A la paz se llega con seguridad y proyectos productivos, dice Barrero Gordillo, candidato a la Gobernación del Cauca
“El general nos enseñó a trabajar y ser independientes:” líder indígena
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“Por sus obras los conoceréis”. Este es el caso del general en retiro, Leonardo Alfonso Barrero Gordillo, hoy candidato a la Gobernación del Cauca, quien impuso un modelo diferente, novedoso, un nuevo paradigma de relación entre el Ejército colombiano y las comunidades, especialmente las más vulnerables. Lo hizo en el Cauca, en sus deprimidas y violentas zonas rurales, y tras los resultados sociales y económicos alcanzados, medibles y confiables, su modelo fue acogido como política pública en el país por el Ministerio de Defensa.
Barrero Gordillo es un convencido de que a la paz se llega con seguridad y proyectos productivos que generen desarrollo.
De la mano con la comunidad
Barrero Gordillo fue un comandante militar diferente, muy cercano a la gente de las áreas urbana y rural. Un conciliador, un promotor de paz a través de labor social. Trabajó durante nueve años con la comunidad en la construcción de un Departamento seguro y con bienestar para la gente.
Los proyectos productivos que impulsó y gestionó con entidades del Estado, hoy benefician a más de 17.000 familias caucanas que lo ven como el amigo que les tendió la mano y les enseñó a trabajar, como dice Marcelino Campo Menza, líder indígena Nasa, quien hasta hace unos años dirigía los taponamientos de la Panamericana.
Barrero Gordillo gestionó proyectos agrícolas y emprendimientos por más de $ 5.600 millones para varios municipios del Cauca, mejorando la calidad de vida y los ingresos de muchas familias.
Sin pedir permiso comenzó el posconflicto en el Cauca
Mientras en el país se comenzaba a hablar de posconflicto, tema aprovechado por académicos, sin mayor sustento en la realidad sino en sus ideologías, por funcionarios y miembros de ONG de escritorio en Bogotá, el general de la República, Leonardo Alfonso Barrero Gordillo, ya venía poniendo en marcha un modelo de reconciliación en zonas conflictivas del Cauca, llegando en persona al seno de las comunidades para conocer sus necesidades, sus angustias y diseñar con ellas sus planes de vida con recursos exiguos que jalonaba de diferentes fuentes oficiales, pero con mucha decisión y creatividad.
Narrar los logros de Barrero Gordillo es una cosa, y otra muy distinta que sean los propios beneficiarios quienes cuenten y expongan los resultados de una labor desinteresada, callada y persistente que hasta ahora se visibiliza para mostrar cómo es posible sacar de la pobreza mental y material a la gente trabajando con ella y para ella exclusivamente. No era fácil creer que un militar de ese rango, no hablara en términos de guerra sino de desarrollo social. Mucho menos que hiciera posible la materialización de proyectos con vinculación de víctimas y victimarios de la guerra. Ese se llama posconflicto.
Testimonios
Marcelino Campo Menza, ex gobernador indígena nasa:
“Mi general Barrero es la persona para el posconflicto en el Cauca, incluso las FARC se sentirían bien, porque saben que él no solo es mano fuerte, sino promotor de progreso, nos enseñó a trabajar y estamos produciendo”.
¿Quién es Marcelino Campo Menza?
M.C.M. Soy del Municipio de Santander de Quilichao, vivo en una vereda de la comunidad indígena Loma Alta. Por allá, en este momento nos sentimos bien, ya no somos los mismos indígenas de antes, gracias a mi general Leonardo Barrero.
Unos amigos me invitaron a una reunión con el general, él dijo que el Cauca estaba lleno de problemas, que no había ido a dar plomo, que no era posible que el Cauca con tan bonitas tierras no las produjeran, que los que estuvieran de acuerdo con los proyectos productivos, que con mucho gusto les colaboraba.
Yo alcé la mano y me miró, y ya hicimos contacto. Nosotros para poder estar hoy en la tónica de mi general Barrero, nos tocó retirarnos de los cabildos indígenas del CRIC, porque son muy cerrados, muy reacios, entonces veíamos que no estábamos haciendo nada. Yo trabajé 26 años en el cabido de Munchique-Los Tigres, y cada día me sentía más pobre, más viejo y metido en cosas que no valían la pena.
Mi general fue el que nos enseñó a trabajar y nos dio la oportunidad. Cuando nos independizamos de los cabildos indígenas del CRIC nos quitaron la salud y la educación. Pero la salud la tuvimos trabajando las tierras, él nos ayudó con los proyectos, con insumos, computadores, sillas, botas, con todo, a muchas comunidades, entonces yo me sentí bien representado, no hubo dolor salirse del CRIC, antes fue un favor.
Yo le decía que el general Barrero era el dios del Cauca, porque no había habido gente que dijera si usted quiere trabajar, aquí está lo que necesita. Se fue regando la noticia y empezamos a trabajar. Hubo también presión de los grupos armados de las FARC contra los jóvenes, y nos tocó como la gallina culeca, arropar a los hijos y nietos, tenerlos ahí, porque el CRIC nos sacó de la educación. Dijimos, tampoco es para ponernos a llorar. Nos pusimos a sembrarles café a los jóvenes en mingas de 80 y 100 personas diarias, para cada uno 3.000 y 4.000 matas.
Había un problema muy complicado, que estaba a punto de acabarse o de seguir, que eran los cultivos ilícitos, como son la coca, la marihuana y la amapola. Nosotros vimos que eso también traía un problema y decidimos meterle al café, porque tenía una garantía, que usted lo lleva, se lo pesan, se lo pagan, así sea barato, y se va.
El general Barrero nos ayudó con semillas garantizadas, con las bolsas para sembrarlas y con las despulpadoras. Eso fue un hecho: se dijo, se mostró y se hizo. La ventaja con mi general, era que él nos decía: eso sí se puede, eso otro no. Y gracias a Dios la gente en este momento tiene unos cafetales nuevos produciendo en forma. Me quedo aterrado de jóvenes produciendo mil arrobas de café y generando en este momento 300 y 400 empleos en tres meses de cosecha. Estamos independientes, porque ya nos defendemos.
Gracias a Dios y a ese señor, la gente tiene sus cosas nuevas, están arreglando sus viviendas, ya no hay robo de motos, como se presenta en los cabildos, nuestra gente las compra nuevas, directamente en el almacén.
¿Cuándo empezaron a sembrar café?
M.C.M. En el 2013 y hoy tenemos tres millones de árboles de 35 meses de edad. Los cultivos están en Santander de Quilichao en las veredas Loma Alta, El Roblar, La Cascada, Getsemaní, Buena Vista, Arauca y Parnaso, comunidad Nueva Generación Nasa.
Ya hemos tenido tres cosechas grandes y otras de travesía de café variedad Castilla, de muy buena calidad.
Otras comunidades indígenas sembraron este grano en Caldono, Caloto, Corinto, Toribío, Suárez y parte de Buenos Aires, también con el apoyo del general Barrero.
Uno sabe cuándo la guerrilla está alborotada, pero gracias a que vieron que él estaba haciendo labor, dijeron que todo lo que fuera social era bienvenido. Barrero estuvo en la comunidad con siete generales más y fue bien recibido. Conoció a muchos alcaldes y la gente estaba muy contenta, porque nos ayudaba con proyectos en el Cauca, como puentes, que hacía 20 años no había, y ya se tienen por el general.
Fue una cosa increíble, que un general hiciera lo que no hacían la Gobernación del Cauca y otros entes a los que les corresponde adelantar los proyectos productivos, y el mismo CRIC que se supone debía hacer desarrollo en las comunidades con toda la plata que le llega. Los que están con el CRIC son muy pobres. A los que estamos independientes, gracias a Dios no se nos envolata el sancocho.
¿Usted era de los que taponaba la vía Panamericana?
M.C.M. Allá todo el mundo tenía que salir, era una obligación. Con esa cabeza chueca, con esos pensamientos chuecos, la gente era feliz taponando la vía y peleando con los militares. Yo estaba aburrido de eso, pero tenía a mi familia. A veces me iba para Caldas a buscar trabajo, así crié a mis hijos. Pero siempre estaba mal de plata, porque mi familia no son solo mis hijos, sino también mi mamá, mis hermanas y una cantidad de pueblo. Me vi tan desilusionado que en una asamblea grande en Munchique Los Tigres me paré en la raya y les dije: ‘qué pena, hasta aquí los acompañé, muchas gracias y hasta luego, me voy de aquí, presento mi renuncia con mi familia’. Se pusieron a reír y decían, pero cómo, si Marcelino es el jefe. Les respondí: Era, pero ya no.
Fui gobernador en varias ocasiones, metí unos proyectos productivos buenos porque yo siempre venía con la intención de trabajar esas tierras, porque yo jornaleaba en Caldas, por eso sabía que se podía hacer aquí, pero fue muy difícil porque todas las platas se envolatan por el camino, se quedaban en el tablero, como es el caso de ahora, ellos están malbaratando cantidad de plata con ese problema de un líder en la cárcel, pero es que ese líder tiene muchos líos, y en el informe de este año van a decir que por la vida de Feliciano gastaron y que no hay más.
¿Qué piensa del posconflicto?
M.U.C. Que en el Cauca el que lo puede manejar es el general Barrero. El daría una luz verde gobernando, porque conoce la situación, sabe de administración y está al tanto sobre qué recursos alcanzan y cómo hacerlos rendir, eso es lo que le veo, y no solo yo, sino todas las organizaciones sociales que trabajaron y siguen trabajando con él.
La Mora es el proyecto de vida de desplazados y desmovilizados
Jaime Chagüendo, representante de la cooperativa Con Futuro, que agrupa a los productores de Mora Life, entre los que están desplazados y desmovilizados, también dio su testimonio.
¿Por qué el general Barrero terminó apoyando a las autodefensas campesinas de Ortega, Cajibío?
J.Ch. Mi general Barrero llegó en el año 2006 a la zona de Ortega, en Cajibío, debido a la grave situación de orden público que se presentaba. Él tenía conocimiento de toda esa área, de campesinos y de indígenas de Ortega y Morales que no compartían las vías de hecho, entonces comenzó a apoyar a la comunidad, prestándole la maquinaria que tenía disponible la Brigada y con el Batallón de Ingenieros Militares se empezaron a abrir vías, se hicieron escuelas y acueductos, también parques con juegos infantiles. Ahí empezó el trabajo social y vino creciendo esa oficina de proyectos. Es tan así, que comunidades de Morales y el resguardo de Canoas en Santander de Quilichao, también se beneficiaron con proyectos de café. En esos sitios nunca había habido inversión social. Es un trabajo muy interesante el que ha hecho el general sin condicionamiento de ninguna índole. Hay gente que dice que ese era su deber. El deber, puede que sí, pero hay mucha gente que ha pasado por esos puestos y nunca ha tenido la visión de llegarle a la comunidad de los pueblos más marginados. Fundó la oficina de Asuntos Étnicos del Ejército, que se inauguró en el 2010. Ahora es un proyecto a nivel nacional del Ejército, que lo cogieron de ejemplo. Es tan así, que vienen a la brigada a hacer capacitaciones para implementarlo en todas las regiones del país.
¿Cómo es el general Barrero como persona?
J.Ch. Tiene gran carisma, pues a guerrilleros y a paramilitares los ha acogido sin distingos. Él tiene la calidad y la experiencia para manejar el posconflicto, sabe cuáles son los programas que funcionan.
Si se quiere que la paz sea una realidad, tiene que hacerse inversión en el campo y mi general tiene la experiencia. La gente lo aprecia y sabe cuál es el trabajo de él. Tiene la gente y la capacidad para poder desarrollar ese gran reto que se viene, que es el posconflicto.
Cuando ascendió a comandante de las Fuerzas Militares, mandó un avión Hércules a llevar a la ceremonia a los indígenas campesinos y eso fue digno de admirar, porque ningún otro comandante lo había hecho. La gente, incluso, nos miraba como a los patitos feos, porque fueron dos buses llenos y llegamos a donde solamente eran militares. Eso fue muy agradable.
Nosotros los de Ortega, Cajibío, damos testimonio de toda la inversión que se ha hecho. Como comandante venía haciendo esta labor de manera silenciosa. Lo lanzaron a la Gobernación, porque se vio que era necesario que continuara con este trabajo y por eso la gente le está brindando respaldo. Es una persona que no delega, él mismo gestiona, delega cuando ya están las cosas concretas.
Es muy importante podernos dar la oportunidad todos los caucanos de tener un hombre como él de gobernador. Es una magnífica idea, porque como bien se dice y nosotros somos testigos, de que hizo esas grandes obras con las uñas, porque en el Ejército no manejan presupuesto. ¿Entonces se imaginan cómo será teniendo el presupuesto del Departamento bien manejado y para lo que se debe destinar?
La oficina de Proyectos del Ejército sigue funcionando y tiene muchos programas a los que les han dado buen manejo.
¿Qué proyecto desarrolla la Cooperativa Con Futuro?
J.Ch. El proyecto que estamos desarrollando es Mora Life. Estamos en Popayán a escasos 10 km del centro. El programa nació con el apoyo del general Barrero que gestionó la tierra con el Incoder, y el SENA nos capacitó. Nos entregaron una parcelación de 160 hectáreas, estamos asentadas 31 familias, entre desplazados y desmovilizados, es un proyecto digno de mostrar, con el que se demuestra que en el Cauca ya hemos comenzado el posconflicto, por ende lo debemos manejar. Podemos mostrar que es posible hacer empresa. En el momento estamos produciendo mora en fresco. Se emplean cuatro jornales por hectárea, al productor le quedan dos salarios mínimos libres, por lo que resulta rentable la mora. En eso estamos.
En su parcelación conviven y trabajan víctimas y victimarios de la guerra. ¿Cómo es esa relación?
J.Ch. No es fácil. Llevamos un proceso de 11 años y hasta hoy existen ciertas falencias en la convivencia, pero son cosas que se pueden mejorar. La convivencia se da con un buen proyecto. En nuestro caso es agrícola, bien sustentado. Desde el momento de la producción hay que garantizar la comercialización, que es el gran cuello de botella.
¿Usted era de las autodefensas campesinas de Ortega, Cajibío?
J.Ch. Sí. Infortunadamente por la situación de violencia en esos tiempos nos llevó a eso. Nuestra autodefensa de Ortega, Cajibío, era netamente campesina, nada tenía que ver con secuestro ni narcotráfico. De ahí el gran manejo que le estamos dando al proyecto. Las personas estaban muy marginadas y necesitaban la presencia del Estado y fue posible con el Ejército.
¿En su parcelación hay desmovilizados que estuvieron en Ortega enfrentados con ustedes los campesinos?
J.Ch. Sí, un señor que fue del M-19, también desplazados del Putumayo, hay de diferentes regiones, pero la mayoría de Cajibío. Tenemos un proyecto de vida, que es el cultivo de mora, la gente está enfocada en eso, a trabajar y producir. Sabemos que en el Cauca y en Popayán no hay trabajo, entonces nos estamos fortaleciendo, aspirando a hacer una empresa a nivel nacional, recolectar la mora y comprarles a los demás productores. Estamos listos a prestar asesoría de todo lo que sabemos en cuanto al cultivo, porque tenemos más de 10 años de experiencia.
10 razones para votar por el general Leonardo Alfonso Barrero Gordillo
Es un general con gran sentido social.
El general Leonardo Barrero trabajó nueve años de la mano de la comunidad en la construcción de un Departamento seguro y con bienestar para la gente.
Sus proyectos productivos hoy benefician a 17.000 familias.
Gestionó proyectos agrícolas y de emprendimiento por más de $ 15.000 millones para varios municipios del Cauca. Así se mejoraron la calidad de vida y los ingresos de muchos caucanos.
El general Leonardo Barrero quiere continuar su gestión, no improvisar.
El Cauca necesita liderazgo de mano firme con los violentos y de corazón grande con el desarrollo social.
El general Leonardo Barrero es un hombre de convicciones fuertes, lo que le permite hablar con todos. Cuando es necesario abrir espacios para el diálogo y el entendimiento, lo hace con generosidad y compromiso. Ningún otro candidato tiene este tipo de credibilidad.
No quiere que el Departamento del Cauca sea una zona de despeje.
El general Leonardo Barrero es el gran amigo de la sociedad y la civilidad y enemigo acérrimo de los delincuentes y los opresores.
El general Leonardo Barrero propone revisar los impuestos departamentales y liderar la revisión fiscal de los municipios para incentivar la inversión y aliviar el impacto sobre el bolsillo de los ciudadanos.
Promoverá la creación de la estampilla para el bienestar del adulto mayor.
El general Leonardo Barrero recuperará los servicios de salud para los caucanos, saneando las deudas con el sector y mejorando las instalaciones de los centros de salud, las clínicas y los hospitales.
El general Leonardo Barrero impulsará la educación focalizada por región, para que los jóvenes estén preparados para los retos futuros de sus zonas.
El general Leonardo Barrero protegerá los recursos hidrográficos, los parques naturales y la fauna, evitando la expansión de los cultivos ilícitos y gestionando beneficios para quienes inicien procesos de restitución de cultivos y reforestación.
El general Leonardo Barrero tiene un plan para que el Cauca se convierta en una región con Seguridad y Desarrollo para todos, para impulsar la generación de ingresos, el empleo, la educación, la salud, la vivienda y la infraestructura.
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