Granja lechera jubilará a sus vacas y busca fondos para apoyar transición de productores

Por Redacción en agosto 3, 2021

Namigni, será el santuario de vacas más grande de Colombia y de América Latina, el cual está ubicado n La Calera, cerca de Bogotá.

Se acaba de lanzar una campaña de crowdfunding en Vaki, una plataforma de recaudo de fondos colombiana para jubilar 29 vacas y tres terneros machos de una finca lechera ubicada en La Calera, a 30 minutos de Bogotá.

El proyecto también tiene como objetivo convertir la granja en un santuario de animales y ayudar a la familia de productores de leche que ha dado este paso en la transición hacia actividades económicas ecológicas que no involucran ninguna forma de explotación animal.

‘Por primera vez en Colombia y Latinoamérica, una granja lechera que hasta ahora producía más de 300 litros de leche al día y la vendía a la mayor empresa láctea del país, se convertirá en un santuario animal’, dijo Miguel Aparicio, cofundador del Santuario Animal Namigni, la organización que ayuda a los ganaderos a hacer esta transición.

Natalia Gutiérrez Rivera, la productora lechera, propietaria de esta granja, decidió trabajar de la mano con el santuario colombiano para encontrar una forma económicamente viable de terminar con la actividad lechera en su granja. Este proyecto tiene como objetivo recaudar COP $ 95.000.000 para jubilar las 29 vacas lecheras de la finca y otros animales de la industria láctea.

Con más de 70 fanegadas de exuberante bosque nativo y un arroyo de agua pura que fluye a través de las montañas, así como con grandes praderas ricas en pastizales para los animales, la granja se convertirá en un santuario de animales y albergará actividades alternativas que generan ingresos y son ecológicas, lo que permitirá a esta familia de productores de leche comenzar a crear una fuente de ingresos 100% amigable con los animales.

En diciembre de 2020, esta familia ganadera entregó dos vacas lecheras mayores, una cabra lechera de 10 años y un burro al santuario, lo que les permitió jubilarse de inmediato en lugar del escenario típico en el que serían enviados a un matadero por dejar de ser productivos. La granja también se comprometió a entregar al santuario todos los terneros nacidos de sus vacas para evitar que fueran sacrificados, que es el destino trágico de todos los terneros machos en la industria láctea. El santuario reubicó a sus 200 animales en la granja y comenzó a trabajar con esta familia para desarrollar la transición del proyecto.

Ubicado en el corazón de la industria láctea en la región de Bogotá, el Santuario Animal Namigni ejecuta una operación continua de rescate de terneros machos, toros descartados y vacas mayores que las granjas lecheras de la región enviarían al matadero. ‘Somos el hogar de 60 terneros, toros y vacas, y, con esta transición, al recibir esta manada de 32 bovinos de la lechería que ahora cesa sus operaciones, tendremos casi 100 vacas en el santuario’, afirmó Miguel Aparicio.

Esto hará que el Santuario Animal Namigni se convierta en el santuario de vacas más grande de Colombia y América Latina y uno de los santuarios de vacas más grandes del mundo.

‘Por supuesto, solo podemos hacer esto si la gente nos ayuda, porque necesitamos suministrarle $ 95.000.000 a esta familia de productores de leche para que pueda formalmente entregarnos los animales y para que su cambio de actividad económica sea sostenible’, señaló Aparicio.

El santuario tiene la intención de trabajar con otros productores pecuarios para apoyar transiciones sostenibles que sean buenas para los animales y para aquellos que deciden dejar de explotarlos.

‘Cuando se trata de darles a los animales el respeto que merecen, el veganismo es la respuesta, por supuesto, pero necesitamos encontrar soluciones pragmáticas para ayudar a los animales en las granjas de explotación animal y a los agricultores que dependen de ellos. Esto solo funciona si es beneficioso para todos y se vuelve un ejemplo de cómo un cambio tan importante es posible y está respaldado por la comunidad’, afirmó.

Luego de 25 años de producción lechera, la finca paró su actividad y la manada de 32 bovinos ya se integró con la manada mayor de vacas del santuario. La finalización exitosa de este proyecto depende del éxito de la campaña de crowdfunding o micromecenazgo, que es una forma de financiación que consiste en utilizar el capital de numerosos individuos a través de pequeñas donaciones en dinero.

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