El Campanazo. Julio 4

Por Redacción en julio 4, 2015

Por El Sacristán

Justicia con los ancianos

Luego de surtir los debates reglamentarios, el 17 de junio de 2015 el Concejo de Popayán aprobó con 18 votos a favor y uno en contra, la derogatoria del Acuerdo Municipal 044 de 2011, que había dejado sin vigor el Acuerdo 019 de 2007 que establece el cobro de la estampilla pro Adulto Mayor a las entidades descentralizadas de Popayán. Al cierre de esta edición faltaba la sanción del alcalde Francisco Fuentes.

Según la presidenta de la junta directiva del Hogar San Vicente de Paúl, María del Pilar Restrepo de Paz, en el año 2014 esa institución recibió por concepto de recaudo de la estampilla cobrada por el Municipio de Popayán a los contratistas, $184.517 por anciano, dinero que le giró cada tres meses para sostener a 83 abuelitos.
De recursos del Municipio por adulto mayor le transfirió $109.002 para un total en el 2014 de $293.520 cuando la manutención de cada uno cuesta $830.000

De lo corrido del 2015, el pasado 12 de marzo el Municipio, que actúa como recaudador, le transfirió del cobro de la Estampilla $5’159.934; el 14 de abril pagó febrero, suma que llegó a los $15’438.522; el 17 de junio canceló marzo y abril por valor de $19’352.476, equivalente a $120.334 por anciano. De recursos de balance de la estampilla de 2015 le transfirió $134’800.000 con destinación específica para el arreglo de los techos del hogar San Vicente. Así mismo, el gobierno local acaba de prometer $53’529.411 para gastos del asilo, dinero que girará en dos contados.

De las cifras anteriores se puede colegir que el Municipio de Popayán, como Estado, no está respondiendo como debiera al sostenimiento de los abuelitos de este hogar, contrario a lo dicho por la secretaria de Salud, quien afirmó luego de la aprobación de la derogatoria del Acuerdo Municipal 044 de 2011, que: “Siempre ha existido compromiso, entrega y responsabilidad por parte de la administración…”. Pues de haber sido así, las directivas del hogar San Vicente no hubieran tenido la imperiosa necesidad de presionar y anunciar la entrega de los 83 ancianitos que cuida y atiende ese asilo. Además, el Municipio actúa como recaudador del impuesto de la estampilla, que por ley se debe hacer a todos los contratistas del nivel central y descentralizado de la administración. Falta que esta disposición la cumpla el Departamento, que está pasando de agache con esta obligación.

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