Alcalde de Popayán condecoró al escritor Constaín Croce

Por Redacción en mayo 7, 2015

Con el Escudo de la Muy Noble y Leal Ciudad de Popayán, fue condecorado por el alcalde, Francisco Fuentes Meneses, el escritor Juan Esteban Constaín Croce.

En el concurrido acto que se cumplió el pasado 5 de mayo en el salón del Concejo Municipal, el alcalde hizo una emotiva semblanza del joven escritor payanés, en la que refirió hechos y anécdotas de infancia y adolescencia de quien es hoy uno de los más importantes intelectuales colombianos, que es además historiador, profesor universitario, columnista, políglota y amante del rock.

A su turno, el autor de “Calcio”, obra sobre los orígenes del fútbol y por la que recibió en julio de 2011 el premio Espartaco a la mejor novela histórica publicada en español, en el Festival de la Semana Negra de Gijón, España, leyó un bello texto sobre la Popayán de sus recuerdos, que evoca una serie de acontecimientos y situaciones, como el terremoto de 1983.

Su discurso, salpicado de delicioso y fino humor, muy propio de la genialidad payanesa, cautivó al auditorio que deseaba seguir degustando su fluida narrativa, lo que comúnmente no sucede con intervenciones en ese recinto.

De izquierda a derecha María Virginia Turbay Varona, Alfredo Constaín Aragón, Juan Esteban Constaín Croce, Aura Isabel Olano, Gloria Croce y Martha Mercedes Castrillón.

De ahí el éxito de sus también obras El naufragio del imperio y El hombre que no fue Jueves, nacidos de la historia y de la portentosa imaginación de este exponente de la nueva literatura latinoamericana, que se mete de lleno en las culturas europeas con sus propias lenguas para conocerlas mejor, para mezclar la ficción, la historia y la literatura con receta mágica y resultado único.

Sus vecinos de Villa Mercedes, segunda etapa, las casitas, como recordó el condominio en donde creció, constataron que este prodigioso escritor, traductor de griego y latín, que habla inglés, francés, alemán y, por su puesto, italiano, el idioma de su familia materna, de su nonna, es el mismo mono alegre, de ojos azules, afable, generoso en abrazos, que solía quebrar uno que otro vidrio con su balón de fútbol y para quien el rock era y sigue siendo su religión.

Su ciudad, Popayán, le tributó un cariñoso y caluroso homenaje a Juan Esteban Constaín Croce, para quien también el Quijote está sepultado bajo una araucaria del parque de Caldas.

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