Editorial: La responsabilidad del elector
Después de varios meses de campaña política, este domingo 25 de octubre, muy a las ocho de la mañana se abrirán las urnas para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto, que debe ser un acto de suma responsabilidad, porque de esa decisión dependerá la escogencia de mandatarios que sean capaces de dar respuesta a los múltiples problemas que aquejan a los entes territoriales y a sus comunidades.
De ahí el compromiso que se asume cuando cada quien, a solas en los cubículos, marca en las tarjetas electorales a las personas que considera idóneas, honestas, coherentes, con autoridad, sin sombra de duda, capaces de buscar soluciones inteligentes, innovadoras, que construyan, que gobiernen sin distingos, que no lleguen a esos cargos y corporaciones a pagar favores de toda clase con los recursos del Estado, como suele ocurrir.
Si los ciudadanos deciden de manera objetiva y consciente, sin presiones, pensando en los intereses generales, seguramente se proscribirían las dañinas prácticas politiqueras.
Pero, infortunadamente ha hecho carrera una doble moral: la gente critica los desafueros de la clase política, pero la sigue eligiendo, se pliega a ella y se hace cómplice de sus conductas non santas.
La corrupción no se da por generación espontánea, muchos son los que intervienen en los delitos, tanto funcionarios de todos los niveles, como personas del sector privado. ¿Cuántos ciudadanos en campañas políticas hacen su agosto vendiendo el voto al mejor postor? Ese delito lo cometen ciudadanos de todos los estratos que luego se quejan de su clase política.
Esta campaña, tanto en el Cauca como en Popayán, ha sido desagradable, por decir lo menos. Ciertos candidatos y sus seguidores se han tranzado en descalificaciones e insultos, en particular en las redes sociales. Pareciera que a los seguidores no les importara su candidato, sino lo que pueden perder de no resultar elegido el domingo. Eso es aún más preocupante, como también lo es, que en noticieros locales ciertos periodistas y supuestos comentaristas se excedan en elogios hacia los candidatos de sus preferencias y denigren de otros. Además del irrespeto, de la falta de ética, de la manipulación a la audiencia, atentan contra la democracia.
También se observa en ciertas propuestas que varios “asesores” han intervenido en esa construcción, por lo que no existe una coherencia temática, incluso el lenguaje utilizado es diferente. Esto se advierte en boletines de prensa. Si en el día a día de la ciudad y del Departamento surgen temas específicos, sin ninguna ilustración al respecto, los aspirantes a gobernar los entes territoriales lanzan supuestas soluciones. En términos coloquiales sería igual a decir: “Se le tiene”. Eso no es serio.
Mientras primen los intereses particulares en la elección de gobernantes y no importen la suerte y el devenir del Departamento del Cauca y de sus municipios, en particular de Popayán, esta región del país continuará en los últimos puestos en el concierto nacional.
Vale decir, que los caucanos continuarán condenados a vivir en medio de la violencia, la pobreza, el desempleo y sin que se suplan sus necesidades básicas insatisfechas.
Se espera que quienes obtengan el favor popular en las urnas mañana domingo, sean consecuentes con los compromisos que adquirieron de manera pública y que se esfuercen en cumplirlos. Amanecerá y veremos.
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