Andamios y granadilla de Quijos, preludio de la Semana Santa en Popayán
Hacen parte de la simbología de la celebración más importante de la Ciudad Blanca de Colombia.
Pie de foto: Enlucimiento de fachadas del sector histórico, previo a la Semana Santa.
Blanquear las fachadas de las edificaciones ubicadas en el sector antiguo de Popayán, es una tradición estética que se remonta a la época en que comenzaron a desfilar las procesiones, que nacieron con la ciudad, sus orígenes se remontan a 1556.
En esa época el civismo y el ornato se impusieron como norma para darle todo el realce a la celebración, se dice en el libro Procesiones de Popayán Arte y Tradición. Era una especie de mandato municipal que ordenaba el enlucimiento de la ciudad. En documento fechado el 29 de marzo de 1675 que reposa en el Archivo Histórico de la Universidad del Cauca, el maestro de Campo don Miguel García, gobernador y capitán general de las provincias y Gobernación de Popayán, ‘ordena que todas las personas, vecinos y moradores, limpien cada cual la parte que le pertenece y de la calle y solar, dejándolas buenas y tratables como es notorio, atendiendo a que el presente tiempo es cercano a la Semana Santa y que las procesiones de ella han de andar por las calles…” La pena establecida para quien incumpliera esa disposición era de cuatro patacones, suma que se destinaba para la cera del Monumento.
Las apetecidas granadillas de quijos, forman parte de la simbología semanasantera. Solo por esta época se ven en las calles de Popayán.
La esencia de esa orden de antaño se mantiene hasta nuestros días, a través del Decreto de enlucimiento que emite la Alcaldía de Popayán, previo a la Semana Mayor. Incluso, antes de que se profiera, se comienzan a ver andamios y pintores de brocha gorda, blanqueando fachadas para tener listo el sector histórico, que luce balcones con plantas florecidas. De esa manera también se mantiene y protege el patrimonio.
Después de 35 años de ocurrido el terremoto de Popayán, ese Jueves Santo de 1983, aún existen vestigios de esa tragedia. Antiguas casonas, de las que quedaron algunas paredes en pie y cuyo interior se desinó a parqueaderos. Esas torcidas fachadas también se someten a la cal y al hisopo.
Frente a la sede de la Gobernación del Cauca, por estos días se arma la gradería para apreciar las procesiones nocturnas de Popayán.
En medio de esa laboriosa tradicional de enlucimiento de la arquitectura payanesa, se comienza a percibir el perfumado olor de las granadillas de Quijos, esa deliciosa Passiflora, que da su fruto solo en época de Semana Santa, especialmente en las poblaciones caucanas, cercanas a Popayán, Timbío y El Tambo. Los más creyentes dicen que en su interior se ve perfectamente la corona de espinas que le pusieron a Cristo. Las familias payanesas consumen en cantidad esta fruta exótica que forma parte de la simbología semanasantera.
Instalación de graderías
Entre las labores de estos días, se observa frente al edificio de la Gobernación del Cauca, en el parque de Francisco José de Caldas, la instalación de graderías cubiertas para que los asistentes a las procesiones puedan admirarlas de manera cómoda, a partir del Lunes Santo, cuando desfilará por segundo año consecutivo la Procesión de La Eucaristía.
Aún hay vestigios del terremoto de 1983, esas edificaciones en mal estado, también se someten a la cal y al hisopo.
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