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El oso andino, víctima del mal manejo del bosque nativo

Por Redacción en junio 27, 2017

Productor agropecuario de Totoró dice que es necesario transferir conocimiento sobre convivencia con la naturaleza para generar el menor impacto posible.

Pie de Foto: El Oso Andino

A raíz de la denuncia que hiciera el líder indígena Lorenzo Muelas, acerca del deterioro del ecosistema que ha obligado a los osos de anteojos a bajar de las montañas y atacar el ganado, convirtiéndose en blanco de indígenas y colonos, un productor de Totoró, Cauca, en donde se encuentran los oseznos, le narró al periodicolacampana.com la odisea que se vive en esa región, a causa del mal manejo del bosque nativo.

Comentó que generaciones que llevan más de un siglo habitando los páramos colombianos no salen de su asombro, cuando observan cómo las entidades oficiales y algunos de sus funcionarios encargados del manejo y conservación de la flora, fauna y de los ecosistema son indiferentes, ineficientes y sin los conocimientos necesarios para ilustrar e informar a los habitantes que tienen hoy conflictos en los territorios de «páramos intervenidos».

La Cooperativa Lechera Colega, en zona de páramo de Guatavita, convirtió en reserva forestal el bosque nativo.

Señala, que según algunos ecologistas radicales que no aceptan la presencia humana en los páramos andinos por definición, dicen que la población que vive por encima de los 2.750 msnm debe desalojar y desplazarse a otros sitios más bajos.

Desconocen que de allí nace la definición de ‘páramos intervenidos’, porque es imposible erradicar a las comunidades de su hábitat natural, al que ya pertenecen, en donde han desarrollado su cultura, economía y proyectos de vida por generaciones.

Entonces, ¿cuál es la solución?

Educar, transferir conocimiento sobre convivencia con la naturaleza para generar el menor impacto posible, preservando áreas que amortigüen y ayuden a mantener el equilibrio ambiental en beneficio de todos los seres vivientes del territorio, afirmó.

A renglón seguido puso el ejemplo de la vereda Monguetiva, del Municipio de Guatavita, en Cundinamarca. En esa zona de páramo se conformó hace varios años la Cooperativa Lechera Colega, con 52 Familias que producen 6.500 litros diarios de leche, las cuales pasaron de 0.5 a 2.5 vacas por hectárea, cumpliendo con la norma de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG).

Dicha cooperativa hace un manejo ambiental digno de conocer y copiar; parte del terreno con bosque nativo, lo convirtieron en reserva forestal e iniciaron un programa ambiental con los «Coleguitas», que son los muchachos menores de edad, aislaron gran parte del bosque con cerca eléctrica, las praderas con pastos mejorados, logrando que los Osos de Anteojos y otras especies no salgan a las praderas y el ganado no penetre a los bosque de la reserva forestal. Monitorean periódicamente el estado de las especies nativas para preservarlas, la convivencia tiene resultados tan positivos, que llegaron otros animales como tigrillos, pumas, pavas silvestres y varias aves que hacen parte de la biodiversidad del páramo. Hoy tienen miradores organizados en la reserva para excursiones de turistas que la visitan y practican avistamiento dirigido de flora y fauna; esta actividad le aporta ingresos económicos importantes a Cooperativa, que no los esperaba.

Sostiene el productor totoreño, que esa forma inteligente de convertir un conflicto ecológico en convivencia pacífica y productiva, es lo que se debe lograr en el Cauca, mediante capacitaciones y cooperación para convivir con las especies nativas.

En la cordillera central caucana hay presencia del Oso de Anteojos, que fue traída y propagada por el antiguo Inderena, igual hizo con el Cóndor de los Andes, en el Parque Natural de Puracé. Era de esperarse que esas especies se reprodujeran y aumentara el número de individuos.

Desaparecido el Inderena, ¿a quién le corresponde la responsabilidad de este cuidado y manejo? ¿A MinAmbiente, a Parques Naturales o a la CRC? ¿A quién deben acudir los habitantes para recibir instrucción y capacitación de cómo proceder ante la presencia del Oso de Anteojos?

Bosque natural en donde se encuentran los oseznos en Totoró, Cauca.

Son interrogantes, dice este hombre del campo, que deben ser despejados, a la mayor brevedad, por las entidades estatales, porque existe una población importante de Osos de Anteojos por fuera de las áreas de los Parques Naturales, en los páramos del Cauca.

“Le cuento mi saso: En mi predio rural, ubicado en el Municipio de Totoró, vereda de Tabaco, entre 2.950 y 3.100 msnm, hemos cuidado y respetado el bosque nativo contra todos los inconvenientes que generan los vecinos que sacan madera sin permiso, por lo que han acabado parcialmente con el bosque, lo que ha ocasionado desde hace 10 meses la presencia de dos Oseznos. La instrucción que tiene el administrador de la finca, es permitir su presencia sin molestarlos y controlarlos con el uso de la cerca eléctrica, como lo hace la cooperativa Colega, y en muchos momentos se han observado juegos de los osos con los terneros pequeños”.

El problema, dice, es que personas de la región ya los han visto y se teme que los ataquen o les causen daño; la osa no se ha dejado ver, es más sigilosa. Ya le dio aviso a la CRC, que desplazó a dos funcionarios para hacer el reconocimiento del área y convocar por veredas a los habitantes de la región para proporcionar la capacitación requerida, y de ser necesario, reubicar a estos osos en un sitio menos transitado.

Explicó el productor rural, que el oso es herbívoro, come chupallas tiernas y la fruta de un árbol nativo conocido en la región como manzano, similar a la del arrayán o la del árbol de cereza, que también consumen las parvadas de loros de cabeza amarilla. Aclaró, que el Oso no es carnívoro, cuando es adulto ataca el ganado para extraerle el material vegetal que se encuentra en el rumen de la res, y lo hace por falta de alimento suficiente en los bosques en donde habita. Generalmente este fenómeno se presenta cuando hay condiciones climáticas extremas, de veranos o inviernos en los que escasea su comida y baja la temperatura ambiente.

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