El arquitecto José Alonso Monteros, quiere llegar al Concejo de Popayán para ayudar a reorganizar la ciudad
“Si no se planea Popayán a 40 o 50 años, no se está haciendo ningún desarrollo”.
El arquitecto consultor y veedor urbano, José Alonso Monteros Velasco, quien es candidato al Concejo de Popayán, avalado por el partido ASI, dice que desea llegar a esa corporación para velar por el cumplimiento del PEMP y del POT, a fin de hacer de Popayán una ciudad para vivir, alegre, segura, equitativa y transparente.
Monteros Velasco habló con este portal sobre aspectos concretos de la ciudad.
L.C. ¿Qué lo motiva para aspirar al Concejo de Popayán?
J.A.M.V. Siempre he estado pendiente de los problemas urbanos de la ciudad, de las galerías, las avenidas, la cuadrícula, el patrimonio arquitectónico y cultural, pero como necio, fuera de donde se toman las decisiones y he decidido que es mejor estar dentro de la municipalidad para tener voz.
L.C. ¿Qué quisiera desde el Concejo ayudar a organizar?
J.A.M.V. Me gustaría aportar para reorganizar la ciudad, que cada actividad tenga sitios definidos: el comercial, industrial, vivienda para que los comerciantes e inversionistas sepan en dónde invertir y que la ciudad no se vuelva loca urbanísticamente. Hemos crecido desde los años 60 como los pueblos viejos: a la vera del camino, que es el camino que nos dejó la vía Panamericana; cuando se rompe la cuadrícula en la carrera 9 con calle 1 se rompe el desarrollo coherente de la ciudad.
L.C. Los barrios residenciales se están convirtiendo en zonas comerciales, además de otros usos, sin tener vías, lo que hace más caótica la movilidad. ¿Qué piensa al respecto?
J.A.M.V. Ese fenómeno se llama gentrificación, es decir, cuando llegan a un barrio antiguo nuevos actores económicos, van desplazando a la gente. Esto ha sucedido con los barrios Valencia, Modelo; con La Esmeralda ya pasó, es el ejemplo más claro de ese fenómeno que es producto de la dinámica urbanística en el mundo, lo malo radica en que no está reglamentado ni ordenado.
L.C. ¿Cree usted que eso se debe a que no se ha actualizado el POT, que data de principios de siglo XXI y por lo tanto está fallando la planeación?
J.A.M.V. Veo dos cosas. Una, que la ciudad tiene que ampliar su área urbana lo más posible. Allí hay un choque entre dos corrientes: unos dicen que Popayán debe ser una ciudad cohesionada, opino lo contrario. Creo que debe haber un área metropolitana que vaya entre Timbío y Piendamó y entre Puracé y Morales, cinco municipios que circundan Popayán, hacer un área metropolitana, porque ahí están nuestros mejores vecinos, los que nos traen a vender sus productos y es la gente que también llega a vivir a Popayán.
Con área metropolitana se permitiría mayor zona urbana y la especulación de la tierra se bajaría, al suceder eso, la presión contra el centro y los barrios tradiciones se mermaría. Pero, hoy por hoy, como la variante constriñe el desarrollo de la ciudad, porque el área hacia allá es rural, entonces la gente quiere meterse al centro y cualquier lote o casa vieja es susceptible de verle cara de edificio. El orden depende de la municipalidad: el constructor a construir y la municipalidad a planificar. Aquí ocurre lo contrario: los constructores vamos adelante y atrás va la municipalidad diciéndonos las vías. Eso tiene que cambiar.
L.C. ¿Los alcaldes han tenido visión de ciudad?
J.A.M.V. La visión cortoplacista ahí está. Si no se planea Popayán a 40 o 50 años, no se está haciendo ningún desarrollo.
L.C. Usted dice que la ciudad debe seguir la cuadrícula, ¿por qué?
J.A.M.V. Cuando uno dice que la ciudad debe seguir la cuadrícula lo tratan de retrógrado, siendo el sistema ortogonal de urbanización más probado del mundo, se hizo en la época del Renacimiento, cuando ya había ciudades que tenían 2.000 y 3.000 años de ensayar formas circulares, espirales y radiadas. Nueva York es cuadriculada, en donde se encuentra cualquier dirección. Cuando la ciudad pierde la cuadrícula, pierde la planificación. Tenemos que volver a la cuadrícula.
L.C. Según usted, ¿la huella urbana hay que ampliarla?
J.A.M.V. Creo que sí. En los años 60 la galería que estaba en el centro de la ciudad se trasladó cuatro cuadras al norte (el barrio Bolívar era el norte) hoy la ciudad sobrepasó el otrora norte. Entonces hay que buscar un nuevo desarrollo al norte- norte, otro al occidente- occidente, pero no cuatro cuadras después de que se acabe la ciudad, sino 60 cuadras, calculando que el crecimiento llegue allá y dé tiempo para que Popayán se vaya organizando. Pero si no hay planificación a largo plazo, no hay planificación.
L.C. Popayán ha crecido desordenadamente a espaldas de sus ríos y sobre ellos. ¿Qué se debe hacer?
J.A.M.V. Controlar esas rondas. Si yo tuviera la potestad de comprar los predios alrededor de los ríos, a orilla del Molino y del Ejido, haría unos grandes corredores espaciales, porque por allí va el viento de la ciudad, son canales de viento, por ahí salen los gases, se cambia el clima, etc. Eso no se va a poder hacer, pero por lo menos que lo poco de parque que quede no se vuelva concreto, como ha sucedido, por ejemplo, alrededor del puente del Humilladero, en donde hay edificios que tienen cimientos casi en el río. Así hay muchas edificaciones. Se debe planificar la ciudad, pero también acatar ciertas normas que son de sentido común, dejar respirar la ciudad y los ríos son muy importantes. El escudo de Popayán tiene dos ríos, el Ejido y el Molino, que convergen en el río Cauca.
L.C. Usted dice que velará por el cumplimiento del PEMP, pero no hay un ente gestor que haga cumplir a cabalidad este plan, a fin de velar por el patrimonio. ¿Cuál sería su labor al respecto?
J.A.M.V. Si quiera me hace esa pregunta. Estamos en un momento muy peligro. El PEMP cumplió 10 años y según la Ley se pueden hacer ajustes, pero a estas alturas no se han hecho ni las Ugu, que son las Unidades de Gestión Urbana, y tampoco se ha creado el ente gestor. Ahora ha salido una propuesta para la modificación del PEMP, que a mi modo de ver, si se modifica mal, se volvería el principio del fin. Lo lideró el Consejo Departamental de Patrimonio, el cual envió una comunicación al Ministerio de Cultura pidiendo la modificación y haciendo unas sugerencias. El Ministerio respondió y dijo que era susceptible de modificar, pero con los actores vivos de Popayán y se refirió a la Veeduría Ver Popayán, para que sea garante de ese proceso. Estamos iniciando unas mesas temáticas para posible modificación del PEMP. Si Ver Popayán no tuviera reconocimiento en el Mincultura, ya nos habían cambiado el PEMP y no se sabría cómo. Popayán, si bien es reconocida como patrimonio inmaterial por la Semana Santa, por su gastronomía, tiene la esencia de la vida republicana. Hay toda una historia que contar y esa historia, si bien es inmaterial, se materializa en la arquitectura, lo que le da peso histórico y la importancia en el país. Por tamaño no es importante, por industria tampoco, Popayán es importantes por el legado cultural y porque ha conservado la trama urbana.
L.C. ¿Qué se debe hacer para que se entienda qué es el patrimonio y para qué sirve?
J.A.M.V. El patrimonio se ha vuelto en Popayán como un mote, que soterradamente algunos lo quieren ver como una especie de lucha de clases, de rabia contra lo que existe. Entonces, cuando se habla de patrimonio se cree que queremos conservar a ultranza por conservar y no es así. Cuando a una persona de cualquier sitio de Popayán le llega un familiar a su casa, ¿a dónde lo lleva? Al centro de la ciudad, al parque Caldas. Eso es patrimonio, pues considera que es suyo y tiene derecho de llevar a sus amigos, a sus parientes a que lo conozcan.
L.C. Las casas del sector histórico se están deteriorando, además se les da un uso diferente al de vivienda familiar. ¿Qué dice el PEMP al respecto?
J.A.M.V. Cuando las familias han dejado de habitar las casas del centro, ya sea por el fallecimiento de sus mayores y sus descendientes se van a otros sitios de la ciudad, del país o del mundo, esos inmuebles quedan en manos, en muchos casos, de las tías mayores, que no tienen entradas económicas suficientes para pagar el predial, que es más caro que en otros sitios de Popayán, lo mismo los servicios públicos, entonces comienzan a subdividirlas. Al respecto el PEMP contempla mermarle las cargas impositivas y el valor de los servicios públicos para que los dueños las puedan mantener, que la gente vuelva a habitar el centro y no tenga que subdividirlas y cambiarles el uso. Sin embargo, no se ha hecho efectivo el Plan Especial de Manejo y Protección del Sector Histórico (PEMP) que a rajatabla se debe implementar.
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