Inocencia

Por Redacción en octubre 4, 2021

Por Eladio Solarte Pardo

¿Qué miras a través de tu ventana, con un poco de tristeza, mi querida Inocencia, mientras que la naturaleza nos regala sus encantos en un día maravilloso?

-Inocencia: Algo que no se puede ver, porque se esconde detrás de la conciencia…

¿Qué dices? Puedes explicarte mejor.

– Inocencia: La falta de amor entre los seres humanos que se apodera del mundo. Miro un mundo cada vez más extraño y difícil de entender, que los niños no podemos descifrar, en donde ya no hay espacio posible para las cosas hermosas que nos ofrece la vida. Es como si a cada instante perdiéramos un pedazo del tesoro más valioso de nuestra existencia: la sana convivencia entre el género humano, quizás la figura más apasionante de todo el universo.

-Es una gran verdad, que no admite controversia.

-Inocencia: ¿Por qué razón nos agredimos los unos a los otros, si somos los mismos? ¿Cómo se explica que seamos nosotros los encargados de destruir nuestro propio refugio?

-Los únicos que tienen la respuesta son aquellos que buscan fracturarnos y enfrentarnos. El mundo de armonía y convivencia es cada vez más estrecho y lleno de dificultades que limitan el normal y libre ejercicio de la existencia.

– Inocencia: ¡Siento mucha tristeza y miedo porque la vida está en peligro!

-Casi todos la sentimos. Como consecuencia de la falta de amor, de ausencia de comprensión, de escasez de tolerancia está en riesgo hasta la propia vida y son pocos quienes aportan su granito de arena para tratar evitar el terrible naufragio. La gran verdad es que avanzamos con paso firme y resuelto a un punto de no retorno.

-Inocencia: ¿Y es allí donde tendremos que vivir?

-Infortunadamente sí. Por ello, entonces, es necesario e inaplazable que todos obremos asistidos por la razón y la confianza de construir un mejor mañana y que seamos enteramente responsables de cada uno de nuestros actos, de nuestras acciones, desprovistos del odio y la maldad, que solo nos aproximan a la muerte. El amor de la familia debe ser la semilla que acreciente el apego entre nuestra sociedad enferma.

-Inocencia: ¡Ese será, entonces, mi más dulce sueño en esta noche!

-Y ojalá ¡el de todos los niños del mundo, necesitado, como está, de infinitas pócimas de genuino amor!

Inocencia, nuestro personaje virtual, simboliza, por excelencia, el candor, la pureza, la magia y el encanto de la niñez frente a un mundo cada vez más incomprensible e indiferente.

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