Unicauca confiere doctorado “honoris causa” en periodismo a Juan Carlos Iragorri
Un abogado que renunció a los códigos y abrazó el periodismo, campo en el que ha logrado importantes reconocimientos.
En su histórico paraninfo Francisco José de Caldas, la Universidad del Cauca investirá como Doctor “honoris causa” en periodismo, a Juan Carlos Iragorri Marchant, por su invaluable aporte a este oficio en los ámbitos nacional e internacional.
En sus 190 años de existencia, la legendaria Unicauca ha concedido a destacados personajes de la vida regional y nacional este título honorífico, pero quizá el que en esta ocasión otorga, regocija no solo al periodismo caucano y colombiano, sino en particular a sectores ciudadanos de Popayán, que ven a Juan Carlos Iragorri como a uno de los suyos, por ser el caleño más “patojo”.
Luego de abandonar su carrera de abogado se estrenó en el diario El Siglo como jefe de la sección Internacional. Del periódico conservador de La Capuchina, pasó al diario El Tiempo, pero regresó al Siglo; luego aceptó ser el jefe de redacción de la revista Cromos, haciendo tránsito al diario El País de Cali, en Bogotá. Fue jefe de redacción de la revista Semana. De Bogotá partió a Washington como consejero de la embajada de Colombia ante la OEA. También estuvo en Madrid, como consejero de prensa de la Embajada de Colombia y corresponsal del diario El Tiempo.
Llegó becado, primero a la universidad de Oxford y más tarde en Massachusetts, al Centro Weatherhead de Asuntos Internacionales de la universidad de Harvard.
Por años, su inconfundible voz se ha escuchado desde Madrid, a través de las emisoras La FM de RCN y La W, y Washington, en donde dirige y presenta Voces RCN y el Club de Prensa en el canal NTN24.
En fin, Juan Carlos Iragorri es un periodista del mundo, pero con su afecto intacto por Cali, ciudad en donde nació, y por Popayán, cuna de su padre Édgar Iragorri Zamorano, de su abuelo Luis Carlos Iragorri Peña y de toda su familia paterna. De ahí que sea más “patojo” que el pipián y se fascine con la leyenda, según la cual, el Quijote está enterrado en Popayán, de la que escribió: “La Tumba del Quijote en Popayán”.
Seguramente, el espíritu de don Alonso Quijano, nombre del hidalgo, rondará los salones del Club Popayán, hasta donde familiares, amigos y colegas llegarán en la noche de este 3 de febrero a brindar con Juan Carlos por el merecido título concedido por la Universidad del Cauca.
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