El General Jerez, durante dos años combatió en el Cauca los cultivos ilícitos
Ejército ataca narcotráfico en el norte del Departamento para debilitar principal fuente de ingresos de las FARC.
Desde hace más de un año, tanto la Policía Nacional como el Ejército, a través de los boletines de prensa dan cuenta de grandes decomisos de marihuana, de erradicación de extensos cultivos de esa hierba, tipo “cripy”, especialmente en poblaciones del norte y nororiente del Cauca, como Caloto, Toribío, Inzá y Corinto, así como en el corregimiento de Mondomo, cuyo valor en el mercado es muy alto.
Por ejemplo, a finales de septiembre, tropas de la Brigada Móvil N°14, en coordinación con la Policía Nacional, erradicaron de manera manual más de 124 mil matas de marihuana “cripy”, tipo exportación, cultivadas en 10 hectáreas, cuyo valor en el mercado se calculó que superaría los 7.000 millones de pesos.
El pasado 31 de octubre, en el corregimiento de Mondomo, Santander de Quilichao, tropas de la Tercera Brigada, en coordinación con el CTI de la Fiscalía, incautaron cinco toneladas y media de marihuana “cripy”, avaluada en 5.500 millones de pesos. El cargamento, encontrado en un vehículo, estaba camuflado en cajas de maracuyá en mal estado.
Ese cargamento, que según informaciones pertenecía a la columna móvil Jacobo Arenas de las FARC, se suma a los 6.883 kilos de marihuana incautados por la Tercera Brigada en el 2013, y que al parecer sería transportada vía terrestre al exterior.
No se sabe si se han incrementado los cultivos de uso ilícito en el Cauca, o que la Policía y el Ejército se metieron al corazón del narcotráfico en el Cauca.
Esta pregunta se la hizo LA CAMPANA al general Jorge Humberto Jerez Cuéllar, que para el momento de esta entrevista se desempeñaba como comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, de la Tercera División del Ejército, y tenía a su cargo el norte del Cauca, porque a partir del 7 de noviembre fue designado Comandante de la Décima Tercera Brigada en Bogotá y Comandante de Cundinamarca, lo reemplaza el coronel Wilson Danilo Cabra Correa, quien asciende a general el 1 de diciembre.
General Jerez: La Fuerza de Tarea Apolo llegó en diciembre de 2011 y con el arribo de más tropas al norte del Cauca, penetramos en las áreas bases de las FARC y copamos los corredores de movilidad estratégicos del narcotráfico. Al llegar las unidades a las partes altas, se encontraron con todos esos cultivos ilícitos que es lo que se está reportando todos los días.
Las FARC ayudan, infortunadamente, a algunos indígenas y a personas civiles a desarrollar esos cultivos. Por ejemplo, les montan invernaderos que cuestan unos $20 millones, para producir marihuana cripy. En toda esa área, especialmente en zonas rurales de Caloto, Toribío y Corinto se está produciendo. Y se reporta casi todos los días, porque las tropas están entrando en profundidad sobre la cordillera central, en donde la marihuana se cultiva en cercanía a las casas, en sitios en donde hay energía o pueden instalar una planta eléctrica, porque ese cultivo hidropónico se debe mantener con luz y calor.
También las siembras de marihuana y coca están próximas a las viviendas para evitar la fumigación. Es una estrategia, porque donde hay población civil, niños y escuelas no se puede erradicar por fumigación.
Para nosotros es fundamental atacar el narcotráfico en el norte del Cauca, porque es el combustible de las FARC. Si lo hacemos, estamos dejando a las FARC sin dinero y no tendrían como mantener a sus guerrilleros ni adquirir armamento. Por eso, uno de los puntos fundamentales dentro de los objetivos de la Fuerza de Tarea Apolo, está direccionado por el comandante de la Tercera División, general Segura, a atacar el narcotráfico a fondo para debilitar a las FARC.
L.C. ¿Las personas que siembran marihuana y coca, lo hacen por encargo de las FARC, o porque no tienen otra alternativa de subsistencia?
G.J. La facilidad de esto es que las FARC compran la marihuana y la coca en el área. Si el campesino y el indígena siembran café o plátano, tienen que bajar sus productos al municipio más cercano y comercializarlos. Las FARC compran los elementos para los invernaderos, construyen los laboratorios para sacar la base de coca y montan los cristalizaderos, que a la vez custodian con armamento. Sacan el clorhidrato de coca a través de un corredor de movilidad que lo conforman Miranda, Corinto, Caloto, Jambaló y Caldono, el cual sale a Morales, Timba y Naya. En este momento ese corredor de movilidad está cortado por las tropas de la Fuerza de Tarea Apolo y de la Tercera División del Ejército.
L.C. ¿Cómo es el negocio entre los cultivadores y las FARC?
G.J. El que cultiva marihuana y coca se las vende a las FARC, este grupo guerrillero la procesa, la alista y la saca por el corredor que comprende Miranda, Corinto, Caloto, Morales y salen al pacífico, allá la comercializan para el exterior. Cuando la coca y los cristalizaderos son manejados por las FARC, extraen el cristal de coca y se lo venden a narcotraficantes que suben a las montañas, o las FARC lo llevan al Pacífico para enviarlo al exterior, es un círculo vicioso.
L.C. ¿Qué estrategia, además de la militar, se adelanta en esas zonas para erradicar los cultivos de uso ilícito?
G.J. El Comando de la Fuerza de Tarea Apolo tiene cinco políticas. Primero: ataque frontal a las FARC, tenemos operaciones sostenidas contra todos los frentes de esa guerrilla. Segundo, sustitución de cultivos ilícitos por intermedio de la oficina de Acción Integral, que es una división de la Fuerza de Tarea, que les ha llevado a los campesinos, a los indígenas, a los blancos, a los afrodescendientes cultivos lícitos para cambiarlos por cultivos ilícitos. Se está haciendo un trabajo grande con cultivo de café, siembra de árboles en las cuencas de los ríos, además de otros proyectos productivos, a través de los cuales estamos ayudando a la población a erradicar esos cultivos ilícitos, de la mano de los alcaldes y de los secretarios municipales, mediante educación para lograr este objetivo.
L.C. ¿Qué incidencia tienen los cultivos ilícitos en el orden público en el Cauca?
G.J. Es el fortalecimiento de las FARC. Si no existieran los cultivos ilícitos, no hubiera fuerza para las FARC, no habría dinero para las FARC, no tuvieran sustento las FARC. Si la gente no les cultiva, van a perder espacio y dinero. Por eso, trabajar y cambiarles cultivos ilícitos por cultivo lícitos es importante que se haga.
L.C. ¿Y las implicaciones en el medio ambiente?
G.J. Por eso estamos sembrando árboles y cuidando las cuencas, para evitar esta circunstancia. Acaban con el medio ambiente, lo dañan, la tierra pierde sus frutos y la queman con los químicos que utilizan y después no sirve para nada. Le están haciendo un mal a la tierra del norte del Cauca, pero eso no lo ve la gente, pues lo que busca es plata.
L.C. ¿En cuáles zonas del Cauca es más grave el problema de cultivos de uso ilícito?
G.J. En las zonas de reserva campesina. Infortunadamente son centros de acopio de marihuana y de cocaína; hay laboratorios y cristalizaderos, la gente está trabajando en ese negocio ilícito en muchos casos impulsada por las FARC; en otros por voluntad propia, o porque no tiene nada que hacer, o porque necesita dinero para subsistir.
L.C. Si los campesinos e indígenas reinciden en la siembra de cultivos ilícitos, ¿qué les pasa?
G.J. Siempre que hacemos erradicación hay capturas. Cuando llegamos a un laboratorio, hay capturas, cuándo llegamos a un cristalizadero, hay capturas, todo eso está judicializado. Las capturas se hacen con la Policía Judicial, CTI, Policía Nacional, Gaula del Ejército y Gaula de la Policía, que nos ayudan a judicializar y a poner a buen recaudo a todas estas personas que están trabajando con cultivos ilícitos.
L.C. ¿En el norte del Cauca se están combinando sustitución voluntaria y fumigación?
G.J. No estamos haciendo fumigación en el norte del Cauca, se los prometimos a los alcaldes, pero los dijimos que queríamos la sustitución voluntaria, por eso estamos introduciendo proyectos productivos para cambiarlos por la marihuana y la coca.
L.C. El narcotráfico es un negocio a nivel macro y micro. ¿En qué cantidad está saliendo de esa zona el microtráfico?
G.J. Casi todos los días capturamos a una o dos personas que salen con 10 o 15 kilos. Ese microtráfico tiene en el norte del Cauca un precio, en Bogotá otro y en Cali otro. Ese es el fortalecimiento del microtráfico. Está dentro de nuestro control y las capturas se producen día a día, pero de cinco que capturamos, dos se pasan, y son los que fortalecen el microtráfico en las ciudades.
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