Clara Adrada, la odontóloga salvadora de dientes desahuciados

Por en noviembre 25, 2018

Abanderada en Colombia de las técnicas de microcirugía endodóntica y reimplante intencional bajo microscopio.

Por Aura Isabel Olano

Clara Adrada, odontóloga endodoncista payanesa, es una  de las pioneras en Colombia en el manejo del
Microscopio, que introdujo hace 17 años a su práctica profesional, el cual le ha permito salvar muchas piezas dentales desahuciadas por colegas suyos. Extraer dientes, tratarlos y reimplantarlos, es otra de sus técnicas que, aunque milenaria, parece mágica.

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A la precisión de trabajar bajo microscopio, de su permanente estudio, investigación y mejoramiento de técnicas, como el reimplante intencional, se suman su delicadeza y habilidad manual, innatas en ella, pero potencializadas con esta tecnología, lo que hace que sus procedimientos sean reconocidos, en especial en el ámbito internacional, puesto que es invitada como conferencista a importantes congresos, como el más reciente, el Dental del Caribe, que es uno de los más grandes en América Latina y Centroamérica, en el que participaron más de 15 expositores de diferentes lugares del mundo.

Una de las pasiones de esta egresada de la universidad Autónoma de Manizales, con posgrado en la Universidad del Bosque, diplomada en microcirugía endodóntica en esa misma institución, es la docencia, pero a falta de facultades de odontología en Popayán, ha organizado congresos de actualización.

Sobre su técnica en cuanto al reimplante intencional, de su experiencia con el uso del microscopio, aparato que se introdujo en Estados Unidos en los años 90, y la importancia de este equipo en la Endodoncia, de su interés por la investigación y actualización permanentes, que le han permitido publicar varios artículos en revistas, especialmente virtuales, de su habilidad manual, sobre la aplicación de botox y ácido Hialurónico en la odontología, este portal dialogó con la endodoncista Clara Agrada, dedicada a salvar dientes para que sus pacientes lleguen a la vejez con dentadura natural.

Foto 1 con paciente MicroscopioClara Adrada, odontóloga endodoncista, es pionera en Colombia en el manejo del Microscopio, que introdujo hace 17 años a su práctica profesional.

L.C. Como odontóloga, ¿es usted una de las pioneras en Colombia en el uso de microscopio en su consulta?
C.A. Sí, y en Popayán soy la única en reimplante intencional. Desde pequeña me gustaba ir a la vanguardia. Cuando me gradué de endodoncista, supe de odontólogos pioneros en el uso del microscopio en Italia y Estados Unidos. Unidos. el primer entrenamiento que hubo en Colombia sobre el uso del microscopio en la Universidad de El Bosque y lo incorporé, siendo una de las primeras en el uso de este equipo.

En esa época nadie creía en el microscopio, no se sabía todo lo que se podía lograr con ese aparato, pero me arriesgué. Siempre se ha dicho que la endodoncia es una ciencia que se trabaja a oscuras, a ciegas, y el microscopio simplemente le da visión aumentada a algo que no se veía. Sin tener experiencia en esa época, pienso que tomé la mejor decisión porque sabía que una de las grandes limitaciones de la endodoncia era que no se podía ver sobre lo que se estaba trabajando, prácticamente era al tacto, como los ciegos con la ayuda del bastón, esa era la endodoncia.

Aparte de hacer el entrenamiento, adquirí el equipo, importado de Estados Unidos, en esa época no había distribuidores en Colombia, entonces tuve que hacer un esfuerzo, pues era demasiado costoso, esa es una limitación para que otros endodoncistas se animen a utilizar el microscopio.

L.C. ¿Cuándo comenzó a incursionar con un equipo que poco se conocía en Colombia?
C.A. Empecé hace 17 años, me entrené en la técnica de microcirugía endodóntica en Suiza, en el 2008 estuve Tlaxcala, México, y he continuado estudiando de manera permanente y adquiriendo nuevas tecnologías. Estudiar es mi pasión, por eso me voy fuera del país, y cada vez que lo hago, traigo insumos y materiales que no llegan a Colombia. Hace tres años comencé a usar Biodentina, un cemento muy promisorio para sanar dientes, que solo hace unos meses lo comenzaron a vender en Colombia. La consecución en el exterior de materiales también es mi pasión para mejorar y pulir los tratamientos, porque en Colombia es difícil estar a la vanguardia en este campo. Pero si hay odontólogos apasionados, como muchos en el país, y nos esforzamos por conseguir lo que existe en el ámbito mundial, subimos el nivel de los tratamientos.

L.C. ¿Cuáles han sido los resultados de trabajar bajo microscopio?
C.A. Los pacientes que he tenido han confiado mucho en mí. Me dicen, si usted lo cree, hágalo. Los resultados de los tratamientos son excelentes. Como son técnicas no comunes, siempre les he pedido a mis pacientes que me permitan hacerles seguimiento y control. Con el tiempo ellos empezaron a ver que sus dientes se mantenían fuertes en boca, como si no hubieran tenido una enfermedad.

Foto 2 reimplanteEl reimplante intencional consiste en extraer el diente, fuera de la boca la doctora Adrada lo trata, cuando lo cura lo vuelve a ubicar en su lugar.

L.C. Usted emplea la técnica de reimplante intencional, ¿en qué consiste?
C.A. Es una técnica muy antigua. Cuando los dientes con infecciones están en un sitio al que no se puede acceder a través de cirugía, debido a limitaciones anatómicas, especialmente los segundos molares por encontrarse muy atrás, lo que impide erradicar la infección de originen endodóntico, el diente queda desahuciado, entonces para evitar la extracción se hace el reimplante intencional. En mi caso, extraigo el diente de la boca, lo pongo en mi mano y busco la causa del fracaso que ha originado la infección y la trato. Ya sano el diente lo reimplanto en boca.

L.C. ¿Cómo hace para que permanezca en boca, luego de haberlo extraído?

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C.A. Existen algunas recomendaciones para que esto pueda funcionar. Esta técnica se comenzó a aplicar en el siglo XV y tenía muchas limitaciones, pero a medida que pasó el tiempo, algunos endodoncistas la fueron perfeccionando, pero no tuvo mucha acogida porque para realizarla se necesita mucha habilidad, pues se requiere extraer el diente sin impactarlo, luego se trata, se cura y se reimplanta, lo que no es fácil, porque el tiempo extra oral debe ser muy corto. Este procedimiento lo hago en ocho minutos con el diente por fuera de la boca, pero la literatura dice que se puede tener durante 30 minutos.

Sin embargo, entre menor sea el tiempo, el resultado será más exitoso, porque cuando se saca el diente, en él quedan adheridas las células de ligamento periodontal, que son las que permiten la inserción de nuevo al sitio, por lo que deben permanecer el menor tiempo por fuera de la boca para que no mueran. Cuando se vuelve a colocar el diente, esas células se reconectan y al mantenerlas vivas, mientras se hace el procedimiento, se deben hidratar para que no se mueran. Con este procedimiento nunca he tenido un fracaso de causa endodóntica de reimplante intencional.

L.C. Usted ha publicado sus casos, ¿desde cuándo comenzó a divulgarlos?
C.A. Cuando estuve segura de que lo que estaba haciendo con el tiempo arrojaba resultados positivos, empecé a publicar, por eso me demoré varios años en divulgar mis casos, mientras hacía seguimiento a mis pacientes. El primer caso llevaba 15 años con diente en boca; otros 13, 12 años, etc. Mejorando y aplicando la técnica de reimplante intencional, llevo 15 años y 17 años haciendo microcirugía.
Una de las intenciones de publicar mi experiencia, es que tanto los odontólogos que no son especialistas en endodoncia y los mismos pacientes se den cuenta de que hay diferentes opciones para salvar los dientes y que sí se puede. Que salvar un diente es pensar en los mejores intereses para el paciente.

Foto 3 PresentaciónLa odontóloga payanesa, comparte sus conocimientos a otros endodoncistas nacionales e internacionales. En la gráfica, en una de sus conferencias.

L.C. ¿Es fácil hacerle seguimiento a sus pacientes reimplantados para tener la certeza del procedimiento?
C.A. Esa es una de las ventajas de ejercer en Popayán, pues a diferencia de colegas conferencistas de otros países, puedo mostrar controles a 15 años, porque se facilita en una ciudad pequeña, en donde es más fácil contactar a los pacientes reimplantados y hacerles seguimiento, incluso los encuentro en la calle y les recuerdo. Gracias a que los pacientes me lo permiten, puedo publicar esos casos, porque si se sienten bien con su diente, podrían no volver a controles, pero con esa cooperación he podido tener las evidencias que son importantes dentro de la investigación.

Creo que el progreso lo hacemos todos, en especial los pacientes que me permiten desarrollar y mejorar las técnicas y hacerles seguimiento para verificar que a lo largo del tiempo los procedimientos han sido exitosos, es un aporte a la academia.

L.C. ¿Qué le produce cuando dicta conferencias en congresos internacionales y anuncian que procede de Popayán, Colombia?
C.A. Emoción. En el último congreso de Puerto Rico, uno de mis grandes objetivos también fue mostrar mi país y a Popayán, nadie conocía mi ciudad, pero les gustó. Muy linda tu ciudad, nos gustaría visitarla”, me decían. Yo amo a Popayán.

L.C. Si se hubieran aplicado estas técnicas en el país, ¿cuántos dientes se hubieran salvado y cuántos puentes e implantes se habrían dejado de poner?
C.A. Millones de pacientes tendrían sus dientes naturales. Artículos publicados en Estados Unidos, que dicen que si un mayor número de endodoncistas estuvieran entrenados en técnicas modernas, menor número de dientes se perderían, pero la mayoría de estos especialistas están entrenados solo para hacer tratamientos de conductos, que es una forma, de pronto la más básica de salvar dientes. Cuando los dientes están muy comprometidos, necesariamente deben ir a microcirugía endodóntica o a reimplante intencional, pero en estas dos técnicas hay menor número de especialistas entrenados, por lo que se están perdiendo muchos dientes. También porque importa mucho el dinero, en el mundo se empezó la tendencia de extraer dientes, porque a las casas comerciales que manejan los implantes les queda mucho dinero.

Foto 4 ConferenciaHace unos días la doctora Adrada entrenó a endodoncistas en Quito, Ecuador. También dictó conferencias en Ibarra, Cuenca y Loja.

L.C. ¿Qué es más costoso, el reimplante intencional o los implantes?
C.A. Hay implantes de todos los precios, pero los de buena calidad son muy costosos. De hecho, las técnicas de endodoncia para salvar dientes son más económicas que un buen implante dental, cuando debería ser más caro salvar un diente que poner un aditamento artificial, irónicamente es lo contrario.

L.C. ¿Qué debe hacer un paciente reimplantado?
C.A. Dieta blanda por 8 días, en algunos pacientes pongo una férula para inmovilizar el diente, en otros no hay necesidad. El cuerpo humano es maravilloso, he aprendido a apreciarlo, todo encaja perfecto. Cuando coloco el diente, el alveolo lo atrae. Los pacientes quedan sin dolor.

L.C. ¿Por qué su cruzada por mantener los dientes naturales?
C.A. No es un capricho insistir en que se mantengan por siempre los dientes naturales. La boca es una parte del cuerpo humano, a través de la cual nos nutrimos. Según artículos científicos, los disturbios metabólicos son causados por una mala masticación, que en la mayoría de los casos se da a partir de prótesis totales, aditamentos artificiales o pacientes con mala mordida. Cuando no se mastican bien los alimentos, el primer afectado es el estómago, el paciente comienza a sufrir de reflujo y gastritis, que a repetición por largos periodos de tiempo pueden ser una de las causas y orígenes de cáncer de estómago: todo entra por la boca. Si las personas llegan a la vejez con todos sus dientes, van a tener mejor nutrición y se defenderán de enfermedades que afectan en esa etapa de la vida.

L.C. ¿Su habilidad manual es heredada?
C.A. Mi papá, Arturo Adrada, médico cirujano, tiene gran habilidad manual, además de ser un gran estudioso y muy estricto. Desde pequeña me llevaba a las cirugías y cuando tenía 16 años, ya en la universidad, hice suturas supervisadas por él.
Tengo mucha habilidad manual que además he ido perfeccionando al usar microscopio, lo que obliga a desarrollar motricidad fina, puesto que se trabaja sobre un campo grande y mis movimientos tienen que ser muy suaves.

L.C. Usted es experta en aplicar botox y ácido Hialurónico, ¿qué relación tienen estas sustancias con la odontología?
C.A. El botox se comenzó a usar en odontología para tratar el bruxismo, que es una de las patologías que se encuentran en boca. A nivel mundial, como en Estados Unidos, el botox y el ácido Hialurónico se están enseñando como materia en facultades de odontología en algunos estados. Los odontólogos, además de tratar el bruxismo, también lo están haciendo en estética facial, que es la sonrisa, de la que forman parte los labios que se proyectan en la cara de acuerdo con la posición de los dientes, y nadie mejor que el odontólogo para diseñar la sonrisa. En Brasilia, Brasil, odontólogos publicaron un libro sobre botox y ácido Hialurónico, procedimientos que tienen mucho auge.

L.C. ¿Usted se entrenó para aplicar estas sustancias?
C.A. Sí, en la Universidad Javeriana me entrené en la aplicación de botox y ácido Hialurónico, también en Argentina. Estos tratamientos estéticos requieren motricidad fina, la que los odontólogos desarrollamos, además estudiamos cabeza y cuello, musculatura e inervación, conocimientos que se necesitan para aplicar estas sustancias, pero lo más importante es el entrenamiento, yo lo hice con cirujanos plásticos, maxilofaciales, dermatólogos, incluso con odontólogos, o sea, con un equipo multidisciplinario.

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