos del mercado.
La expectativa
Invitados por Automotores Gorgona, programamos una ruta de recorrido por la ciudad de Popayán para este vehículo 100% citadino, eso sí, primero como pasajeros para aprender el manejo y el uso de los controles y accesorios.
¿Será seguro?, ¿será cómodo?, ¿será rápido?, ¿será fácil de conducir?, ¿cumplirá con las expectativas de las personas? Y la más banal, pero no menos importante: ¿qué dirá la gente? Esos son los interrogantes al ver este automóvil.
Después de una muy completa introducción, entendemos que la apuesta de Renault va en serio. Cada detalle es totalmente pensado y se nota su desarrollo, considerado para el habitante de ciudad de este siglo XXI, transporte individual, 100% ecológico, económico de mantener, no genera ruido y es fácil de parquear. Con él no se emiten gases invernadero, no hay cambios de aceite, porque no tiene motor de combustión ni caja de transmisión, por ser liviano el desgaste de llantas, alineación y balanceo son menos frecuentes, por no tener partes móviles el motor eléctrico durará mucho más que uno de combustión. Solo se debe conectar al toma corriente de su hogar u oficina y agregar agua para las plumillas.
Se demora tres horas y media en cargar y dependiendo del estrato de su hogar, aumentaría la factura de energía, pero sin lugar a dudas, al no consumir gasolina el saldo estaría a su favor y le ahorraría unos cuantos miles de pesos al mes.
Prueba de Manejo
Es en la primera prueba de manejo que vamos de copilotos con instructor, claro que las clases duraron poco, tan solo unas indicaciones. Al rodar por la carrera novena notamos algo curioso, todas, absolutamente todas las personas enfocaron sus miradas en el Twizy, por unos segundos este vehículo del s. XXI despertó de la rutina a quienes lo veían pasar, y se dibujaban en sus rostros grandes sonrisas de admiración, lo señalaban diciendo “¡miren!” Otras personas se detenían a preguntar, muchos pulgares apuntaban hacia arriba. Ni una moto de alto cilindraje nueva, ni un vehículo de alta gama han robado tantas sonrisas y signos de aprobación como el Twizy. Despierta en las personas lo que una marca como Renault siempre ha querido, la curiosidad y admiración de las personas.
Hora de conducirlo
El accionar de las puertas es simple y divertido. Nos percatamos de la simplicidad del diseño y acabados en materiales duros de diferentes grosores, hechos para soportar el uso, todo el interior es a prueba de agua. El timón es muy similar al del Renault Fluence con un Airbag en su interior, solo usa dos botones para su conducción, drive y reversa. Si se quiere poner en neutro, se oprimen los dos al mismo tiempo. Introducimos la llave, pisamos el freno y encendemos el Twizy, pero como no emite sonido alguno estamos pendientes del testigo verde que indica que está encendido, oprimimos el botón de drive y emprendemos el recorrido. El motor eléctrico entrega todo su poder al instante, no hay cambios, ni cajas, ni diferenciales, directo a los 80 kilómetros por hora en unos segundos, más rápido que muchos otros carros y motos de combustión. Tal vez ha sido la experiencia más divertida de todas las pruebas de manejo; el Twizy se convierte de un vehículo de transporte eficiente, a un pequeño deportivo y divertido coche. Con el volante en las manos, los cinturones de seguridad puestos, el Airbag disponible y la carrocería monocasco que nos protege, desaparece el sentimiento de inseguridad que se tenía en algún momento por el tamaño de esta máquina, nos desplazamos por barrios y vías principales sin temor alguno, otro vehículo más en la vía, eso sí robándose las miradas de los curiosos y de los antojados.
Como el vehículo tiene la capacidad de autorrecargarse al dejar de pisar el acelerador, al final del recorrido notamos que no bajó la carga, un dato curioso.
Agradecemos la invitación de Automotores Gorgona de Popayán, Cauca.
Artículo publicado en la edición impresa del Periódico La Campana del 26 de junio de 2015.
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