El Campanazo mayo
Por El Sacristán
A “Catatumbo” lo salvó gobierno Santos
Luego de cuatro meses de operaciones, la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército Nacional, tenía cercado a alias Pablo Catatumbo, en el nororiente del Cauca, cuando el gobierno Santos lo sacó para enviarlo a la Habana, Cuba, para que reforzara el equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz. Al parecer, y pese a esa frustración, las Fuerzas Armadas no cedieron terreno y dieron dos golpes fuertes al bloque occidental de las FARC, logrando la Policía la captura de 17 miembros de las fuerzas especiales de esa guerrilla. Dos días después, en el municipio de Suárez, Cauca, fueron capturados 13 guerrilleros más.
Igualmente, tropas de la Brigada Móvil 17 dieron de baja, a alias “Diomer”, cabecilla subversivo que secuestró a los diputados a la Asamblea del Valle en abril de 2002.
Ante la acción contundente de las Fuerzas del orden se han registrado en los últimos días importantes entregas de subversivos de las FARC, entre ellos varios menores de edad, que fueron reclutados por la fuerza.
El fin de semana anterior en Leiva, Nariño, en límites de ese Departamento y el Cauca, tropas de la Tercera División, adscritas al Comando Conjunto del Sur Occidente, en enfrentamientos con el frente 29 de las Farc, fueron dados de baja siete guerrilleros, y otro de ellos se entregó al Ejército. En desarrollo de esa operación se incautaron armas, proveedores, municiones, material de intendencia, entre otros elementos bélicos.
Centro de emprendimiento
Con el fin de hacer seguimiento a lo planteado en el eje estratégico de emprendimiento, emprenderismo y competitividad, del Plan de Desarrollo del Municipio de Popayán, se conformó una comisión accidental del Concejo, coordinada por Franky Darío Almario, miembro de esa Corporación.
Se busca, igualmente, articular los entes que trabajan en este tema, como el SENA, la Cámara de Comercio del Cauca, la Alcaldía de Popayán, las universidades, Bancoldex, etc., y hacer acompañamiento al Centro de Emprendimiento que se creará en el Pueblito Patojo, con recursos del Departamento para la Prosperidad Social, DPS, y del Municipio de Popayán. En dos meses, próximamente, estará funcionando esta nueva sede en la cual cada entidad, de las antes citadas, tendrá un espacio para asesorar a los emprendedores en cuanto a capacitación, créditos, mercadeo, recursos del Fondo Emprender, entre otros aspectos.
Se espera que con la unión de la institucionalidad se apoyen, fomenten y desarrollen emprendimientos que contribuyan a la generación de empleo y al desarrollo económico local.
Imposible esa exigencia
La administración del alcalde de Popayán, Francisco Fuentes, se comprometió con la comunidad vecina al relleno sanitario El Ojito, a darle unas compensaciones por la afectación que pudo tener, debido al mal manejo que se le venía dando a ese sitio.
Esto, a pesar de que 100 o 120 personas tomaron medidas de hecho, al bloquear dicho relleno cuando estaba licenciado, poniendo a 300 mil habitantes de Popayán al borde de una emergencia sanitaria. El municipio les rebajó el impuesto predial en un 50%, está cambiando redes de acueducto y alcantarillado, pavimentando calles.
También se comprometió a construir una cancha de fútbol sintética. Además, está estudiando la rebaja del estrato socioeconómico, tal como se ha pedido. Lo que el alcalde no puede hacer dentro de esa compensación, es conseguirles a los jóvenes de ese sector de la ciudad, comuna 9, cupos en la Universidad del Cauca, ni siquiera el propio rector tiene esa potestad.
Ojalá con la reapertura de El Ojito, autorizada por la CRC, no apelen a más acciones de hecho para hacer nuevas exigencias, y que los politiqueros, en trance de campaña, no sigan utilizando a esa comunidad para hacerse visibles.
Que el caso Solarte sirva de experiencia
Un grupo de concejales viene pidiendo que la Administración Municipal cancele unilateralmente el contrato con Serviaseo, para que el Municipio de Popayán retome el “negocio de la basura”.
A propósito, ese buen negocio estuvo tan bien manejado, que no se invirtió en el relleno sanitario, que carecía, por ejemplo, de planta de tratamiento de lixiviados, poniendo a toda la ciudad, no solo a los habitantes del sector, ante una grave emergencia sanitaria. Se supone que un buen negocio, en este caso de la basura, produce utilidades, pero nadie sabe en qué se gastaron durante más de 20 años. Lo que sí se conoce, es que varias administraciones dejaron convertir el relleno en un botadero de basura a cielo abierto.
Pero hay quienes alegan que barrieron bien las calles y recogieron la basura, mientras los lixiviados envenenaban las aguas del río Cauca, lo que estuvo a punto de generar una demanda por parte del municipio de Cali, cuyo acueducto se surte en un 70% de este río que nace en el Macizo Colombiano.
Llama la atención, por decir lo menos, que se pretenda exigir que se “deshaga” un contrato de sociedad, no de concesión, como lo confunden muchos, sin que hasta ahora exista causal de disolución y liquidación. Si la hay, que la argumenten jurídicamente. Lo demás es crear un ambiente de incertidumbre, porque en Popayán ha hecho carrera aquello de: “¿Para dónde va Vicente?, a donde va la gente…”
¿Será que los promotores de la genial iniciativa, en trance de reelección, buscan que el Municipio de Popayán repita el caso Solarte, que por cambiarle las reglas de juego al contratista sea condenado dentro de unos años?
Deben recordar que el proceso de los Solarte tiene en este momento una sentencia favorable a ellos. El Municipio apeló y los Solarte también, porque no están contentos con lo que les reconoció el Tribunal Contencioso Administrativo del Cauca en la primera instancia.
En este momento el proceso contra el municipio está en el Consejo de Estado y existe la posibilidad de una conciliación, pero si la sentencia hoy en día puede valer más o menos $40.000 millones con los intereses de mora del 12%, es difícil que el Municipio con una sentencia de ese tenor debajo del brazo, vaya a arreglar por menos de $20.000 o de $25.000 millones. ¿De dónde los saca el municipio? Entonces, con esa espada de Damocles, ¿puede la administración Fuentes echarse otro problema encima para darles gusto a unos concejales? No, ni por más vallas que pongan por toda la ciudad. A propósito de vallas, ¿pagarían el impuesto correspondiente al Municipio?
Buen trato
Se sabe que en Consejo de Gobierno el alcalde de Popayán, Francisco Fuentes, ha sido enfático con su gabinete al solicitarle buen trato, tanto con el público que acude a sus despachos, como también con sus subalternos pero, al parecer, varios de sus inmediatos colaboradores están desoyendo esa directriz.
Se sabe que en algunas dependencias el ambiente laboral no es el más sano. Hay que generar la cultura del buen trato, del respeto. Entre las responsabilidades que tiene un jefe o jefa, es obrar en beneficio de la institución, para ello la promoción del buen trato es fundamental. La relación entre compañeros de trabajo, incluidos los jefes, debe ser saludable, profesional y respetuosa para reducir el estrés laboral que está afectando a mucha gente, y crear ambientes de trabajo productivos, efectivos y agradables, para que acudir al trabajo no se convierta en una pesadilla.
Es preciso aplicar esa vieja regla de oro en las relaciones humanas, que dice: “Hacer a los demás lo que queremos que nos hagan, y no hacer a otros lo que no desearíamos que nos hicieran.” Recuerden que el “poder” es efímero.
Hablando de orejas…
Al exrector de la Universidad del Cauca, Danilo Vivas Ramos, quien superó a Uribe en el arte de la reelección, se le escucha en la radio con voz lastimera, y en sus columnas trasciende el infinito dolor de haber dejado el claustro de Santo Domingo, el que casi se hace escriturar. Su nuevo oficio es criticar a la actual administración de Unicauca, de la que dice, que ha politizado la Alma Mater, que la clase política está mandando en la histórica institución.
Lo afirma, seguramente, porque él sabe de esas triquiñuelas, de no haber sido así, habría más exrectores, y la Fundación de Apoyo a la Universidad de la que, al parecer, se perdió una platica, unos mil milloncitos, seguiría funcionando. Pero se liquidó y nada pasó. Alabado sea el poder y benditos los amigos políticos, que tienen más poder para poder. Como dice el adagio popular: “Un burro hablando de orejas”.
You must be logged in to post a comment Login