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Cali será Colombia

Por Redacción en octubre 7, 2024

Por Sebastián Silva-Iragorri

La llamada Sultana del Valle, la capital deportiva, la sede de la salsa, la puerta de amplia cultura con sus tertulias, sus artistas y sus gentes, será la sede de un importante evento, la COP16. Desde el 21 de octubre y por diez días será la muestra de Colombia y estoy seguro, que estaremos muy bien representados.

Siempre he querido a Cali, allí llegó de España el primer Silva, al Gran Cauca, llamado Arias De Silva y Saavedra y allí en Cali contrajo matrimonio. Uno de sus hijos, Jacinto De Silva y Saavedra, fue dueño de uno de los primeros ingenios “La Candelaria”, en tierras del Valle. En el Acta de Independencia de Cali, en 1810, está la firma de su tataranieto, Nicolás de Silva, que, a la vez, es el bisabuelo de mi padre. Además, los Iragorri Borrero, los Iragorri Carvajal y los Navia tenemos fuertes entronques con Cali y el Valle del Cauca. Muchas familias caleñas descienden de payaneses y sentimos siempre su cercanía, cariño y correspondencia.

Su calor físico y humano, su brisa en las bellas tardes y hasta sus fuertes aguaceros, nos gustan y nos transportan a elevados sentidos de reflexión. Sus fincas, sus veranos, nos llenan de recuerdos y alegrías. Además, en 1983 cuando el terremoto asoló a Popayán, la respuesta de Cali en todo sentido fue de magnífica solidaridad.

He estudiado la Historia de Cali y encuentro infinidad de importantes dirigentes, empresarios, educadores, fundadores, artistas y me siento orgulloso de saber que, lo que hoy es territorio del Valle, formó parte del Gran Cauca, hasta que se convirtió en departamento en 1910.

Una tertulia en Cali con sus gentes y con payaneses, es la más refrescante aventura de conocimientos, inteligencia, humor, anécdotas y señorío. Últimamente han pasado por muchas dificultades de orden público, de inseguridad y de algunos brotes de resentimientos, pero estoy seguro de que los van a superar y, en especial ahora, que hay un alcalde de intenso compromiso y raíces caleñas, Alejandro Eder, que con un equipo profesional de altas calidades está encontrado el tradicional camino del Cali señorial, pujante, industrial, cultural y emprendedor.

Cali fue sede de los juegos Panamericanos en 1971 y lo hizo con una gran preparación y un resultado excelente. Ha sido sede deportiva de campeonatos de toda índole. Sus equipos de fútbol han sido campeones nacionales varias veces. Esta gran ciudad será entonces sede, a partir del 21 de octubre de un certamen que, respaldado por toda Colombia, le mostrará al mundo la clase de gente que implica su raza especial. Serán días en que solo hablaremos de ecosistemas, climas, medio ambiente, innovaciones, prevenciones, energías limpias, compromisos, cumplimientos, revisiones, ajustes y demás componentes del COP 16.

Los asistentes tomarán las mejores disposiciones que puedan implicar rutas de agilidad, derribo de obstáculos, despeje de prejuicios y aprovechar esta coyuntura para beneficio de Colombia y el mundo. Los compromisos deben ser serios, responsables y para cumplirlos, así no se caerá en el escenario de muchas cumbres mundiales que se convierten en campeonatos de retórica con mínima ejecución y con balances irrisorios, surgiendo luego las disculpas de toda clase para seguir embarcados en acuerdos literarios. Acá hay agenda para 2030 y continuación de metas hasta 2050, es decir, pensamientos, estrategias y caminos de largo recorrido y de responsable dirección. Cali será Colombia, estará allí la Patria, dejando en alto su participación y aportes de conclusiones.

Esperamos los temas de biodiversidad esenciales para construir reglamentaciones y regulaciones que colaboren en la reducción de los impactos que alteren el sano ambiente y que orienten su acción a proteger toda clase de sistemas relacionados que ayuden a preservar la vida en el planeta.

Admirando el nuevo parque integral de Cristo Rey, y observando la ciudad desde lo alto del monumento al fundador Belalcázar, le deseo a Cali y, por lo tanto, a Colombia, éxitos y un triunfo contundente frente a los ojos agradecidos del mundo.