Enlucir el sector histórico para la Semana Santa es una tradición de siglos
La celebración de esta fiesta sacra se inició en Popayán en 1556 y se fue convirtiendo en el principal elemento socializador de sus habitantes.
Durante siglos los payanes han llevado en hombros una tradición basada en valores familiares y en sentido de pertenencia a una comunidad, como son sus Procesiones, por lo que enlucir la ciudad forma parte de ese rito.
Estos desfiles religiosos de Popayán, son la expresión popular más antigua de Colombia, los cuales se iniciaron a los pocos años de fundada la ciudad por Sebastián de Belalcázar, en 1537.
Según el historiador José María Vergara y Vergara, en su descripción de las Procesiones de Popayán en 1857, decía: “El pueblo cristiano se prepara para asistir a los oficios y deja a un lado negocio desde el Domingo de Ramos.
Una especie de decreto municipal que reposa en el Archivo Histórico de la Universidad del Cauca, ordena el enlucimiento de la ciudad. En el documento fechado el 29 de marzo de 1675, el maestro de campo, don Miguel García, gobernador y capitán general de las provincias y Gobernación de Popayán, ordena que todas las personas, vecinos y moradores, limpien cada cual la parte que le pertenece de la calle y solar, dejándolas buenas y tratables como es notorio, atendiendo a que el presente tiempo es cercano a la Semana Santa y que las Procesiones de ella han de andar por las calles.
La pena establecida para quien no cumpliera esa disposición oficial, era de cuatro patacones, suma que se destinaba a la cera del monumento.
Siguiendo esa tradición de siglos, se ha emitido en el municipio de Popayán el decreto respectivo en vísperas de esta celebración. Precisamente, mediante el Decreto 0495, el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo, “invita a todos los propietarios y residentes de los inmuebles ubicados en el recorrido procesional a engalanar sus balcones con plantas florecidas, con el fin de enriquecer el valor patrimonial de la arquitectura de la ciudad”.
Según el plazo perentorio para el enlucimiento de fachadas, ornato, cerramiento de lotes y retiro de avisos no reglamentarios, estableció un término de 30 días calendario a partir del día siguiente de la fecha de publicación del mismo (27 de febrero de 2024).
La medida ordena “el enlucimiento de las fachadas de las edificaciones públicas y privadas; lo mismo que al enlucimiento arquitectónico y de acabados de elementos como puertas, ventanas, rejas, aleros, canales y bajantes de aguas lluvias, andenes y sardineles; como también el de los muros y tapias antiguas que cierran los predios sin construir”.
Igualmente estipula el color de pintura a emplear en el Sector Antiguo, el cual debe ser regla general el blanco para las edificaciones, no obstante, en los inmuebles de mayor antigüedad podrá utilizarse el mismo color que actualmente posee, salvo que riña abiertamente con la armonía cromática del sector, caso en el cual la Secretaría de Planeación Municipal, a través de la oficina de Control Urbano, podrá emitir concepto y requerirá al propietario del predio para que se acoja en el menor tiempo posible a las disposiciones normativas vigentes.
Fieles a esta tradición, los dueños de inmuebles del sector histórico de Popayán, comenzaron desde febrero a enlucir las fachadas, obra bastante costosa; sin embargo, sujetos desadaptados, a quienes la ciudad no les importa, dañaron el trabajo realizado en muchas casonas y edificios públicos y privados, que debieron nuevamente en ser pintados.
Hay que considerar que para los propietarios es muy difícil económica y técnicamente sostener las casonas de conservación integral, sin tener incentivos por parte del municipio.
Enlucir cada año el sector antiguo de Popayán, además de conmemorar la Semana Santa, es también velar por su mantenimiento, disfrutar, tantos sus habitantes como los turistas, de su linda arquitectura, del halo de magia del ambiente que envuelve la ciudad con sus atardeceres de arrebol.
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