El “empleo” que generan los semáforos

Por en septiembre 30, 2015

Por Ana Fernanda Muñoz Otoya

El no encontrarme en el semáforo a una madre en harapos, con un niño desnutrido en brazos, sino a un muchacho de unos veinte años, bien vestido, con audífonos y celular, me deja una mezcla de sinsabores y de – me avergüenza decirlo – tranquilidad ficticia de conciencia.

Popayán es una de las catalogadas “ciudades esponjas”, porque al encontrarse cerca de los focos de desplazamiento, es de las que recibe mayor volumen de desplazados. En tal sentido, el Gobierno Nacional adelanta programas encaminados a mejorar la calidad de vida de esta población, y es una acción necesaria, porque es obligación del Estado garantizar la vida y la seguridad de los colombianos. Estos programas están actualmente concentrados en temas de vivienda.

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Pero, ¿no es preciso que el Gobierno genere más espacios para que la ciudad de Popayán pueda, de manera efectiva y sin costos sociales, comprometerse con esta población que está llegando, además en el ámbito laboral? A enero de 2015 el DANE ubicó a Popayán como la séptima ciudad en Colombia con mayores índices de desempleo (12,7%, por debajo de Cúcuta, con un poco honroso primer lugar, seguido por Armenia, Florencia, Pereira, Ibagué y Quibdó). Aunque la situación ha mejorado con respecto a años anteriores, es claro que un plan de acción más vinculante debe ser adoptado.

Y es que la “generación de empleo” que es posible observar en los semáforos de Popayán, me lleva a pensar que las encuestas no reflejan la situación real del mercado de empleo en Popayán, o que los encuestados no están respondiendo a esos sondeos de una manera adecuada.

Creo que para nadie es novedad cuando afirmo que la población en los semáforos no solamente va en aumento, sino que además estas personas ya no lucen como verdaderos necesitados de la “ayuda de quienes van en carro”, sino como personas que tienen como trabajo establecido (no creo que con afiliación a EPS y aporte a pensión) levantarse cada mañana a “trabajar” en el semáforo correspondiente.

Es posible que tiempo atrás estas personas hayan sido víctimas de desplazamiento, pero, como no han encontrado trabajo, hayan optado, tal vez, por las alternativas de los semáforos. Y es hacia estas personas que deben estar enfocadas las políticas que mencioné inicialmente, como colaboración a las ciudades “esponjas” para manejar el flujo constante de desplazados.

Es así como la gestión de nuestros políticos y representantes debe estar enfocada a lograr del Gobierno programas de generación de empleo que sean significativos, acordes con la realidad de la región, con su vocación y su situación sociocultural pero, sobre todo, que sean eficientes y eficaces con resultados  reales.

Lo que debemos encontrar en un semáforo es orden, seguridad, cultura ciudadana, respeto por las cebras, por el peatón y por quien lleva la vía para que el tráfico fluya de manera normal, mas no a personas que han hecho de los semáforos su punto de venta de frutas, cordones de zapatos, bolsas de basura, dulces, etc. Para ellas debe haber otras alternativas laborales, capacitación y otra forma de sustento. Solo así se disminuirá el desempleo en Popayán y se mejorará la calidad de vida de mucha gente.

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