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Corrupción, la del vecino

Por Redacción en agosto 21, 2018

Columna de opinión por: Aura Isabel Olano

Votar o no la consulta anticorrupción del domingo 26 de agosto es una decisión personal que se debe respetar; ojalá, por su puesto, sea aprovechado este mecanismo de participación ciudadana. Pero, además de participar o abstenerse, debe ser la oportunidad para reflexionar acerca de las conductas individuales frente a la honradez, a los principios éticos, al proceder diario, qué tanto trasgredimos las normas, qué tanto somos responsables directos e indirectos de ese cáncer que carcome los cimientos de la sociedad en su conjunto.

La corrupción está en todos los contextos, no solamente en los ámbitos administrativo y político, que también el ciudadano ha ayudado a corromper y lo sigue haciendo, a fin de lograr beneficios personales de manera ilegal, tramposa, a través de coimas a funcionarios públicos, de la compraventa del voto, porque igual de corrupto es el que compra conciencias como el que vende la suya.

Independientemente de si la consulta anticorrupción logrará el cometido que buscan los siete puntos por los que se estableció se debe votar, esta no curará la grave enfermedad que hizo metástasis en el organismo nacional, si cada uno de nosotros no cambia su proceder, su conducta en el día a día, no coge atajos, no usa la trampa, cumple con su deber en el trabajo, con la familia, actúa de manera clara y transparente en todos sus actos, respeta normas de convivencia, no se aprovecha de las entidades del Estado para su beneficio o el de sus allegados.

A propósito de la consulta anticorrupción, vemos por estos días en la redes sociales y en medios de comunicación, a muchos fariseos darse golpes de pecho mostrándose enemigos de la corrupción, cuando es sabido, incluso, de sus prácticas non santas. Es respetable y válido que la gente invite a votar por esta consulta, pero lo que resulta irrespetuoso es la publicación de ‘memes’ y reggaetones, en los que participan algunos reconocidos mercaderes de votos, que se han usufructuado del Estado de diversas formas, de la cosa pública, dando ahora lecciones de decencia.

Al parecer la consulta anticorrupción se ha “puesto de moda” para tratar de mostrar honorabilidad de manera farisea, señalando la corrupción del vecino y no la propia. Ese proceder es inmoral. Además, se está desnaturalizando esta iniciativa democrática a través de la polarización, pues supuestamente el que no votará siete veces sí es un corrupto, en cambio el que piensa votar es pulquérrimo. Para la muestra este botón: “¿Cómo identificar a un corrupto? Demasiado fácil, se opone a la consulta anticorrupción”, reza uno de esos memes.

La corrupción se ayuda a combatir de muchas maneras, pero esa trascendental responsabilidad como ciudadanos comienza por uno mismo. Es como la caridad, que debe empezar por casa.

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