Aumentan casos de cáncer de seno en Popayán
El cirujano y mastólogo, profesor de Ciencias de la Salud de la Universidad del Cauca, Hernando Romero, alerta sobre el aumento de casos de cáncer de seno en Popayán y el Cauca.
El aumento del cáncer de seno se ha convertido en una tendencia casi mundial. En Europa, Estados Unidos, México y en todos los países latinoamericanos la incidencia es muy alta, señaló el destacado cirujano general y mastólogo, Hernando Romero.
Según él, escapan a esa propensión los países africanos, debido a que son pueblos menos contaminados y han preservado su ancestral estilo de alimentación, más sano que en los países con mayor nivel de desarrollo y de acceso a alimentos muy elaborados.
En cuanto a Colombia, dijo que al alrededor del 32% de los casos nuevos de cáncer de seno están apareciendo en mujeres menores de 50 años. Con relación a Popayán y al Cauca, se mostró aún más preocupado porque en los últimos dos años se ha incrementado esta grave patología, situación que calificó de alarmante, porque además se está presentando en mujeres menores de 40 años.
Para hablar sobre la prevención y los riesgos del cáncer del seno, así como de los mitos que existen alrededor de esta enfermedad que afecta la salud pública, en particular del Cauca, Lacampana.com entrevistó al doctor Hernando Romero, especialista en enfermedades del seno, del hospital de Cruces, de Bilbao, España, y con especialización base en epidemiología clínica. Como cirujano general y del seno está vinculado desde hace muchos años al Hospital Universitario San José y a la Clínica La Estancia de Popayán.
L.C. ¿Qué factores están incidiendo en el aumento de casos de cáncer?
H.R. No se ha establecido un factor en especial. La única causa concreta desde el punto de vista del porqué aparece un cáncer de seno, es la herencia. Pero también es claro para nosotros que situaciones que tienen que ver con el aspecto genético, apenas están alrededor de un 5%. El 95% de las lesiones malignas del seno se catalogan como esporádicas, en donde no hay un factor etiológico conocido.
En el Cauca, y específicamente en Popayán, hemos observado un incremento muy importante en la incidencia de este cáncer.
En una publicación de la Asociación Colombiana de Mastología, se incluyó un trabajo para el que se recolectó toda la información de los casos nuevos de cáncer del seno en el país, en la que es claro no solo que la tendencia va en aumento, sino que en Colombia crece el porcentaje en mujeres jóvenes.
En el ámbito nacional, la edad está por debajo de los 50 años, y en el Cauca, son menores de 40 años. Esta es una alerta porque las campañas de prevención y de detección temprana no incluyen de forma precisa el grupo de mujeres en ese rango de edad en Colombia.
L.C. Ante la evidencia de la publicación, ¿qué se debe hacer?
H.R. Los entes de salud deberán tener en cuenta esa publicación, porque muy seguramente va a cambiar un poco las normas de detección temprana que están vigentes en Colombia y que consideran casi siempre a las mujeres mayores de 50 años. Desde hace unos cuatro años, el Instituto Nacional de Cancerología, intentando cambiar esas normas, permite que a las mujeres mayores de 40 años que llegan a nuestras consultas, les hagamos un diagnóstico temprano de la enfermedad, con el uso de la mamografía y ecografía. A eso se le ha llamado el tamizaje de oportunidad, pero solo se benefician de ello las mujeres que van a consulta médica. Hay un amplio rango de la población que no consulta por un problema del seno, todavía no tiene la posibilidad de llegar a un diagnóstico temprano de la enfermedad.
L.C. ¿Cómo protege la Ley a la mujer en cuanto a los tratamientos?
H. R. Tenemos muchos problemas con los retrasos en cuanto a las autorizaciones para los métodos diagnósticos y los tratamientos. Hay un trabajo serio publicado en Bogotá, que analiza a varias instituciones de salud con respecto a las demoras en la atención a la mujer, no solo cuando se solicitan métodos diagnósticos, sino las órdenes de tratamiento. Es alarmante que aun en la capital del país los retrasos sean de meses e incluso de años. Si eso se ve en Bogotá, ya nos podemos imaginar qué está pasando en la provincia. Es terrible el retraso para las mujeres con cáncer de mama.
L.C. ¿Cómo se puede prevenir el cáncer de seno?
H.R. En ese sentido la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha establecido unas pautas que estamos intentando compartir con las mujeres. Estas tienen que ver con tres aspectos específicos: hábitos de vida saludable, dieta balanceada e incremento del deporte. Para nosotros es claro que la mujer que hace deporte, como lo establece la OMS, siquiera tres veces en semana, posiblemente tenga menos riesgo de padecer no solo cáncer de seno, sino cáncer en otros sitios del organismo. También se evitan enfermedades cardiovasculares. La dieta debe ser balanceada, con abundantes vegetales, legumbres y frutas, disminuir el consumo de alimentos con muchos preservantes, pues se conoce que generan cambios que pueden dar origen a un cáncer. También se deben eliminar el cigarrillo y el alcohol, porque son nocivos para la salud. La OMS ha establecido unas pautas en ese sentido, porque lo que vemos es que la incidencia de lesiones malignas, no sólo en el seno sino en otros órganos como el colón y el pulmón, se ha incrementado también.
L.C. La detección temprana del cáncer salva vidas. ¿Cómo se debe hacer?
H.R. La detección temprana del cáncer de seno se ha basado tradicionalmente en tres pilares: el autoexamen del seno, la mamografía y la ecografía mamaria. Lastimosamente, está demostrado en los trabajos científicos que no mejora la supervivencia de la mujer cuando se le hace un diagnóstico de cáncer de seno, mediante el autoexamen mamario. Eso tiene una explicación. Para que la mujer se detecte un cáncer de seno en un autoexamen mamario, el volumen de la lesión debe ser ya de suficiente importancia para que ella sea capaz de descubrirlo. Quiere decir, que ya han transcurrido algunos años con la enfermedad, por eso no es de los métodos más aconsejados. Hay que hacer diagnósticos en una fase más temprana, porque nos llegan casos supremamente avanzados. En ese sentido puede ser beneficioso para la mujer continuar con el autoexamen mamario. Sin embargo, la mamografía es hasta ahora el método de diagnóstico precoz que tiene el aval científico, así sepamos que este examen en grupos poblacionales, entre los 40 y los 50 años, tiene muchas limitaciones, por cuanto el seno de la mujer en esa etapa de la vida, con el estímulo hormonal, es mucho más denso en la mamografía. Por eso, a veces se escapan los diagnósticos de cáncer de seno, específicamente para ese grupo de edad, en esos casos el apoyo de la ecografía es muy importante. La ecografía en grupos de mujeres en edad temprana, entre los 30 y los 50 años es un soporte fundamental en la detección de la enfermedad. Si se espera a que aparezcan síntomas, seguramente la enfermedad habrá tenido un avance significativo, entonces hay que procurar que a las mujeres asintomáticas se les tome una ecografía, y a las jóvenes o a partir de los 40 años, una mamografía y una ecografía, que son los métodos que nos permiten tener un diagnóstico temprano de la enfermedad.
L.C.¿Cómo lograr que se ordenen a más temprana edad las mamografías y ecografías?
H.R. Este panorama lo puede cambiar la Ley Sandra Ceballos, que tiene en cuenta a los grupos poblacionales que estaban excluidos, no sólo para hacer los diagnósticos en una fase más temprana, sino también para proporcionarle a la mujer argumentos para que pueda acceder a tratamientos en forma oportuna. En ese sentido la Ley Sandra Ceballos cambiará el manejo de las pacientes con cáncer de seno en el país.
L.C. Desde el momento en que se conoce una lesión, hasta que se produce metástasis, ¿cuánto tiempo puede transcurrir?
H.R. Cuando un cáncer de seno es sintomático, ya tiene un curso que puede estar alrededor de los 6, 8 o 10 años. De ahí en adelante, en la medida en que la lesión se hace invasiva, en cualquier momento puede hacer metástasis en algunos de los órganos. La diferencia se establece cuando una lesión está apenas comenzando, que llamamos in situ, a cuando ya se hace invasora. En ese momento se considera que tiene capacidad para que una célula tumoral migre a cualquier parte del organismo y haga una siembra metastásica o tumoral. Es posible que las lesiones in situ lleven mucho menos tiempo que las invasoras. Para que una lesión sea detectable en una mamografía, debe tener un cierto volumen tumoral que puede ser de 1, 2 o 3 milímetros, eso implica tiempo en el desarrollo de la enfermedad.
L.C. Hay mitos alrededor del cáncer de seno, por ejemplo, que no se debe usar desodorante antitranspirante ni tomar anticonceptivos. ¿Qué hay de cierto?
H.R. No existe un trabajo científico que demuestre que el uso de desodorantes antitranspirantes, o que los brasieres con varillas, que muchas veces mencionan en la consulta, pueden tener alguna relación, o que los anticonceptivos tengan que ver con el desarrollo del cáncer de seno. Una de las creencias que hay entre la gente, es que el dolor mamario es un síntoma del cáncer de seno. Es lo contrario, las lesiones que no duelen en el seno, y esto es un llamado de atención para las mujeres, es a las que hay que ponerles mucha más atención. La lesión que no duele nos está alertando sobre la posibilidad de que puede haber algo maligno.
Con respecto al manejo de las terapias de reemplazo hormonal, cuando éstas se realizaban con seguimiento médico, pero sin seguimiento mamográfico a la paciente y, sobre todo, por un período muy largo, mayor a cinco años, las mujeres que hacían uso de ellas, tenían alto riesgo de desarrollar un cáncer de seno. En la medida en que esa tendencia cambió, los casos nuevos de cáncer de seno que se originaron en las terapias de reemplazo hormonal, también han disminuido en forma notoria. La mujer que tiene una historia familiar de cáncer de seno, a la parte genética se le estaría sumando un estímulo hormonal, que puede generar un mayor riesgo para el desarrollo de esta enfermedad.
Otro aspecto que vale la pena mencionar, son los cambios quísticos en el seno, muy comunes, que no generan riesgo de cáncer, pero las mujeres los asocian con esta enfermedad. Científicamente no está demostrado que eso sea así. A veces nos llenamos en la consulta de estos casos y la labor del médico es tranquilizar a la paciente y ordenar los exámenes para cada situación.
L.C. ¿Cómo es el nuevo reemplazo hormonal?
H.R. La tendencia entre los ginecólogos es hacia la utilización de métodos alternativos, como el uso de los compuestos de soya, las isoflavonas, que si bien no mejoran el 100% a las mujeres que los utilizan, si merman mucho las molestias de la menopausia. Hay otros compuestos como los estrógenos sintéticos que tienen un poco menos de riesgo que los estrógenos equinos conjugados, que son los que habitualmente se utilizan. Igualmente, el uso de los estrógenos en dosis menores en pacientes seleccionadas, a las cuales se les puede hacer un seguimiento en forma más concienzuda. Esas son las propuestas que tienen ahora los ginecólogos para las terapias de reemplazo hormonal.
L.C. ¿Las prótesis mamarias ofrecen algún riesgo?
H.R. No. Ha habido un boom con respecto a las prótesis P&P que salieron de mala calidad, entonces presentaron rupturas y hubo necesidad de cambiarlas. Las prótesis convencionales que se utilizan en nuestro medio, no generan riesgo en la salud de la mujer, estudios científicos serios no arrojan elementos en ese sentido. Si eso fuera así, en Estados Unidos, en donde hay tanto control desde el punto de vista de la salud, ya estarían fuera del mercado.
L.C. ¿Qué alternativas reconstructivas de los senos hay?
H.R. Desde el punto de vista reconstructivo, cuando se ha tenido un cáncer de seno, hay la posibilidad de utilizar el mismo tejido de la paciente, lo que permite minimizar algunas situaciones. También existe la alternativa de hacer uso de las prótesis y combinar con los tejidos propios. En Popayán estos procedimientos se adelantan con éxito. Hay un grupo de cirujanos plásticos muy competente, en el cual nos apoyamos en el aspecto reconstructivo, no sólo en la fase inmediata al posoperatorio, sino en una etapa más tardía. Tenemos una especie de comunión con ellos y hemos logrado avanzar en la parte reconstructiva, con procedimientos que no se hacían en Popayán 5 o 10 años atrás y ahora son comunes.
Finalmente, el doctor Hernando Romero hizo un llamado a las mujeres de Popayán y del Cauca para que, entre los 20 y los 30 años se hagan un autoexamen mensual y acudan a una consulta médica, por lo menos cada tres años. Entre los 30 y los 40 años se practiquen el autoexamen mensual y una evaluación clínica de los senos, por lo menos una vez al año, y a partir de los 40 años adicionen al autoexamen mensual y a la evaluación clínica anual, la mamografía y la ecografía como métodos para tener un diagnóstico más temprano. Esta es la propuesta, dijo, de la Sociedad Americana de Cáncer, la que calificó de racional.
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