Alcalde encartado

Por en octubre 29, 2018

Columna de opinión por: Aura Isabel Olano

A los pocos meses de iniciado su periodo, el alcalde de Popayán, César Cristian Gómez Castro, comenzó a demostrar que la altísima votación que había obtenido, objetivamente no correspondía con lo que sería su mandato.

Llegó rodeado de una camarilla de amigos personales y políticos, varios de ellos a la sombra, que de manera abusiva empezaron a influir en los asuntos de gobierno, ante una frágil personalidad del nuevo alcalde, al que le quedó grande el eslogan “Vive el cambio”, el cual no se ha visto, porque no hay una visión de ciudad. ¿Cuáles son las acciones estratégicas que se han materializado en programas y proyectos de desarrollo urbano, social, económico y ambiental?

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Ha sido una administración descuadernada, errática, con permanente cambio de secretarios de despacho, varios de ellos con procesos ante la justicia, igual que su ex jefe, lo que habla muy mal de este gobierno de Popayán, cuestionado por irregularidades desde su comienzo y que aún el burgomaestre no ha salido a darle una explicación sincera a la ciudadanía, como es su obligación. Ese cuento de que se trata de una persecución política, o de sus  malquerientes, riñe con las serias acusaciones que le está haciendo la Fiscalía General de la Nación por delitos graves, como peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en celebración de contratos y tráfico de influencias. Este rosario de supuestas violaciones a la Ley, que corresponde solo al caso de “Popayán te abraza”, se suma a la citación anunciada hace unos días para el 30 de octubre, por el propio fiscal General de la Nación en su visita a Popayán, debido a la celebración indebida de contratos para el servicio de tránsito en la ciudad, que requerían de licitación, pero se utilizó un convenio directo con la Empresa Emtel S.A. E.S.P. Además del alcalde Gómez Castro, su ex secretario de Tránsito, Roberto José Díaz López, también está implicado.

Es lamentable que un mandatario, a quien tantos ciudadanos le confiaron la administración de su ciudad, deba acudir a la justicia, esto corrobora que el señor Gómez Castro no estaba preparado para llegar a la Alcaldía de Popayán, en donde no ha habido gobierno. Solo ha lanzado ‘globos al aire’ como si continuara en campaña política. En las reuniones de “Popayán en obra”, no logra convencer, no transmite seguridad ni confianza. Ya suenan nombres (algunos de ellos muy mediocres por cierto) para sucederlo y no ha logrado siquiera crear la oficina del sector histórico, no hay ente gestor del PEMP, el proyecto de espacio público solo está en diseños, la informalidad laboral en Popayán crece todos los días con la consecuente invasión del espacio público que ha deteriorado el sector histórico, que es el más importante patrimonio de la ciudad.

El desdén es total, basta ver el destartalado parque Francisco José de Caldas. ¿Será que desde los balcones de su despacho, el alcalde no alcanza a ver la ruina en que se ha convertido la ‘sala de Popayán’? ¿No le daría un poco de vergüenza celebrar el 250 aniversario del natalicio del único sabio que ha tenido Colombia, con su pedestal en tal mal estado?

Las obras que se están viendo, atrasadas por cierto, son las correspondientes al Sistema Estratégico de Transporte Público de Popayán, recursos que se comenzaron a gestionar en el año 2008, en el 2010 el Gobierno firmó el respectivo Conpes, en el 2011 se comprometieron los recursos municipales y se creó la empresa de Movilidad Futura SAS que arrancó con un presupuesto de 230 mil millones de pesos, nunca antes visto en la ciudad y que a precios presentes supera más de 500 mil millones de pesos, solo lo correspondiente a la parte de infraestructura vial, porque adicionalmente entre los años 2011 y 2012 se consiguieron importantes recursos para la reposición de redes de acueducto y alcantarillado.

A falta de gestión ante el Gobierno Nacional, el Concejo de Popayán le aprobó al alcalde un empréstito por 75 mil millones de pesos, que se suma al recaudo que por valorización se obtenga, lo que daría un total de 180 mil millones de pesos, estrategias de financiamiento de obras públicas, que si bien son necesarias, frente a un gobierno cuestionado, precisamente por irregularidades en contratación, preocupa la transparencia del proceso licitatorio, además, obviamente, del endeudamiento del Municipio.

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