Seguimos sin Pico y Placa

Por en marzo 12, 2019

Opinión por Alberto Muñoz Olano

Qué felicidad expresaron muchas personas cuando escucharon el anuncio de la Alcaldía de Popayán de retirar el Pico y Placa; dueños de vehículos particulares celebraron el hecho de poder usarlos los siete días de la semana en vez de solo seis días, y se sintieron libres, como si el yugo del secretario de Tránsito Municipal se hubiera extinguido.

Pero esta medida es solo otro experimento en el comportamiento de la movilidad de la capital caucana, por cuanto el Municipio no tiene presupuesto para contratar aquellos estudios que valen millones y al final no sirven para nada, porque a quienes se los adjudican no viven en nuestra ciudad, ni saben en dónde queda el Cauca, y mucho menos conocen nuestras costumbres e idiosincrasia.

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¿Cuál ha sido el resultado?

Que todos pueden manejar sus vehículos; eso sí, la movilidad disminuyó, pero los que viven cerca a sus trabajos, que pueden caminar y ayudar a descongestionar la ciudad, aducen que se demoran 10 minutos más por trayecto en su recorrido habitual.

Los que residen más lejos comentan que el tiempo ha aumentado de 16 a 20 minutos, eso, si nadie se estrella o un vehículo se vara. Los que habitan en parcelaciones y por la variante, reportan un aumento de tiempo de 25 a 35 minutos, así como en las grandes ciudades.

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Si bien es cierto que del SETPP están avanzadas varias vías principales, estas dependen de los cuellos de botella que se forman en puntos de circulación obligatoria, como el semáforo de la carrera 9 con calle 25 Norte (c.c. Campanario) o la carrera 6 con la misma calle 25 norte (“Virgen de los Hoyos”). Pero, nuevos y grandes atascos se forman en el semáforo de la carrera sexta, frente a la facultad de Ciencias de la Salud, al finalizar la tarde, a eso de las 6:00 p.m., con una espera de 20 minutos, algo inverosímil.

En la glorieta de Santander se forma una fila por todos los lados, volviendo peligroso el cruce de carros y peatones; los barrios Antonio Nariño y Catay parecen un parqueadero.

Eso sin mencionar el tradicional trancón desde la piedra norte, que al no haber pico y placa, dirigirse al norte de la ciudad a las 6:00 pm es insufrible.

Otro trancón que se forma en la variante, a la altura de la transversal novena y al semáforo de la carrera 5. Hay nuevos habitantes en estos sectores que, por supuesto, quieren llegar a sus casas en el menor tiempo posible, pero nuestro pequeño sistema vial se colapsa todos los días. El afán de varios conductores que se atraviesan con sus carros por las bermas de la vía para colarse delante de sus vecinos, genera continuamente peligrosos riesgos de accidentes por culpa de estos incultos del volante.

¿Volver al Pico y Placa?

Hay una pequeña encuesta en FaceBook publicada por la Alcaldía, en la que pregunta si se desea que el Pico y Placa retorne o no en Popayán, la votación está peleada, pero va ganando que retorne esta medida que ayuda a disminuir los tiempos de traslado.

Creo que esta medida se debe tomar, no pensando en la clase privilegiada del carro particular, sino en la mayoría de ciudadanos que deben usar el transporte público, siendo los perjudicados directos, porque el tiempo de traslado a su sitio de trabajo y al hogar aumenta.
Además, la huella de contaminación ambiental se incrementa al tener tanto vehículo de dos, cuatro, seis y diez llantas en las vías, con gente que busca llegar temprano a sus destinos. Algo que a muy pocos les interesa con tal de usar su carro particular.

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