Lamentable partida del ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, Augusto Ibáñez Guzmán
Profundo pesar ha causado en medios académicos y jurídicos el prematuro deceso del destacado abogado penalista, Augusto José Ibáñez Guzmán.
Su partida representa una enorme pérdida para la academia y para el mundo jurídico colombiano, como lo han expresado el procurador General de la Nación, Fernando Carrillo; ex ministros, ex fiscales, rectores de universidades en las que Augusto José Ibáñez deja huella indeleble y en instituciones como la Academia Colombiana de Jurisprudencia, en la que recientemente había presentado su disertación doctoral, a raíz de su grado en la Universidad Alfonso X de Madrid, España.
Sin alardes, como todo gran hombre, sus amigos lo recuerdan como una persona sencilla, amable, dueño de aguda chispa y de especial don de gentes. Luego de graduarse como bachiller en el Liceo de Santo Domingo en Tunja, su ciudad natal, ingresó a la facultad de Derecho de la Universidad Externado de Colombia, y una vez egresó se comenzó a destacar en el ejercicio de su profesión. Se especializó en Derecho Penal en la Universidad de Salamanca, España, también como especialista en Derecho Penal y Criminología de la Universidad Externado de Colombia, siendo uno de los más destacados penalistas del país. Formó a varias generaciones de abogados, tanto en universidades de Bogotá, como el Externado y la Javeriana, en la que era director del Departamento de Derecho Penal, como también en universidades de Tunja, pues su tierra siempre estuvo entre sus prioridades y hablaba de ella con orgullo y también con jocosidad, gracias al buen humor que lo caracterizaba. Ella, su tierra natal, hoy llora la partida de este hijo eximio, vertical para quien la justicia era la base de la democracia.
Entre 1999 y el 2001 en el gobierno de Andrés Pastrana, fue ministro plenipotenciario de la Comisión Preparatoria de la Corte Penal Internacional; también fue asesor de ese gobierno en el proceso de paz, asesor de la Cámara de Representantes y conjuez del Tribunal Superior de Cundinamarca, lo mismo que el de Bogotá. El 26 de junio de 2007 fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, y en abril de 2009 fue designado presidente de esa Corporación, desde donde tuvo duras posiciones frente al gobierno de Álvaro Uribe, lo que se conoció como un fuerte choque de trenes, pues sus pronunciamientos fueron siempre en derecho y sin estridencias, sin buscar protagonismos, de ahí el respeto del que gozaba como jurista. Con firmeza juzgó la parapolítica. Autor de varias obras de derecho penal, que deja como herencia a la academia. Tres años antes de cumplir su período como magistrado de la Corte Suprema de Justicia, se retiró de la Corporación para regresar a sus clases universitarias, a seguir estudiando y a disfrutar más tiempo con su familia.
Fue director de la revista “Derecho Penal y Criminología”, miembro del Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas.
Nació en el hogar formado por el médico Joaquín T. Ibáñez Alarcón y Elvira Guzmán de Ibáñez, quien ejerció su profesión de enfermera superior en el hospital San Rafael de Tunja. Era el menor de los cuatro hermanos Ibáñez Guzmán.
Un cáncer de hígado, diagnosticado pocos días antes, segó la vida de Augusto José Ibáñez, en la tarde del 11 de julio, a sus 59 años de edad. Las exequias se oficiarán este viernes 13 de julio a las 11:30 de la mañana en la parroquia de Cristo Rey en Bogotá.
El periódico La Campana presenta su sentida voz de condolencia a su esposa María Cristina, a sus hijos Pilar Elvira, Catalina, Felipe Augusto y Daniela; a sus hermanos María Cristina, Fernando y María Eugenia y a sus respectivas familias.
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