En el Cauca, un paro empató con otro y las pérdidas acumuladas son cuantiosas

Por en julio 18, 2016

Primero fue la movilización indígena con el taponamiento de la Panamericana durante 12 días, y desde hace más de un mes se padece el paro de transporte de carga por carretera.

A diferencia de la movilización indígena, cuando fue bloqueada la principal arteria del Cauca, como es la Panamericana, con el paro camionero esta vía ha permanecido despejada. Sin embargo, los transportadores no se arriesgan a movilizar carga por temor a que les dañen sus vehículos.

Entre tanto, el balance que hace el Gobierno Nacional y que aparece en la página de la Presidencia, es positivo. Dice que los peajes confirman que hay un gran flujo de camiones transitando por las principales vías del país. Pero se sabe que ese flujo es de apenas un 35% del normal, porcentaje con el que no se logra normalizar la carga que requiere Colombia. Entre tanto, unos cuantos camioneros están haciendo su agosto.

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Si bien es cierto que se vienen movilizando caravanas vigiladas por la Policía, también es verdad que quienes están prestando ese servicio cobran más del doble por los fletes. Pero aun con caravanas, no están despachando a Popayán materias primas suficientes. Por ejemplo, no hay cemento y la construcción está paralizada, muchas empresas han sacado a vacaciones a los obreros; el alimento concentrado para ganado escasea, tampoco hay insumos para la agricultura. No se han cuantificado las pérdidas, porque cada día aumentan.

Cuantiosas pérdidas diarias tiene Procal Constructores

Una de las empresas que acusa pérdidas, es Procal Constructores, que adelanta en Popayán varios proyectos de vivienda, como también el centro comercial Terraplaza. Además, en junio y julio su actividad se ha visto reducida.

Según el gerente comercial de Procal, Oscar Portilla, días previos al anuncio de la movilización indígena, o sea a finales de mayo de 2016, dejaron de despachar a Popayán camiones con materiales, por temor al taponamiento de la Panamericana, convirtiéndose en un paro, no de 12, sino de 17 días. Las actividades de esa empresa se redujeron en un 30%, en cuanto a obras, debido a que no llegaban materiales de otras ciudades. Así mismo, por falta de combustible se redujo la capacidad instalada en obra, en un 40%.

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Ferretería Construcauca

Eso quiere decir, agregó, que las actividades hasta el último día del paro indígena afectaron un 70% el cronograma general de obra establecido, en cuanto a construcción de vivienda y comercio, a diferencia de la construcción del centro comercial Terraplaza, que tiene un alto stock de materiales.

En este segundo paro, el del transporte, que a la fecha lleva 42 días, las consecuencias son aún mayores, porque en cuanto a vivienda la Constructora está trabajando a un 20% de su capacidad, debido a que Popayán no dispone de todos los insumos para satisfacer las necesidades de la construcción.

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Añadió, que los perjuicios económicos están entre los 11 y 13 millones de pesos diarios para Procal Constructores en general.

“Cada proyecto contempla entre 3 y 5% de imprevistos, que es la base para manejar una situación que genere sobrecostos, pero no hay provisión que aguante, por eso urge una solución pronta”, indicó Portilla.

Se frustraron proyectos

Por su parte, el gerente de la Ferretería Construcauca, Diego Lugo Certuche, dijo que a raíz del paro de 1999 que dejó cuantiosas pérdidas, el sector ferretero de Popayán comenzó a prepararse para tener inventarios suficientes en caso de estas eventualidades, lo que no pueden hacer los comerciantes de productos perecederos.

Sin embargo, por falta de cemento muchas obras se paralizan. Agregó, igualmente, que las movilizaciones sociales han afectado el desarrollo de proyectos de construcción, unos han sido aplazados, en otros casos se han replanteado inversiones, tanto en Popayán como en otras poblaciones del Cauca, llevándolas a otras zonas del país.

Ferretería Construcauca

Construcción de Terraplaza Centro Comercial, de Procal Constructores.

Comentó Lugo Certuche, que los efectos de los paros de junio y julio se verán en el mediano plazo, no solo en el comercio, sino en el indicador de pobreza del Departamento, porque si no existe inversión estable no hay crecimiento económico y, por ende, no se genera empleo, sino despidos de personal, cuando lo que se requiere es que la ciudad crezca en todos sus sectores. “Los paros generan más atraso y pobreza”, señaló.

Acelerar negociaciones

Por su parte, la Cámara de Comercio del Cauca, hizo un llamado al Gobierno Nacional y al gremio de los camioneros para que aceleren el proceso de diálogo y lleguen a acuerdos claros que posibiliten soluciones perdurables.

Enfatiza, en que el entorno competitivo del Departamento del Cauca se está deteriorando a causa de los diferentes bloqueos y mecanismos de protesta de los distintos sectores económicos y grupos étnicos, generando externalidades negativas a los empresarios de la región, ocasionando detrimento de la productividad y competitividad de las unidades productivas caucanas.

“Los sectores agropecuario, ferretero, construcción y el comercio en general, están sufriendo disminuciones en sus ventas, inconvenientes en la proveeduría de insumos y en el transporte de sus productos terminados. Los industriales caucanos atraviesan dificultades para cumplir con sus compromisos internacionales por imposibilidad de acceso a los principales puertos del país, afectando negativamente el índice de comercio exterior del Departamento y las oportunidades de atracción extranjera a esta región”, dice el comunicado.

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