Adiós, le dijo la exguerrillera holandesa Tanja, al partido político Farc
Quien fuera una de las negociadoras del Acuerdo de Paz en la Habana, no perderá el estatus migratorio especial, afirmó en Popayán el Alto Comisionado para la Paz.
Tanja Nijmeijer, la holandesa que se enroló en las filas de la guerrilla de las Farc en el año 2.000 y que fue una activa integrante de ese grupo subversivo, al punto que la destacó como negociadora del Acuerdo de Paz, firmado con el Gobierno de Juan Manuel Santos, en breve carta conocida en las últimas horas, renunció a seguir perteneciendo al partido político Farc, que dirige Rodrigo Londoño, “Timochenko”.
Alexandra Nariño, el alias con el que se le conocía a Tanja en la vida guerrillera, en pocas líneas presentó su renuncia y se despidió de sus antiguos compañeros de las FARC. La corta misiva, dice: “Estimados camaradas. Creo que cuando se lleva años en un espacio sin sentirse sintonizada con lo que se decide, discute o planifica, es hora de partir antes de convertirse en obstáculo. Para mí, el partido ha mutado en algo que no puedo asimilar todavía, quizás comprender nunca. Pero de lo que sí estoy segura, es que ya no encaja conmigo. Presento mi renuncia al partido; no cumpliré más tareas partidarias. Estaré disponible para cualquier cosa que puedan necesitar en lo personal, ya que parto con un sincero aprecio para muchos y muchas de ustedes. Saludo cordial”.
Debido a que Tanja tiene estatus migratorio especial, como negociadora de paz, que le concedió el Gobierno Santos en febrero de 2018, al ser consultado el alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, de si la exintegrante del partido Farc perdería ese beneficio, informó que el hecho de que ella haga parte o no de un partido político, en este caso el partido Farc, no le quita ninguna de las prerrogativas derivadas del proceso de paz en su calidad de extranjera, al estar certificado por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, como parte de los listados de los exmiembros de las Farc, por lo tanto conserva sus derechos, independientemente de que haga parte o no de esa colectividad política.
Igualmente, al ser consultado acerca de si la holandesa, al tener un estatus especial, habiendo renunciado al partido Farc, tendría alguna vigilancia, Ceballos afirmó, que el único seguimiento que hace el despacho a su cargo, es sobre la pertenencia o no de esa persona al grupo de las Farc, pero que si es citada por la Justicia Especial para la Paz, JEP, ella debe cumplir con las obligaciones derivadas de haber firmado su compromiso de cumplir con los acuerdos, seguimiento que no hace la Oficina del Comisionado de Paz, sino la JEP, para el régimen que se conoce de condicionalidad. Es decir, la condición para mantener todas sus prerrogativas y beneficios, es que cumpla con los compromisos adquiridos en el proceso de paz.
Estas afirmaciones las hizo el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, este 22 de enero en Popayán, en donde firmó un convenio interadministrativo con la Asociación de Cabildos Indígenas de la zona Norte del Cauca ( ACIN), cuyo objetivo es aunar esfuerzos para la promoción y fortalecimiento de los planes de vida, la autodeterminación y el autogobierno de esa Asociación Indígena, garantizando el acompañamiento técnico a la implementación de los mismos.
Dicho convenio por valor de $ 426 millones, suscrito en el marco de las funciones asignadas a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, tiene un plazo de ocho meses para su ejecución.
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