Alza en las tarifas del gas: una consecuencia de la crisis que atraviesa el sector

Por en febrero 26, 2025

El combustible es insuficiente para cubrir la demanda interna en 2025 obligando a importarlo.

Entre 2022 y 2023, las reservas probadas de gas en Colombia disminuyeron un 17,75%, pasando de 7,2 a 6,1 años de autosuficiencia, continuando la tendencia a la baja desde 2017.

Según ANIF, la producción nacional de gas es insuficiente para cubrir la demanda interna en 2025, lo que ha obligado al país a recurrir a importaciones para evitar un desabastecimiento. El aumento en las tarifas de gas, impulsado por la necesidad de importar gas natural licuado por primera vez en 45 años, afecta tanto a los hogares como a la industria. Igualmente, la crisis de este combustible compromete el acceso a energía asequible para las familias de menores ingresos y eleva los costos de producción de sectores clave, afectando la competitividad del país.

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En los últimos años se ha disminuido la inversión en exploración y se han limitado los incentivos para la perforación de nuevos pozos.

Así mismo, el incremento en las tarifas del servicio de gas, anunciado por Vanti el 5 de febrero anterior, seguido por EPM y otras prestadoras del servicio en distintas regiones del país, es la primera consecuencia directa sobre los consumidores derivada de la crisis que atraviesa el sector, debido a riesgos en el abastecimiento. No obstante, esta no es la primera alerta que se genera al respecto.

Desde hace varios años se ha advertido sobre la disminución de las reservas probadas de petróleo y gas, mientras que la demanda se ha mantenido estable. En mayo de 2024 la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) publicó un informe sobre el estado de las reservas de hidrocarburos, en el que se evidenció una disminución del 17.75% en las reservas probadas de gas entre 2022 y 2023, que pasaron de 7.2 años a 6.1 años con lo que mantienen una tendencia decreciente desde 2017.

A esta situación se suma un factor clave: la falta de exploración y perforación de nuevas fuentes de gas en el país. La reducción de las reservas no es un fenómeno repentino, sino el resultado de decisiones y omisiones en materia de política energética. En los últimos años se ha disminuido la inversión en exploración y se han limitado los incentivos para la perforación de nuevos pozos, lo que ha llevado a que la oferta local de gas no logre responder a la creciente demanda. Este déficit estructural ha derivado en la necesidad de buscar fuentes externas de suministro con las implicaciones económicas que ello implica, en especial para las familias de menores recursos económicos, para el comercio, la industria, la micro y mediana empresa.

En este contexto, se afirma en el análisis de ANIF, que es imperativo que el país no solo reacciones con medidas paliativas como la importación de estos combustibles, sino que adopte decisiones estructurales para garantizar la seguridad energética a largo plazo. De no tomarse medidas oportunas en términos de exploración, desarrollo de nuevas fuentes y optimización del mercado del gas, el problema podría intensificarse en los próximos años con consecuencias aún más profundas para la economía y la sociedad en su conjunto.

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