¿Alpina dejó al sector lechero del Cauca ‘colgado de la brocha’?

Por en abril 29, 2023

Inseguridad, bloqueos de la Panamericana y dificultad de movilidad en el sur del Cauca, le están causando graves perjuicios a la agroindustria regional.   

Por Aura Isabel Olano Correa

Como consecuencia de la disminución de la compra de leche por parte de Alpina, a los productores caucanos, quienes perciben que esa empresa dejará de pasteurizar en Caloto, Cauca, hizo que se pronunciaran dirigentes empresariales del departamento, entre ellos el gerente del Comité de Ganaderos, Hernán Garcés Sandoval y la presidenta de la Cámara de Comercio del Cauca, Ana Fernanda Muñoz Otoya, quienes expresaron su preocupación por las informaciones recibidas.

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La empresa Alpina produjo de inmediato un comunicado, en el que afirmó que “no se iba del Cauca”, que seguía comprando leche, pero no dijo si en mayor o menor cantidad, pues desde hacía un tiempo venía mermando el número de litros, y en otros casos, desde la segunda quincena de marzo de 2023 dejó de recoger este producto en varios hatos, que han tenido que buscar otros compradores, por lo que el pronunciamiento de los dirigentes empresariales no era infundado.

Para conocer qué está pasando con este importante sector en el Cauca, en su mayoría de pequeños productores, el periódico La Campana entrevistó al gerente del Comité de Ganaderos, Hernán Garcés Sandoval, a los productores Edgar Villamarín, de Guachené, quien pertenece a Asoganorca, y a Samuel Guzmán Ayerbe, que expresaron su preocupación por lo que está sucediendo con el sector lácteo. En esta nota se incluye a los dos primeros y, posteriormente, este portal publicará la entrevista con el médico veterinario y zootecnista, especialista en mercadeo estratégico, Samuel Guzmán Ayerbe.

Desde hace años el sector de la leche en el Cauca enfrenta dificultades. En la década de los 80 las invasiones de fincas por parte de comunidades indígenas, diezmaron este sector, pues muchos ganaderos tuvieron que vender a cualquier precio su ganado, en especial el lechero que, en buena parte fue adquirido por finqueros del departamento de Nariño.

La primera pasteurizadora fue Lácteos Puracé, que operó por varios años en Popayán, y al entrar en crisis financiera, sus activos fueron adquiridos en 1996 por Friesland de Colombia, empresa holandesa que operó durante 10 años y luego entró en liquidación. En el 2006 Alpina Productos Alimenticios adquirió, en subasta pública, los bienes de Friesland. 

En el año 2018 Alpina cerró su planta de producción en Popayán y la trasladó a Caloto, norte del Cauca. Los descalabros de las mencionadas empresas, en gran medida se debieron a importación de leche en polvo, crisis económica, bloqueo de la Panamericana por grupos de indígenas para presionar al Gobierno a comprar más tierras, fuera de otras exigencias, lo que ha provocado que varias empresas salgan del Cauca por falta de garantías.  

En el 2018 Alpina cerró su planta de producción en Popayán y la trasladó a Caloto, norte del Cauca, en donde, al parecer, dejará el proceso de pasteurización de leche.

Por el denominado paro nacional del 2021, que afectó gravemente la industria del norte del Cauca, Alpina comenzó a disminuir la compra de leche en el departamento, situación que se agudizó con el derrumbe en enero de 2023 en jurisdicción de Rosas, que taponó la Panamericana, impidiendo el transporte normal de la leche, producto muy perecedero.  

La empresa Alpina con varios de sus productos, en especial jugos y avena, se encuentra afincada en el norte del Cauca, gracias a los beneficios de la Ley Páez, primero, y luego, a los de la zona franca. Debido a bloqueos en la Panamericana, al deslizamiento de tierra sobre esa vía internacional, en Rosas, a la inseguridad que padece el Cauca y a la reforma tributaria, trascendió a la opinión pública que estaba trasladando parte de su operación a otras de sus plantas pasteurizadoras en Caldas y Cundinamarca. Incluso, se conoció un video de un líder sindical que denunciaba el despido de personal no sindicalizado, que pertenecía a la línea de leche.

Ante tal situación, como era obvio, debido a que varias empresas se han ido de este departamento afectando el empleo y la economía regional, los gremios del Cauca prendieron las alarmas. De inmediato, Alpina emitió un comunicado el pasado 15 de abril, y en uno de los apartes dijo: Alpina no cerrará su planta en Cauca y mantendrá la recolección de leche en el departamento. Hubo ajuste en la operación y traslado de líneas, por lo que a los colaboradores de estas líneas que se trasladan se les ofreció la reubicación en otras plantas y sedes, permanecer en la línea que continuará operando en la planta y acuerdos económicos según lo previsto en la ley”. Entonces, algo estaba sucediendo y el temor en el Cauca no era invención de entidades como la Cámara de Comercio y el Comité de Ganaderos.  

Se justificó Alpina, cosa que es verdad, en lo siguiente: “En la última semana el departamento al sur occidente del país ha enfrentado desafíos económicos, sociales y de transporte. El derrumbe en la vía Panamericana, los problemas en orden público y ahora posible consecuencias económicas serían solo algunos de esos puntos”.

Se sabe que es cierta la situación de violencia, de inseguridad, la amenaza constante de bloqueo de la Panamericana, el taponamiento de esta vía internacional al sur del Cauca, y que las empresas aguantan hasta cierto punto, pero no se pueden arriesgar a la quiebra. Sin embargo, la desmentida a las entidades y gremios del departamento, por parte de Alpina, no fue objetiva, puesto que, además de su preocupación, buscan contribuir a la solución.

Leer entre líneas

El portal La Campana le preguntó al gerente del Comité de Ganaderos del Cauca, Hernán Garcés Sandoval, sobre la posición de Alpina en el Cauca y la situación de la ganadería de leche en el departamento.

H.G.S. Tengo entendido que hay un despido de personal no sindicalizado, sobre todo contratistas de la línea de leche. Al parecer, la empresa levantará el proceso de pasteurización. ¿Por qué se cree eso? Porque no hay una comunicación oficial clara por parte de Alpina, se tiene que leer entre líneas el comunicado que publicaron. En la segunda quincena de marzo, llamaron a los productores para decirles que desde esa fecha no se les pagaría la bonificación voluntaria, que es una bonificación que cada empresa otorga, dependiendo de las condiciones del mercado. El pago se hace por la calidad de la leche, con base en la Resolución 17 de diciembre de 2012, la cual dice que se le paga al productor por la calidad higiénica, composicional y sanitaria de la leche, eso más o menos tiene que estar alrededor de los $1.600 a $1.800, que es lo que debe pagar cualquier pasteurizadora. En este momento el precio con bonificaciones estaría alrededor de $ 2.200 a $ 2.400.

L.C. ¿Qué pasa si se le quita a la leche la bonificación voluntaria?

H.G.S. Que no es competitiva en el mercado que tenemos en este momento en el Cauca. Por eso muchos proveedores se cambiaron a otras pasteurizadoras, como Alival, que es la empresa que produce leche San Fernando, o la marca Mr Quick, que tiene unas máquinas y otros procesos a nivel nacional. Por afecto y gratitud a Alpina, algunos no se cambiaron, pero, obviamente, se están viendo perjudicados en 300, 400 y 500 pesos por litro de leche, y lo más seguro es que se cambien.

Edgar Villamarín productor de leche en Guachené, a quien Alpina le dejó de comparar este producto.

L.C. Entonces, ¿Alpina ha reducido la compra de leche en el Cauca?

H.G.S. Sí, eso hizo que Alpina pasara de recolectar más o menos 35 mil litros diarios, a unos 15 mil litros, imagino que cada mes serán menos, con muy poca recolección en el Cauca. Esa es una decisión empresarial ante la cual no tengo ninguna observación, cada quien está en su derecho de tomarlas. Ahora bien, esa determinación afecta socialmente al departamento del Cauca, porque Alpina compra tanto a pequeños como a medianos productores, y lo que más nos preocupa, es el punto en dónde la ponemos, porque conseguimos un socio que nos dejó abandonados, después de haber invertido en los últimos ocho años $ 44 mil millones en la cadena láctea. A los ganaderos nos dijeron que se iba a conformar el conglomerado lácteo del Cauca; obviamente, en el departamento tenemos una vocación de 500 mil hectáreas en ganadería, bien sea de carne o leche, lo que nos genera una gran oportunidad para el desarrollo rural.

L.C. ¿Cuál fue la inversión de esos $ 44 mil millones?

H.G.S. Ese dinero se invirtió con unos objetivos que se cumplieron en su gran mayoría, a excepción de los centros de acopio y las plantas de queso que estaban en el proyecto. También se hizo un proceso con los ganaderos que mejoraron la calidad de la leche, se les hizo renovación, en eso no tengo ningún reparo. Los objetivos que se plantearon es lo que me preocupa, porque con esos $ 44 mil millones hubiéramos podido volver a tener nuestra planta pasteurizadora, en manos de los productores del departamento y no tendríamos el problema de ahora, pero fue una decisión política darle los recursos a la Fundación Alpina. El resultado final no es el mejor, en lugar de vender y comerciar más leche en el sector formal, cada vez nos recogió menos, la empresa compraba entre 55.000 y 60.000 litros, después 35.000, bajó a 30.000 y ahora está casi de salida con la recolección de la leche.

L.C. ¿Esos $44 mil millones fueron de regalías?

H.G.S. Sí, el proyecto fue con recursos del Sistema General de Regalías, con aportes del departamento, municipios y la Fundación Alpina, que creo puso $300 millones. La mayor participación fue del Estado.

L.C. ¿Desde cuándo compra menos leche?

H.G.S. Desde antes de la reciente coyuntura, Alpina comenzó a poner unos topes de compra; por ejemplo, al que producía 1.300 litros le compraba 1.000 litros, así se estaba manejando el proceso. Cuando llevábamos año y medio con unas condiciones macroeconómicas y externas muy complicadas para las pasteurizadoras, Alpina dijo: produzcan todo lo que sea, que yo se lo compro, pero ahora se va. Hay unos casos muy complicados de asociaciones de pequeños productores que aumentaron la compra y la producción y resultaron perjudicadas.

L.C. ¿Los dejaron cargados de la brocha?

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H.G. S. Tal cual, pero de las decisiones de las que te estoy comentando, Alpina no las pasa escrito, sino a través de una llamada o una visita de la persona encargada de las compras. Se les dice, pásemelo por escrito, contestan que no lo harán, es para cuidar la imagen de la empresa. Han sido muy complicados en el manejo de la información; personalmente he sido víctima de eso. Cuando se llevaron la planta de Popayán a Caloto, dieron tres o cuatro versiones, al gobernador le dijeron que la planta de Popayán no cumplía con las condiciones que necesitaban para aumentar la capacidad de compra, que la tenían que llevar a Caloto porque necesitaban comprar más leche. A los lecheros los reunieron y les informaron, que como no habían producido todo lo que necesitaba Alpina, tenían que llevarse la planta. Un ganadero comentó que estaba produciendo 500 litros diarios y que iba a entregar 880 litros, le respondieron que solamente le recibían 500 litros.

A nosotros (Comité de Ganaderos del Cauca), nos informaron que trasladaban la planta debido a la calidad del producto, lo que me pareció más absurdo, porque el convenio del conglomerado, en una de las partes fundamentales, era el trabajo que tenía que hacer la Fundación Alpina con los lecheros, que era sobre la calidad, y pasamos de 300 a 400 mil unidades, a menos de 25 mil, y en algunos casos hasta menos de 10 mil, y las leches que tenemos son de muy alta calidad higiénica. Incluso desconocieron el trabajo de la misma Fundación Alpina.

Edgar Villamarín productor de leche en Guachené, a quien Alpina le dejó de comparar este producto.

En el comunicado que lanzó Alpina en abril, luego de las declaraciones de la presidenta de la Cámara de Comercio del Cauca, Ana Fernanda Muñoz, lo demuestra, porque es muy ambiguo, deja mucho a la interpretación. La empresa dijo, no nos vamos del Cauca, seguimos comprando, sin referirse a que no seguirá pasteurizando en Caloto. Claro que continúa comprando $ 500 por debajo del precio del mercado; quiere decir, que puede comprar la leche y llevarla a la plata de Sopó, en Cundinamarca, y seguir manteniendo un buen precio. Todo este tipo de cosas son las que se deben analizar para ver lo que está pasando en realidad con Alpina.

L.C. ¿Es un problema social?

H.G. S. Por supuesto, porque vamos a tener más leche y seguramente nos bajarán los precios. Mientras en Armenia están comprando a $ 2.500 litro de leche y en el norte del Valle a $2.800, a nosotros nos están pagando a $ 2.300, $2.400. Ahí ya estamos por debajo y con toda esa leche. Mucha se puede quedar, es muy difícil la situación. Esto nos está dejando lecciones importantes, entre ellas, que debemos desarrollar nuestra propia industria.

L.C. Entiendo que la Cámara de Comercio y el Comité de Ganaderos están elaborando un proyecto para montar una pasteurizadora en la meseta de Popayán.

H.C.S. Hay varias iniciativas, una, poder tener la pasteurizadora que esté en manos de los ganaderos y, la otra, desarrollar las pequeñas y medianas empresas que están produciendo y transformando en la meseta de Popayán. Esto lo venimos haciendo con la Cámara de Comercio del Cauca desde el 2018 y la presidenta de la entidad, Ana Fernanda Muñoz Otoya, nos ha dado apoyo muy valioso para poder tener capacidad de transformación y, sobre todo, de comercialización de leche desde la meseta.

Hay compañías como Lácteos Colombia, Quesos Santa Lucía, La Rochela, que vienen haciendo un trabajo interesante, pero tienen que salir a competir con otras empresas. Debemos hacer un llamado a las personas de Popayán y del Cauca para que les compremos a estas industrias, a fin de que nos den la mano, y al mismo tiempo evitar que se vayan, como lo está haciendo Alpina.

L.C. ¿Alpina solo ve con ojo empresarial?

H.G.S. Les he dicho a los ejecutivos de Alpina, que no me interesa que tomen decisiones empresariales, porque ese es el deber ser de una organización. Pero, que me parece muy complicado que vengan, hacemos que les paguen los recursos y luego ustedes no muestren reciprocidad con el departamento y con los productores del Cauca.

L.C. Además, que se beneficiaron de la Ley Páez…

H.G.S. Claro, con la Ley Páez y luego con los beneficios de la zona franca. Entiendo que hay que tomar decisiones empresariales, pero que no vengan por los recursos del departamento y nos pinten pajaritos en el aire, diciendo que sería la agencia para el conglomerado de leche que se va a hacer, porque tenemos las ventajas competitivas. Tampoco puedo desconocer que los bloqueos a la Panamericana los han afectado mucho, también el derrumbe en Rosas, Cauca, el mal llamado estallido social, que durante 45 días la compañía tuvo cerrada la planta de Caloto, además de muchos problemas al interior de la misma, pues no había forma de sacar a los trabajadores que llevaban muchos días encerrados, fue muy complicado. Hay que poner todo eso en una balanza y ver qué apuesta hicieron hace ocho años o más, por medio de la Fundación Alpina.

L.C. ¿Cuánta leche está produciendo Popayán?

H.G.S. Popayán produce 36 mil litros día, es el municipio que más produce leche en el Cauca. Esto nos deja unas lecciones muy importantes, tenemos que ver cómo lo vamos solucionando a futuro, cómo garantizamos la provisión de leche a nuestra comunidad, a precios que compensen al ganadero y sean justos para el comprador. Vendemos máximo a $2.500 el litro de leche y pasteurizada se la están cobrando al consumidor a $ 6.000. En finca vendemos la leche a $ 2.200, $ 2.300 en promedio.

Edgar Villamarín: Alpina no volvió a comprar

Este portal se comunicó, igualmente, con el productor de leche de Guachené, Edgar Villamarín, miembro de Asoganorca.  

Reunión de productores de leche del Cauca.

L.C. ¿Alpina les está comprando leche a ustedes los productores?

Edgar Villamarín. Hace más de un mes me llamó Saúl Kipo, jefe de la zona, me manifestó que, debido a la situación difícil por la reforma tributaria, Alpina tenía que quitar los

$ 400 de bonificación por litro de leche, que se arrancaba con $ 200 y que en la segunda quincena de marzo se descontaban $ 400. Yo venía trabajando así, de inmediato llamé a don Hernán Garcés, gerente del Comité de Ganaderos del Cauca, nos reunimos en Popayán, porque la problemática era para todos. El litro de leche en Silvia está alrededor de $ 650 y a los de Popayán se la pagaban a $ 600. Se dijo que un posible aliado comercial era Alival, que también está en Caloto. Hablamos con esa empresa, pero no vino, seguí con Alpina, que a partir del 13 de marzo no volvió recoger la leche; me llamaron para informarme que no la comprarían más, que la estaban llevando a Pereira, que con la caída del puente se les dificultaba, que recogerían la de Popayán, de donde saldrían por el Huila para trasportarla a la planta en Sopó. Le estoy entregando la leche a un microempresario de Mondomo que produce queso doble crema, la está recogiendo caliente, me tocó desconectar el tanque de enfriamiento.  

L.C. ¿Entonces, Alpina no volvió a comprar leche en el norte del Cauca?  

E.V. No, desde hace muchos días. Estoy en Guachené, a diez minutos de la planta de Alpina, incluso el tanque recogía en Caloto y Guachené, recorrido que quitó.

L.C. ¿Cuánta leche le surtía a Alpina?

E.V. Yo siempre entregaba en promedio 250 litros diarios.

L.C. ¿Cuál es la situación de los lecheros en este momento?  

E.V. Unos dicen que como tienen que transformarla, la reforma tributaria les subió el IVA, entonces que les queda difícil competir, además tienen el problema de la caída del puente entre el Valle y Quindío. No sé cómo están con las vacunas de la guerrilla, aquí también molestan, a la gente le toca ‘aportar’ para poder trabajar, esta es zona roja.  

L.C. ¿Al campesino que solo produce la leche también lo vacunan?  

E.V. En el sector donde yo estoy, hasta el momento no, pero en la parte alta, me dicen que los obligan, pero nadie se atreve a denunciar, prefieren irse.  

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