Avances que dejó el COVID-19 para mejorar el diagnóstico molecular de enfermedades infecciosas
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En Colombia se mejoró la equidad en el acceso a pruebas y aumentó la eficiencia en la respuesta sanitaria.
La pandemia de COVID-19 impulsó a países como Colombia a fortalecer su capacidad de detección de enfermedades infecciosas, mediante la adecuación de laboratorios de biología molecular y la aplicación de técnicas avanzadas en esta área. De esta necesidad surgió una valiosa oportunidad de mejora: la creación de un repositorio de acceso público que centralice y permita consultar información actualizada sobre los laboratorios autorizados para el diagnóstico molecular de patógenos humanos en el país.
Un estudio del Centro de Investigaciones en Microbiología y Biotecnología-UR (Cimbiur) de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, que evaluó la capacidad de Colombia para realizar pruebas moleculares de diagnóstico para agentes infecciosos, indica que la creación de este repositorio de acceso público contribuiría a una mayor transparencia, coordinación y al fortalecimiento de una red de laboratorios a nivel nacional, ya que actualmente el país carece de esta herramienta.
“Si bien en el estudio se identificaron 311 laboratorios distribuidos en todo el país, con una mayor concentración en Bogotá y Valle del Cauca, sin embargo, esta distribución en áreas urbanas contrasta con la escasez de opciones de diagnóstico en zonas rurales, lo que evidencia una inequidad en el acceso a estos servicios”, dijo Milena Camargo, investigadora del Cimbiur de la Universidad del Rosario.
Resalta Camargo que “a pesar de los avances en diagnóstico molecular, la cobertura en zonas rurales sigue siendo insuficiente, afectando la equidad en el acceso a pruebas diagnósticas para enfermedades infecciosas relevantes en salud pública. Esta brecha en servicios plantea la necesidad de desarrollar estrategias como laboratorios móviles y capacitación de personal local, medidas que permitirían ampliar el alcance de las pruebas moleculares en todo el país”.
De los 311 laboratorios que se identificaron, el 65 % son privados, 21 % públicos y 14 % están afiliados a instituciones académicas. “Nuestro análisis resalta áreas clave para el fortalecimiento de los laboratorios de testeo molecular, como infraestructura (26,2 %), calidad y documentación (16,7 %), bioseguridad (14,3 %) y talento humano (10,7 %), abriendo oportunidades para optimizar su capacidad y garantizar una respuesta más eficiente ante futuras emergencias de salud pública”, agregó la investigadora.
Este estudio titulado “Agora: Alianza para la Generación de Evidencia sobre COVID-19, su respuesta y lecciones aprendidas para la pospandemia y futuras epidemias”, fue financiado por Minciencias y liderado por la investigadora Zulma Cucunubá, de la Pontificia Universidad Javeriana. En esta investigación la Universidad del Rosario lidera el componente de testeo molecular, con los científicos Milena Camargo, Marina Muñoz, Luz Helena Patiño y Juan David Ramírez.
Garantizar la sostenibilidad de los laboratorios estatales
El análisis de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, señala que hay desafíos importantes en términos de infraestructura y gestión, especialmente en los laboratorios estatales.
Explica Camargo que, “muchos laboratorios, especialmente los públicos, carecen de directrices estandarizadas y afrontan dificultades para los procesos de contratación que aseguren la continuidad del personal calificado y la gestión de residuos, aspectos críticos que impactan su operatividad. A esto se suma la necesidad de ampliar el portafolio de servicios de los laboratorios para incluir más pruebas moleculares, lo cual fortalecería su competitividad y sostenibilidad”.
El marco regulatorio colombiano, que incluye la Resolución 1619 de 2015 y el Decreto 780 de 2016, sienta las bases para garantizar la calidad en los laboratorios, pero es necesario revisar y actualizar estas normativas para incluir guías específicas que regulen las pruebas moleculares. Estas guías deberían abordar aspectos clave como la validación de métodos, los estándares para el manejo de muestras y las medidas de bioseguridad, fortaleciendo así la capacidad de diagnóstico molecular del país.
“La pandemia de COVID-19, por su parte, aceleró el fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico molecular y promovió la colaboración interinstitucional, impulsando así una infraestructura y el talento humano que hoy representa un recurso clave para responder a futuras emergencias sanitarias”, resaltó la investigadora de la Universidad del Rosario.
En este contexto, se concluye que la capacitación del talento humano en pruebas moleculares, fomentada por la pandemia, ha reforzado significativamente la capacidad técnica de los laboratorios. No obstante, para maximizar el impacto de esta mejora, es fundamental implementar políticas de gestión y contratación que aseguren la continuidad del personal calificado, especialmente en el sector público, donde estos recursos son vitales para la sostenibilidad y calidad del servicio.
Acceso justo a los servicios de diagnóstico molecular
Los resultados obtenidos en la investigación destacan la importancia de garantizar la sostenibilidad de los laboratorios por medio de políticas que aseguren un acceso equitativo y continuo a pruebas moleculares, junto con la adopción de tecnologías avanzadas.
“Estos esfuerzos optimizarían los recursos y promoverían acceso más justo a los servicios de diagnóstico molecular en toda Colombia, fortaleciendo la salud pública y mejorando la respuesta ante enfermedades de interés epidemiológico”, dijo Camargo.
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